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La investigación, clave en la lucha contra los incendios forestales

El trabajo de las BIIF no solo determina las causas y el origen del fuego, sino que la información que recaban ayuda a desarrollar protocolos más efectivos
La investigación, clave en la lucha contra los incendios forestales
En la provincia hay dos Brigadas de Investigación con un total de 12 agentes. // Fotos: Saúl García
20/06/2019 - C.I.P.

Desde el 1 de junio nos encontramos en temporada alta de incendios. Las altas temperaturas que se esperan junto a la ausencia de humedad hacen vaticinar que esta será una campaña complicada. De ahí que desde la administración insistan en hacer una llamada de atención a la precaución cuando se salga al monte o se realicen tareas agropecuarias que puedan suponer un peligro.

El mejor incendio es el que no se produce, dice el director provincial de Agricultura en funciones, Joaquín Cuadrado, quien destaca que en la provincia de Cuenca más del 40 por ciento de los fuegos se producen precisamente por negligencias.

Los demás, casi en su totalidad corresponden a causas naturales. Por ejemplo, “cuando hay tormentas secas pueden llegar a caer entre 20.000 y 30.000 rayos en la Serranía en una tarde, y al día siguiente salen los incendios… es uno de los grandes problema que tenemos”, apostilla Cuadrado.

Adoptar medidas preventivas como la limpieza de montes, en la que se trabaja a lo largo del año, son fundamentales para “apagar los fuegos”, como también la realización de cortafuegos y líneas de defensa resultan de gran ayuda para evitar que los siniestros que se producen puedan causar graves daños. Pero además hay una herramienta clave en la lucha contra los incendios: la investigación.

BRIGADAS DE INVESTIGACIÓN

Cuando los bomberos terminan los trabajos de extinción comienza el de la Brigada de Investigaciones de Incendios Forestales (BIIF). Sus pesquisas no solo determinan qué ha provocado el fuego, dónde, cómo y porqué sino que toda esa información – además de ayudar a esclarecer la autoría de los incendios forestales y colaborar con el SEPRONA y la autoridad judicial en caso de que sean provocados– permite desarrollar protocolos de actuación más efectivos para poder combatir el fuego y, sobre todo para prevenirlo.

Su trabajo también es clave para poder adaptar los trabajos selvícolas a las características de las zonas en las que se actúa, o a tomar medidas respecto a los patrones que se repiten en ciertas circunstancias y épocas del año.

"Para nosotros es fundamental conocer las causas para intentar luego poder ponerle remedio, y con las BIIF hemos avanzado muchísimo"

“Para nosotros es fundamental conocer las causas para intentar luego poder ponerle remedio, y con las BIIF hemos avanzado muchísimo”, indica Joaquín Cuadrado, quien, destaca que son muchos los datos que hay documentados e informatizados en el Centro Operativo Provincial (COP) que facilitan la posibilidad de poder prever la evolución de los incendios en función del tipo de combustible vegetal, las condiciones climatológicas o la situación del suelo.

Toda esta información “permite planificar cómo atacar el fuego y redirigir los focos. Hay veces que los incendios se tienen que apagar solos redirigiéndolos a un cortafuego o a una línea de defensa, que es como se hace habitualmente, para poder planificar la estrategia los datos que tenemos documentados son fundamentales, y parte de ellos salen de las investigaciones que realizan las BIIF”.

En este punto, el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en funciones destaca la especialización de estos agentes medioambientales que no dejan de formarse en el conocimiento de las últimas técnicas y novedades de la investigación forestal.

La investigación, clave en la lucha contra los incendios forestales

¿CÓMO SE INVESTIGA UN INCENDIO FORESTAL?

En la provincia de Cuenca son 12 agentes medioambientales los que forman parte del dispositivo de investigación. Según cuenta Ana, una de las agentes especializadas, la provincia se divide en dos partes y en cada una hay una brigada con dos personas de guardia a lo largo de las 24 horas. “Tenemos unas horas presenciales y disponibilidad absoluta para acudir a los incendios cuando nos llaman”, señala.

El trabajo de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales es laborioso y muy meticuloso. Por pequeño que sea cualquier rastro es fundamental y por eso, aunque su tarea es posterior a la que realizan los agentes de extinción, también se compagina para evitar que desaparezcan o se contaminen las pruebas que pueden confirmar el origen del fuego.

“No es lo mismo llegar a un incendio que ya está todo quemado y trabajado que estar desde el primer momento, porque además de que el rastro del fuego estará más claro si no se contamina con el paso de los medios de extinción también vemos la evolución del fuego”.

Para determinar las causas y circunstancias que están detrás de un incendio forestal, las BIIF utilizan varios métodos. Uno de los fundamentales en el inicio de la investigación es el denominado método de evidencias físicas. “Es muy importante porque el fuego a su paso va dejando un rastro en la vegetación, en animales, en zonas que están más quemadas y menos… todo son pistas. Conocemos el fuego y su comportamiento y estas evidencias nos permiten seguir su rastro”.

Pero además señala que el fuego también tiene una geometría y un patrón de quema que permite poder esclarecer las circunstancias en las que se produce. Por ejemplo “si un fuego se da en una ladera y tiene mucha pendiente no se va a quemar de forma circular sino que irá abriéndose y eso lo que nos dice es que salió de abajo”.

Todo esto se une a otras pruebas como las que pueden aportar los testimonios de los testigos, para plantear una hipótesis que una vez validada y confirmada, da paso a la búsqueda de pruebas en el lugar.

"A veces nos cuesta días estar investigando hasta confirmar con evidencias de dónde ha salido el fuego"

“A veces nos cuesta días estar investigando hasta confirmar con evidencias de dónde ha salido el fuego”, señala la agente medioambiental quien destaca que a partir de ahí es cuando se buscan pruebas en el lugar del incendio.

Una vez que se han recabado todos los datos comienza la tarea de oficina para realizar un completísimo informe “en el que planteamos con mapas, evolución del incendio, etc.. de dónde ha salido. Probamos todas las evidencias y lo reflejamos en el informe para que no haya lugar a dudas. Si llegamos al inicio de la causa, la tenemos que demostrar. Y si encontramos al causante y creemos que puede ser un ilícito penal presentamos atestado y al juzgado”, apostilla esta agente de investigación forestal, quien destaca la importancia de la investigación para esclarecer, pero sobre todo para prevenir los incendios forestales en una provincia tan sensible como la de Cuenca, la quinta más extensa de España en superficie forestal, con más de 1,8 millones de hectáreas, y la tercera con mayor superficie arbolada, aproximadamente unas 800.000 hectáreas.