Nueva derrota para el CV Cuenca, que esta semana ha caído en el Polideportivo San Fernando ante el CVP Cartagena por 0-3. No han conseguido rascar ningún punto los naranjas, ya que un mal inicio acabó marcando el partido. Un buen segundo set que no supieron cerrar con contundencia les costó el haber cambiado el rumbo del marcador, por lo que el tercer set, con un Cartagena pletórico, acabó por confirmar la clara victoria visitante.
Edu Pérez apunta que el CVP Cartagena llegaba con una tendencia muy positiva, más todavía cuando habían vencido por 3-2 al Arona Tenerife Sur, entonces líder de la clasificación. Los conquenses, por su parte, acudían al encuentro con la motivación de haber ganado ante el ADV Miguelturra, empero eran conscientes de que eran los últimos clasificados.
No llegaría a entrar bien el CV Cuenca al partido, señala Edu Pérez. “Hemos regalado el primer set y nos ha costado muchísimo entrar”, lamenta. Los fallos iniciales provocaron una insalvable brecha, por lo que la primera manga se acabaría cerrando por 16-25.
A partir de entonces, se igualó mucho el partido. Ninguno conseguía despegarse en el segundo periodo, el cual se resolvió con bola de partido después de que se alcanzase el empate a 24. Podrían haber llegado con ventaja los de Edu Pérez, aunque él mismo señala que fueron unos errores al final los que les lastraron. “El problema es que nos falta ese punto de madurez. No hemos tenido muchos fallos, pero los que hemos tenido han sido en momentos decisivos”, reconoce el técnico, encontrando aquí la causa de las últimas derrotas. 28-26 se acabaría cerrando esta igualadísima segunda manga.
En el tercero, de nuevo, la ventaja del Cartagena sería notable. Se adelantarían desde el primer momento los visitantes, y no ofrecerían réplica suficiente los naranjas, que fueron incapaces de ponerse por delante en este último set que acabó 19-25.
La semana que viene podrán resarcirse en el partido ante el Soliss Adeva –de Albacete-, el cual supondrá otro derbi manchego. Los albaceteños marchan penúltimos en la clasificación, por lo que se presuponen como posibles rivales directos en la salvación.
