Un renovado paseo entre miradores hasta el embalse Molino de Chincha

La Diputación de Cuenca destina una partida de 163.000 euros a la rehabilitación y mejora del camino de acceso al embalse del Molino de Chincha, ubicado en la pedanía de Puente de Vadillos, en el municipio de Cañizares.

Esta presa fue construida en el año 1947, en el punto en el que confluyen los ríos Cuervo y Guadiela, y se llega a ella a través de un camino de cinco kilómetros que va recorriendo los distintos meandros, ofreciendo una vista espectacular de esta masa de agua que culmina en el estrecho de Guijarro.

La zona cuenta con una rica fauna, con especies como el búho real, las garzas, los buitres e incluso alguna nutria.

El presidente provincial, Álvaro Martínez Chana, que ha visitado la zona junto con el alcalde de Cañizares, Julio César Bodoque, y miembros de su corporación para comprobar el estado en el que ha quedado esta obra, ha destacado que parte de esta inversión ha servido para adecuar una serie de miradores que servirán como lugar de recreo para caminantes y visitantes.

Además, también se han mejorado los apeaderos con el objetivo de facilitar el tránsito de vehículos por esta vía.

Este enclave natural se encuentra situado en pleno corazón de la Serranía, muy cerca de otros atractivos como el Nacimiento del río Cuervo o la ruta botánica de Beteta.

Martínez Chana ha señalado que la Institución provincial apostará por campañas de promoción “valientes y atrevidas” para retomar la actividad turística cuando las restricciones sanitarias lo permitan.

Museo de los gancheros y la madera

El presidente provincial también ha podido conocer, de la mano de Cipriano Valiente, el museo de los gancheros y la madera, que recoge la forma de vida de estos hombres y mujeres que durante generaciones se dedicaron a llevar los troncos desde la Sierra hasta lugares como Aranjuez y Toledo.

Martínez Chana se ha quedado maravillado con toda esta cultura etnográfica que como sociedad “tenemos que conocer, comprender y difundir” para que las nuevas generaciones sepan de dónde venimos. En este sentido, considera que se merecen la catalogación de Bien de Interés Cultural porque es un oficio que "ha moldeado el carácter de las personas que habitan esta comarca".