Dudas kilométricas
Cuando a alguien se le pilla en un renuncio, tiene varias opciones: asumir el error y enmendarlo, cargárselo a otro y que lo enmiende él o hacerse el sueco y dejarlo correr para ver cómo evoluciona la cosa. En el asunto de las dietas por kilometraje supuestamente cobradas por el presidente regional del PP, Paco Núñez se ha agregado otra alternativa, la de tomar a los ciudadanos por imbéciles y practicar lo que se llama “huida hacia adelante”. No sólo ha atribuido el cobro irregular a un error administrativo, como si los 15 mil euros los hubiera cobrado el vecino de enfrente o alguien que andaba por allí, también ha pasado, al parecer, por alto la norma que impide percibir dinero por ese concepto para quienes disfrutan de coche oficial. Y no sólo eso, el ínclito dirigente popular se permite incoar una querella contra dirigentes socialistas y el propio presidente de las Cortes regionales por supuestas mentiras, falsedades y descalificaciones.
Esta acción de Paco Núñez quizá pretenda ocultar, con poco éxito sin duda, un presunto desconocimiento de la normativa de la cámara, -algo grave en un candidato a presidir un Gobierno regional-, también una presunta desidia por lo que se firma, -muy mal visto igualmente en cualquiera que aspire a gestor- y, sobre todo, una, a lo mejor, profunda ignorancia de lo que cobra en nómina. Esto no deja de ser curioso, porque cualquier ciudadano con dos dedos de frente comprueba su sueldo cada mes y se da cuenta de cualquier engorde o adelgazamiento en los ingresos. El candidato no lo ha percibido.... y no sólo eso, achaca su propia carencia de observación a un error administrativo y abre la vía penal contra quienes han criticado su “despiste”.... ¡Alucinante! Asegura Núñez que los socialistas quieren emponzoñar la campaña electoral, como si no fuera suficientemente ponzoñoso judicializar una supuesta metedura de pata propia para tratar de clavarle a otro un marrón por el que ha tenido que devolver unos miles de euros. No es extraña este tipo de reacción en una persona que rechazó la construcción de un ATC en su pueblo cuando era alcalde pero que no dudó en defender que el caramelo envenenado se lo comieran otros.
En el último Pleno municipal de la capital hemos visto también posturas curiosas en los grupos de la oposición. Todos, menos Cuenca nos Une, se han opuesto a la disolución de los consorcio forestales de Tondos y Mariana, una gestión imprescindible para la implantación del parque ecológico de la empresa Toro Verde. Tal negativa tienen difícil calificación, aunque podría considerarse hipocresía política de unos partidos a los que durante toda la legislatura se les ha llenado la boca con aquello de que “en Cuenca faltan empresas” o “Cuenca es la gran olvidada”. Quizá los que olvidan son ellos, porque no recuerdan que puertorriqueños y costarricenses van a traer millonarias inversiones que crearán muchos puestos de trabajo y generarán un valor añadido a un territorio desgraciadamente muy despoblado. En fin, entre unos y otros la campaña electoral va a comenzar calentita y, lo que es peor, con tanta paja es muy posible que la ciudadanía no pueda quedarse con la espiga.
