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Pandemia

La pandemia desborda gestorías y notarías

Se ha intensificado el esfuerzo en la tramitación de los ERTE, ceses de actividad y ayudas Covid. Además, ha crecido la gestión de herencias por la alta tasa de fallecimientos
Fotos: Saúl García
29/01/2021 - Paula Montero

Desde marzo y sobre todo a principios de abril, el virus vino acompañado de las primeras restricciones a sectores como la hostelería o el comercio, el detonante de la avalancha de trabajo e incertidumbre en el sector de las gestorías y notarías.

Poco se ha hablado de ellas en este tiempo pero son muchos autónomos, pymes y empresas conquenses las que han tenido que recurrir a sus servicios para tramitar e interpretar los decretos aprobados por el Gobierno regional en estos últimos meses. Entre las nuevas medidas que han tenido que tramitar se encuentran los ERTE, ceses de actividad o el aplazamiento de la cuota de autónomos. Aunque, también han sido fieles testigos del fallecimiento de más de cuatrocientas personas en la provincia de Cuenca a causa de la Covid puesto que se han duplicado las tramitaciones de herencias. A esto se le ha unido la campaña del IRPF y las diligencias de impuestos trimestrales.

Una situación que les ha hecho sentirse “desbordados” según indica Pilar Poveda, propietaria de la Gestoría y Asesoría Euroaser en la capital conquense. “La pandemia nos ha enseñado a aprender por intuición, sintiendo mucha responsabilidad por los clientes”, y es que, en sus manos estaba el futuro de muchos conquenses. Especialmente, “cada vez que cambian las medidas, el aumento de la carga de trabajo crece hasta el 300%”, puesto que las administraciones públicas trabajan telemáticamente y los ciudadanos acuden a estos profesionales como solución.

En su caso, Esther Moreno propietaria de Gestoría Administrativa Ayerza ha solventado prestaciones de desempleo, pensiones de viudedad y horfandad junto a ERTE, algo que “no ha aumentado nuestra facturación pero si el trabajo” porque para diligencias en las que antes de la pandemia ocupaban un día de trabajo ahora llegan a ocupar hasta diez días por el colapso de las administraciones públicas. En esta gestoría han notado como sus quehaceres han crecido un 40% porque “desde el 14 de marzo no hemos pardo para intentar dar servicio a todos nuestros clientes” , destaca Moreno.

También en Cuenca capital, Javier Lorente, administrador de Serconta ha notificado un aumento de trabajo de más del 50% porque “se acumula ya que ahora todo funciona por teléfono o correo electrónico”. Al igual que en los dos casos anteriores también han hecho frente a gestiones de ERTE, ceses de actividad, liquidaciones, pensiones o herencias y cree que “entre las gestorías de Cuenca es habitual sentirse desbordados en estos momentos” por el retraso que conllevan los procesos telemáticos.

"La pandemia nos ha enseñado a aprender por intuición, sintiendo mucha responsabilidad por los clientes"

EN LA PROVINCIA

En el resto de municipios de la provincia la situación es practicamente igual y así lo corrobora Merces Domínguez, responsable de contabilidad de Insesa & Abogado Consulting ubicada en Tarancón.

La primera ola de trabajo llegó de la mano de los primeros meses de confinamiento cuanto comenzaron a tramitarse ERTE, un momento de “desbordamiento porque en las administraciones públicas no daban citas y tuvimos que trasladarnos hasta Ciudad Real”, asegura. Momentos en los que sintieron “desorientación y desesperación” porque “todo fue un caos”.

En estos cuatro casos, el esfuerzo laboral también va ligado inseparablemente del económico puesto que han tenido que adaptar sus instalaciones para continuar ofreciendo servicio.

La pandemia desborda gestorías y notarías

NOTARÍAS

La situación en las notarías conquenses no dista mucho de la anterior porque ambos sectores profesionales van de la mano.

Así lo constata el notario Daniel Ruiz Risueño quien explica a Las Noticias haber notado un incremento de trabajo pero, “no estamos desbordados”, asegura. Si bien es cierto que, “en el último trimestre del año 2020 se acumularon las firmas para la compra venta de viviendas que, en la mayoría de los casos, contaban con patio o jardín, porque después del confinamiento la gente ha puesto en valor los espacios domésticos al aire libre”, asegura Ruiz.

Además han resuelto un gran número de herencias como resultado de los fallecimientos a causa del virus. Por otro lado, notificaron un mayor interés por los préstamos ICO durante la primera ola de la pandemia.

Una espiral constante de trabajo combinada con un carrusel de emociones en la que el miedo predominaba. Además han sido testigos de los vaivenes de sentimientos de sus clientes porque “cuando los datos mejoran se nota en el ánimo de la gente, aunque entre los trabajadores de hostelería se palpa la preocupación. Entre los clientes se nota el miedo por la crisis económica”, señala.

Al ser considerados también un servicio esencial continuaron con su labor pero, por ejemplo, a las firmas solo pueden acudir los involucrados para reducir al máximo la afluencia de gente en los despachos notariales.

Del mismo gremio es Elisa Basanta quien explica que la raíz del atasco no reside en un mayor volumen de trabajo sino en la modificación del modelo puesto que ahora predominan los procesos telemáticos a los que antes no recurrían. “Hacemos frente a un plus de trabajo porque todas las comunicaciones se hacen vía correo electrónico o por teléfono y eso nos retrasa mucho”, asegura la notaria.

Si bien, los picos de ocupación coinciden con la llegada del confinamiento cuando “solo podíamos atender situaciones justificadas de urgencia y de extrema necesidad”. Unos meses en los que recuerda “improvisar con sensatez para resolver todas las cuestiones que nos llegaban, días en los que comenzaba a trabajar a las 8 de la mañana y terminaba a las 12 de la noche”, comenta Basanta.

En su caso, tiene siete trabajadores a su cargo de los que cinco estuvieron en ERTE. “Una decisión difícil que trajo un esfuerzo ímprobo”. Sin embargo al echar la vista atrás se siente “satisfecha por haber podido desempeñar el trabajo a pesar de la situación”, concluye”.

Sin duda, han sido un gran alivio para los empresarios y autónomos conquenses tras haber hecho frente a un reto laboral titánico que, enmarcado en una situacón sin precedente, también merece un aplauso.

"En el confinamiento había que improvisar con sensatez para resolver todas las cuestiones que nos llegaban"