Ricardo Cano renueva el Bar La Moneda para darle un aroma a rock & roll

Tapeo, cervezas, resolí, todo tipo de licores y copas con el mejor rock & roll. ¿Dónde? Muy cerca, aquí en Cuenca, en el Bar La Moneda, situado en la calle que le da nombre junto a la Plaza del Cardenal Payá. Es la propuesta que quiere llevar a cabo en este coqueto y tradicional establecimiento de Cuenca su nuevo regente, Ricardo Cano Martínez, quien a sus 37 años, muchos de ellos detrás de la barra, se lanza a la aventura en solitario. “Me ofrecieron el local y me pareció una buena idea. Con los tiempos que corren, la cosa está un poco floja, pero por arriba, por el Castillo, quizá no se haya notado tanto la crisis. Turismo sigue habiendo y trabajo hay. Por eso vamos a ver si este negocio va para adelante”, apunta.

Habla del Castillo porque allí es donde ha pasado trabajando los últimos años. “Llevo bastante tiempo en el mundo de la hostelería. Siempre he trabajado como extra en bares y pub los fines de semana y desde hace unos seis años comencé a trabajar en el Panorámico, en el viejo primero y, luego, en el nuevo tras la remodelación”, dice.  Y en base a esa experiencia, también se le puede ver ahora detrás de la barra del Bar La Moneda, donde avisa, “le daré mi toque particular”. Toque que pasa por la música, especialmente cuando finalice el verano. “Quiero que la seña de identidad de La Moneda sea el rock & roll, con música en directo todos los fines de semana, especialmente en invierno, con fiestas de Dj,s, algún concierto acústico y cosas relacionadas con la música”, avanza.

De momento, este verano, informa, “abrimos a partir de las 19.00-19.30 horas, más para terraza, cañeo y copas. También tenemos una buena carta de chocolates, cafés y tés y aprovecharemos más para abrir desde las 16.00 horas para el café, aunque eso será ya entrados en el otoño y cuando estos calores pasen”.

Por ahora, indica, “queremos que los conquenses identifiquen el Bar La Moneda con la música en Cuenca.  Vamos a enfocarlo más a gente de aquí, es un bar pequeño, está escondido porque la zona es tranquila, no muy de paso, pero intentaremos hacernos notar, que la gente de Cuenca sepa donde estamos y que ofrecemos cosas interesantes”.

Lograr fidelizar una clientela será, por tanto, su reto en los próximos meses y Ricardo Cano está con ganas, “soy consciente de que en Cuenca la oferta es variada y que tendremos que competir, pero hay que ser valientes. Está claro que hay que arriesgar, el bar es pequeño, pero hemos hecho reforma y siempre lo afrontas con cierta incertidumbre, aunque si no lo intentas no sabes como te puede ir”.

Además, en su opinión, el turismo en Cuenca, pese a resentirse con la crisis, todavía sigue siendo un filón, “la crisis ha beneficiado al turismo de interior. A Cuenca siguen llegando muchos turistas extranjeros, pero también mucha gente española porque en los últimos años la gente no se va tanto al extranjero, hace viajes más cortitos por España y eso ha beneficiado a la ciudad”.  Él busca también su hueco.