Vibra aumenta la calidad de sus hamburguesas con la apertura de Factory
Alfonso y Aitana son de Cuenca, son jóvenes emprendedores y su negocio, Vibra Burger, ha triunfado en la ciudad hasta el punto de haberse convertido en un reclamo gastronómico y ahora, con la apertura de Vibra Factory dan un paso más para aumentar la calidad de sus productos.
Hasta ahora, en Vibra Burger, el local de la Puerta de Valencia, atendían a los clientes que acudían a cenar al propio restaurante, pero desde esa cocina también salían todos los pedidos para delivery y take away. Al ser un espacio reducido se veían obligados a externalizar algunos procesos de producción como, por ejemplo, la maduración de la carne, aunque esto ha cambiado.
Con la apertura de Vibra Factory mantienen a día de hoy un control interno y total de la producción, evitando depender de la externalización de procesos. Compran la ternera por medios, la maduran, la pican, la cocinan y la llevan a cada domicilio con sus propios repartidores –aunque también están presentes en otras plataformas de entrega–. Y no solo la carne, sino que las salsas, toppings, acompañamientos, entrantes y postres también se preparan en este nuevo espacio. Todo, salvo el pan, aunque están trabajando para lograr una fórmula que les permita hornearlo también.
Es decir, con la apertura de Factory han conseguido liberar el restaurante de Puerta de Valencia para poder dar el mejor servicio posible tanto a aquellos que deciden cenar en el restaurante como a los que prefieren hacerlo sin salir de casa.
Y es que, desde esta ‘base de operaciones’ de la Ronda Oeste salen de jueves a domingo el 96% de los pedidos que bien el cliente puede recoger in situ o pedirlos para que sean entregados en su domicilio. Eso sí, los vecinos de la zona centro todavía pueden recogerlos en el local de Puerta de Valencia para evitar desplazamientos largos.
Tal ha sido el crecimiento del negocio que la plantilla de Vibra ha pasado de estar formada por tres trabajadores a veinte. Y creciendo.
Por todo esto, el balance de este primer año de andadura es más que positivo. Está claro que estos jóvenes emprendedores conquenses creen en su proyecto y tienen ganas de seguir creciendo, de ahí que se planteen abrir un nuevo local en otra ciudad. Eso no significa que vayan a franquiciar la marca –nada más lejos– sino que serían ellos mismos quienes lo gestionarían. Algo que podría ser una realidad una vez pase el verano de 2024, pero de momento, quien quiera ‘vibrar’ con una de sus hamburguesas tendrá que venir a Cuenca o bien seguir a su foodtruck.
La respuesta en estos primeros 365 días desde que abrieron ha sido espectacular y sus prioridades, son y seguirán siendo cuidar al cliente y hacer las cosas bien.