El Rebi se viene de vacío de León (32-31)
El Rebi Cuenca se ha enfrentado en el partido de la 6ª jornada de la liga Plenitude, al Ademar León en el Palacio Municipal de Deportes. El encuentro se postulaba de vital importancia para los de Lidio Jiménez, no solo por sumar dos puntos, sino por el soplo de vitalidad y optimismo que podía darle al equipo una victoria ante el rival directo.
Sin embargo, un soberbio planteamiento por parte de los locales ha hecho imposible que los conquenses ganasen, y el guardameta leonés impidió, con un paradón en el último segundo, que el Rebi sumase.
La primera parte empezaba de manera esperanzadora para los conquenses. El Ademar León fallaba en el primer ataque gracias a una espléndida parada de Tonicher y, en su turno de ataque, los de Lidio Jiménez se llevaron un premio de 7 metros.
Metía el Rebi y fallaba el León; esa fue la tónica de los primeros minutos, poniéndose 0-3 el Rebi. Pero solo fue un espejismo de lo que realmente iba a suponer la primera parte, porque una vez que los blancos abrieron el melón, entraban todos los balones que lanzaban, por muy difíciles que pudieran parecer, dejando en el recuerdo auténticos golazos.
Los verdillos lo intentaban de todas las formas posibles, con jugadas marcadas, con jugadas individuales, saltándose el guion y lanzando a puerta cuando lo veían claro, tirando de garra y pundonor, pero nada servía, porque cuando tenían el balón lo perdían muy fácil y, cuando conseguían lanzar a puerta, un pletórico Saeid paraba todo. Cerró la primera parte con un 46 % de efectividad.
Se pusieron hasta 8 por encima los leones, aunque hay que reconocer el enorme esfuerzo de los conquenses para recortar distancias. Tirando de orgullo, los de Lidio consiguieron reducir un poco la brecha y se fueron a las duchas 16-11.
La segunda parte comenzaba en la misma tónica, el Ademar León atacando como un huracán y los de Lidio Jiménez aguantando el envite como podían. Los de Daniel Gordo, a los 5 minutos de juego de la segunda parte, volvían a imponer una distancia de 8 goles. Se le complicaba mucho el partido al Rebi.
Tras un tiempo muerto solicitado por Lidio Jiménez, se produjo el cambio de actitud en los jugadores verdillos y un gran Sergio López ponía al Rebi a dos goles del empate, 25-23. El Rebi hizo lo más difícil, aguantar al huracán y recortar las distancias, pero las pérdidas “tontas” de balón volvieron a darle la ventaja a los locales.
Si algo se le puede agradecer al equipo en lo que llevamos de temporada es que no se rinden y, a pesar de ir perdiendo, cuando el partido estaba 30-26, el magnífico Fede Pizarro dejó un gol que se quedará para siempre en nuestras retinas: cayéndose y de espaldas, metió el esférico en la red.
A partir de ese momento, el Ademar, que lo estaba haciendo todo bien, empezó a ponerse nervioso porque los conquenses estaban apretando de lo lindo, y a punto estuvieron, hasta en dos ocasiones, de empatar. Puede que no se ganara el partido, pero la calidad está, y el tiempo pone a cada uno en su lugar.
La semana que viene, el Rebi vuelve a casa para recibir al Recoletas Valladolid, y buscarán resarcirse del mal sabor de boca de quedarse a un paso de conseguir el premio esta semana.