
Conflictos, ambiciones, deslealtades… la historia de la corona de Castilla ha sido a lo largo de los años un lugar de encuentro tremendamente atractivo para investigadores, profesores, directores de cine y lectores. En aquella corona hubo mucho poder político y con él, demasiados problemas familiares e institucionales. ‘Crisis sucesoria y luchas por el poder en la Corona de Castilla, 1275-1331’ de Martín Molina López (Toledo, 1952) es un viaje apasionante por un período de la historia que coincide con el reinado de Alfonso X El Sabio y sus sucesores.
Seis años de ardua investigación han cristalizado en un libro en el que Molina describe las luchas que se produjeron desde 1275 hasta 1331 para suceder a Alfonso X, un rey poco convencional para la época. “Escojo ese periodo porque me parece un monarca apasionante, un monarca diferente en la época feudal en Castilla. Era un tiempo en el que un rey tenía que tener habilidades guerreras para poder acometer el periodo de reconquista cristiana, pero en el caso de Alfonso X nos encontramos un rey con componentes de innovación, transformación e intelectualidad”.
“El rey se encuentra con una crisis sucesoria, una lucha entre dos derechos que se alarga durante las primeras décadas del siglo XIV”
Alfonso X, un rey planificador y preocupado por el mañana, se encuentra con un imprevisto que altera sus planes para Castilla: su favorito para sucederle en el trono, su hijo Fernando de la Cerda, muere en extrañas circunstancias en julio de 1275 con 19 años. “Sufre unas fiebres extrañas derivadas de las altas temperaturas y no logra recuperarse de ellas. Muere además estando ausente el rey y haciéndose cargo temporalmente de la regencia, estaba administrando muy bien la corona de Castilla, que suponía más del 50 por ciento del territorio de la Península Ibérica”, explica Molina.
Llegados a este punto comienza un problema grave para el monarca, una crisis sucesoria que se alarga durante las primeras décadas del siglo XIV. El libro de Molina plantea una lucha entre dos derechos en la sucesión, uno de ellos basado en el derecho tradicional castellano, que da prevalencia a la línea colateral, representada por don Sancho, hermano del primogénito fallecido, y el derecho romano privado, que da prioridad a la línea descendiente, representada por el hijo menor de don Fernando, el pequeño Alfonso de la Cerda. “El primogénito de Fernando de la Cerda renuncia a los derechos de sucesión a la corona y va a prestar vasallaje al que era su sobrino Alfonso X y que era descendiente de Sancho IV”, detalla Molina.
MARÍA DE MOLINA
Una mujer apasionante, doña María de Molina, es la protagonista de la segunda parte del libro de Martín Molina López. Sus capacidades políticas la convirtieron en modelo de regente para las mujeres que más tarde le sucedieron en tales menesteres. “Surge una figura muy importante que es la de María de Molina, al ser ella la responsable de mantener nada menos que la indivisibilidad y la pervivencia de la corona de Castilla”, afirma Molina, quien pone de relieve el papel de quien fuera reina consorte, reina madre, reina abuela, tutora y hábil diplomática.
El escritor Martín Molina López es un gran conocedor de la figura de Alfonso X el Sabio, pero también de la historia de Cuenca, ciudad en la que ha trabajado durante muchos años ligado al sector financiero, ocupando diferentes puestos de responsabilidad. “Cuenca también está presente en el libro. De hecho, en Uclés se produce una reunión entre Sancho IV y Pedro III de Aragón para intentar marcar una estrategia para que Sancho IV, nada más muerto su padre Alfonso X, sea bien recibido en Sevilla”.
‘Crisis sucesoria y luchas por el poder en la Corona de Castilla, 1275-1331’ es un viaje histórico apasionante a través de la historia, un drama con tintes de tragedia en la corte de Castilla tras el fallecimiento inesperado de quien estaba preparado para reinar.