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Música frente al espejo en la Catedral

La Catedral de Cuenca celebró el tercer concierto de la X Edición de Música en la Catedral con un programa para dos órganos a cargo de Jürgen Essl y Marie Zahrádková
Música frente al espejo en la Catedral
Fotografía: Gustavo Villalba
15/08/2020 - José An. Montero

Tras el primer concierto del programa de la X Edición de Música en la Catedral, dedicado a las memoria de las víctimas de la COVID-19 y protagonizado por la gran dama del órgano español, Montserrat Torrent, y por el segundo concierto que tuvo como protagonista a Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena de Madrid, la Catedral de Cuenca ha sido testigo de este tercer concierto a dos órganos, a cargo de Jürgen Essl y Marie Zahrádková, dos intérpretes de prestigio internacional que durante estas últimas semanas han impartido el Curso Internacional de Interpretación e Improvisación.

Si cada concierto de órgano es, por definición, un concierto único e irrepetible, asistir a un concierto de improvisación a dos órganos es una experiencia única. El órgano ibérico es por definición un instrumento solitario e inmóvil, anclado en las alturas de nuestras iglesias y catedrales y llega a formar parte de ellas en un ejercicio único de fusión del instrumento con el espacio que habita.

El programa de este tercer concierto partía de las transcripciones para tecla que realizó un joven J.S. Bach (Alemania, 1685-1750) de los concerti de Antonio Vivaldi (Italia, 1678- 1741). Dos músicos coetáneos que bien pudieron dialogar musicalmente entre sí, como ayer lo hicieron los órganos de la catedral de Cuenca en una fantasía musical que unía lo mejor de las tradiciones musicales católicas y protestantes. Una época convulsa que asistió a la fractura total en dos mundos, escenificada en la Guerra de Sucesión, considerada por muchos historiadores como la primera Guerra Civil española de los tiempos modernos.

Música frente al espejo en la Catedral

Sobre esta fractura cultural, religiosa y política, dos genios se hablan desde las alturas, y sus ecos se convierten en un juego de espejos musicales improvisados entre los órganos gemelos de la Catedral de Cuenca, que bajo la maestría musical de Jürgen Essl y Marie Zahrádková establecen un diálogo musical de dimensiones titánicas. Un juego de espejos y de diálogo continuo entre dos tradiciones musicales que continúa en las pantallas desde las que se acerca lo que acontece en las alturas. Si Marie Zahrádková interpreta el órgano de la nave del Evangelio y Jürgen Essl le replica desde la nave de la Epístola, en las pantallas aparecen invertidos a su ubicación real, lo cual crea una estimulante ilusión en el cerebro que trata de asociar lo que ve a lo que oye.

Pues si hay algo que caracteriza esta edición X Edición de Música en la Catedral, es el objetivo de inmersión total en el concierto, cuidando cada uno de los detalles y buscando la excelencia, desde el citado elenco de intérpretes y la cuidada selección de los programas, a las pantallas que van dando cuenta de todos los detalles interpretativos, pasando por los siempre jugosos programas de mano o las novedades de un podcast previo con entrevistas a los intérpretes e información de muchos de los detalles del programa y un activo canal de Youtube donde encontrar entrevistas o las grabaciones de los conciertos. Aspectos que son un valor añadido a la calidad de los órganos de la Catedral conquense y a la belleza del templo aumentada con la reciente mejora en iluminación y al cuidado en cada uno de los detalles.

El momento concreto que estamos viviendo hace necesario asistir a los conciertos con mascarilla y a guardar la distancia de seguridad, lo que resta algo de esa sensación de calidez y de comunidad que siempre los ha caracterizado, algo que todos debemos asumir hasta que la situación se normalice.

Este ciclo de música ha conseguido generar afición al órgano en la ciudad, registrando siempre una magnífica asistencia de público local y foráneo con unos asistententes cada vez más variados en edad. En esta ocasión fue un verdadero placer poder ver a los conquenses más veteranos disfrutando de una actividad cultural a la que pudieron asistir con todas las medidas sanitarias necesarias dada la situación. El buen trabajo constante siempre acaba calando profundamente y en unos tiempos en los que la ciudad va a necesitar que todo sume, la Catedral parece dispuesta a participar como motor cultural y económico.

El programa de la X Edición de Música en la Catedral continuará este sábado 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen, con el concierto 4 a cargo de los Participantes en el Curso Internacional de Interpretación e Improvisación que se ha desarrollado desde el día 12 de agosto y que ha llevado por título: 'El arte de la improvisación: cómo transformar la propia fantasía en una forma musical. El discurso musical en la melodía, el ritmo, la armonía, la forma y el sonido'.

Música frente al espejo en la Catedral