Una sensación agridulce es la que le queda al Conquense tras su visita al Tenerife B. 1-1 y reparto de puntos que, a priori, no suena nada mal teniendo en cuenta que los tinerfeños eran colíderes sin haber encajado goles, pero que por otra parte sabe a poco ya que los blanquinegros, que habían cuajado un buen partido, tenían la victoria en sus manos hasta el minuto 88.
Primera mitad igualada entre conquenses y tinerfeños: ninguno de los dos conseguía imponer su juego ni crear ocasiones con claridad y habría que esperar a la media hora ya pasada para empezar a ver las primeras acciones de peligro. Samu Guillén fabricó una buena jugada en el flanco derecho del área y puso un centro raso al que casi llega Álvaro Sánchez, quien fue entorpecido por la zaga local para que su disparo no encontrase portería.
Avisaría tan solo unos minutos después el filial del Tenerife: un balón llovido al área llegó a botas de Ibarra, quien con un golpeo abierto se encontraba con el palo. En el rebote era Lorenzo quien se encontraba mejor posicionado para marcar en el rechace, si bien la jugada sería a la postre anulada por clara posición en fuera de juego.
En estos términos de igualdad acabaría la primera mitad, aunque la segunda traía consigo un buen inicio para los de Rober Gutiérrez: Jesús Ares, quien se había incorporado tras el descanso, botó un córner directo a la cabeza de Nacho Ruiz, a quien le perdieron la marca completamente. El cabezazo fue repelido por Aragoneses Jr, aunque el rebote le cayó franco en el área pequeña a Bitti, quien anotó a placer el 0-1.
Este resultado valía oro para la Balompédica y como tal lo defendía ante un Tenerife que apretaba cada vez más con el paso de los minutos. Atento estuvo Atanes pasado el minuto 80 para despejar un balón con el que trataban de sorprenderle tras un golpeo de falta. No obstante, el destino sería cruel para los balompédicos, que encajarían en los últimos minutos. Dylan, en el flanco derecho del campo, pondría un centro con efecto que Atanes no mediría bien, encontrándose algo adelantado en ese momento. No llegó a despejar el balón y este aislado error se convertía en el 1-1.
Gol doloroso, si bien el empate no era nada desdeñable en casa del Tenerife B. Mantuvo la compostura el equipo blanquinegro hasta el pitido final que confirmaba el reparto de puntos. Un punto valioso por el contexto del rival y el campo, pero con ese dolor de ver cómo se escapaba la victoria por muy poco.
Continúan las buenas sensaciones de la Balompédica bajo el mando de Rober Gutiérrez y la semana que viene tratarán de dejar la victoria en La Fuensanta cuando reciban al Real Madrid ‘C’.
