El Debate
No hace falta recordar que en todo debate sobre el estado de una región o de una nación existen siempre componentes de autocomplacencia y electoralismo, especialmente cuando, como en el caso de España, se atisban elecciones en el horizonte. Raro es el gobernante que en días tan señalados ejerce la autocrítica sobre su gestión y no aprovecha una tribuna con tiempo ilimitado para “echarse flores” y preparar el terreno a unos comicios cercanos. No obstante, y a pesar de que ese tipo de discursos no puede compararse con la precisión matemática de un debate de presupuestos, basado en números “negro sobre blanco”, tanto el Ejecutivo como la oposición expresan posiciones que resultan muy útiles para saber por dónde van a ir los tiros en los próximos meses.
En Castilla-La Mancha hemos asistido a un Debate sobre el Estado de la Región que, como no podía ser de otra forma en los tiempos que corren, ha vuelto a reflejar que derecha, izquierda y centro liberal están muy alejados de llegar a acuerdos constructivos. Si en una larguísima intervención de casi cinco horas Emiliano García-Page, además de los logros conseguidos, sobre todo detalló las numerosas medidas y proyectos que marcan la hoja de ruta de su Gobierno (cerca de dos centenares) para dar respuesta a las necesidades y retos que se plantean en la región, tanto Paco Núñez como Carmen Picazo se dedicaron a afear su gestión y a seguir proponiendo el mantra que en las últimas semanas repiten sus respectivos partidos: hay que bajar impuestos. En este sentido, el presidente regional anunció que habrá en la región una menor presión fiscal que no tiene que ir necesariamente asociada a un deterioro de los servicios públicos. En principio se reducirá el IRPF en diversos tramos para rentas inferiores a 30 mil euros, unos beneficios fiscales que podrían llegar casi al 87% de la población castellanomanchega. La oposición tachó la medida de electoralista, a pesar de que ha sido reivindicada constantemente por las formaciones que dirigen Alberto Núñez Feijoo e Inés Arrimadas. También pudimos comprobar en el fragor del debate quién quiere que los más ricos paguen más y quienes proponen que paguen menos... Aquí no hace falta explicar las posturas porque sería reiterativo y todos sabemos de qué pie cojea cada cual.
En el caso de la provincia de Cuenca pudimos escuchar anuncios significativos. Entre ellos una nueva negativa a la instalación del ATC en Villar de Cañas, que los famosos remontes el Casco Antiguo de la capital iniciarán su instalación en el primer trimestre de 2023 o que el año que viene podrían comenzar las obras del esperado Parque Científico y Tecnológico de Economía Circular. Volvimos a escuchar, entre otras muchas propuestas, que el Gobierno regional no renuncia a las autovías Cuenca-Albacete y Tarancón-Guadalajara y que se va a avanzar en el Plan X Cuenca para mejorar las comunicaciones en Huete, Mira y Villar del Maestre. El parque proyectado por Toro Verde también tuvo hueco en las sesiones y se escucharon avances importantes en la construcción y equipamiento del nuevo hospital y en el complejo deportivo de El Terminillo. Asistimos, en definitiva, a una declaración de intenciones de mejora en muchos aspectos del devenir socioeconómico de la provincia, propuestas que no deben quedar en saco roto porque son tan importantes que sería imposible que se olvidara su incumplimiento, máxime cuando las urnas esperan en unos pocos meses.
