El Rebi Cuenca sufrió ayer en Ciudad Real su segunda derrota de la temporada, en un encuentro en el que los conquenses llegaron a dominar durante gran parte y en el que, a falta de cinco minutos, mantenían una ventaja de dos tantos en el marcador. Sin embargo, la reacción final del Caserío terminó por darle la vuelta al resultado.
Tras el partido, el técnico Lidio Jiménez se mostraba orgulloso del esfuerzo de sus jugadores, recordando que el equipo llegaba con cinco bajas importantes.
A esas ausencias se ha sumado la expulsión de Perbela, que obligó a afrontar casi todo el partido con un solo pivote, “un chico de apenas 20 años, que ha dado la cara de principio a fin”, apostilla.
El entrenador subraya que, pese a no haber sabido mantener la ventaja en los últimos minutos, en los que solo tenían que marcar un par de goles, no tiene reproches para sus jugadores porque se dejaron la piel e hicieron un gran esfuerzo físico.
Respecto a la polémica de los últimos minutos, en los que el Rebi Cuenca terminó jugando con solo cuatro jugadores porque la mesa consideró que había entrado un jugador antes de cumplir su exclusión, Lidio ha preferido no hacer valoraciones. “No lo he visto y si él lo tiene claro, será así”, sentenciaba.
Jiménez insiste en que este es el camino del fututo, que si se sigue trabajando con las ganas y la intensidad con lo que lo hacen ahora las victorias llegarán, y se muestra confiado de competir con este equipo ante cualquier rival.
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