La vida después de un implante de electro estimulación medular

José Fernández ha trabajado durante toda su vida en sectores como la construcción, la ganadería y la agricultura. Hubo un momento en que empezó a tener dolor de espalda, que cada vez se iba haciendo más y más fuerte, e incluso le llegó a impedir levantarse de la cama porque se quedó totalmente rígido. Hace diez años se operó en Albacete por primera vez dado que los discos de la columna los tenía bastante desgastados, y al tiempo tuvo que someterse a dos intervenciones más. Con ninguna obtuvo resultados, y el dolor que sufría era inaguantable, algo que ni la morfina le podía calmar.
En la Unidad del Dolor del hospital Virgen de la Luz le informaron de que existía una nueva técnica en la cartera de servicios, la electro-estimulación medular, que consiste en la colocación de un implante en la columna vertebral y, a través de unos impulsos eléctricos, el dolor que siente remite de forma considerable y esto le permite hacer ahora una vida más o menos normal comparado a antes de empezar con dolores.
Aceptó someterse a la intervención, convirtiéndose en el primer paciente conquense al que se le ha colocado este implante de electro estimulación medular. La intervención quirúrgica apenas duró dos horas, y tras pasar esa noche en reposo en el hospital, ahora ha vuelto a vivir. “No podía ni asearme, ni moverme, no salía a la calle, y necesitaba ayuda para todo”, recalca Fernández, quien ve ahora cómo ha ganado la mitad de la calidad de vida que tenía antes de sus problemas. Ahora puede andar, ir a la cafetería, estar más de una hora sentado en un coche para ir de viaje, etcétera.
Tiene instalado el implante debajo de la piel, en la parte inferior de la espalda, y de ahí tiene conectado unos electrodos a la médula. No se pueden ver, y estos transfieren corriente eléctrica. Gracias a esta técnica (que puede ser reversible) se reduce el dolor que sienten los pacientes de forma considerable. A través de un mando, cada uno puede controlar el flujo de energía que reciben, graduarlo, así como mandarlo a la zona donde más dolor tengan como la espalda, la cadera o la pierna.
“Animo a quien tenga dolor crónico por una cirugía fallida de espalda a que se sometan a esta intervención, porque aunque no haya ganado el 100% de la calidad de vida que tenía antes, sí que lo he hecho al 50% por lo menos”, sostiene Fernández.
Esta técnica está recomendada a pacientes con operaciones de espalda fallidas y que tienen un dolor neuropáticoRemedios Alarcón vio cómo sus vértebras poco a poco se iban desgastando, y hace seis años, también fue operada en el hospital de Ciudad Real. Quedó peor que antes de la operación, los dolores que sufrían le limitaban muchísimo el día a día. Al igual que a Fernández, en la Unidad del Dolor del hospital Virgen de la Luz también la animaron a someterse a esta intervención quirúrgica. “Me dijeron que me iban a quitar el dolor y ni me lo pensé”, recuerda la paciente, quien después de una pequeña intervención en quirófano en junio de 2022, ahora ha vuelto a vivir.
“Mi dolor llegó a un punto que ni las radiofrecuencias me hacían efecto para sentir alivio, necesitaba andador para ir por la calle, y no podía ni siquiera sentarme en el coche”, revive Alarcón, quien ahora ve cómo su vida ha ganado muchísima calidad. Y es que, antes de la intervención, raro era el día en que conseguía dormir más de 10 minutos seguidos, y ahora perfectamente puede dormir 3 horas seguidas del tirón.
Además, desde que se puso el implante de electro estimulación medular, no nota nada raro, sólo que el dolor se calma, y al no sentir dolor, “toda tu vida mejora”. Sigue utilizando el andador en la calle porque tiene muy mal el equilibrio, pero sí que este elemento médico le ha dado más libertad. “Ahora puedo ir de Cuenca a Madrid en coche sin necesidad de hacer paradas, algo que es un milagro”, recalca.
Debajo de la piel se implanta un aparato que aplica corriente eléctrica en la zona epidural para que el dolor no se transfiera al sistema nerviosoDIEZ INTERVENCIONES DESDE 2020
La técnica quirúrgica de electro estimulación medular se puso en marcha en el hospital Virgen de la luz de Cuenca en diciembre de 2020, y desde entonces ya se ha implantado a diez pacientes. Lo pone de manifiesto Juan Carlos García Collada, responsable de la Unidad del Dolor del centro hospitalario conquense. Esta es una técnica invasiva que se lleva a cabo cuando las anteriores no han funcionado, y consiste en aplicar una corriente eléctrica en el espacio epidural con el pequeño generador con el que se impide que el dolor se transfiera al sistema nervioso central. El implante se coloca con anestesia local y sedación, se colocan los electrodos, y continuamente está mandando impulsos que, con un mando, el paciente puede ir controlando.
La indicación más extendida son pacientes operados varias veces de columna y vuelven a tener un dolor neuropático, quienes acuden a la unidad del dolor para recibir este implante que es “muy efectivo” para reducir la sensación de dolor.
REMEDIOS ALARCÓN. PACIENTE
