UGT acuerda con dos academias ofrecer formación a opositores

El sindicato UGT ha fusionado en tres las nueve federaciones que, incluida la de jubilados, mantenía en marcha en la provincia de Cuenca. Organizar mejor su trabajo, rentabilizando recursos humanos y económicos, y prestar una atención más personalizada y profesional a sus afiliados, que suman cerca de 4.000 en Cuenca, son algunos de los objetivos que se persiguen con una estrategia que pasa a aglutinar a los trabajadores en las federaciones de Industria, Construcción y Agroalimentaria; Servicios para la Movilidad y el Consumo; y Empleados y Empleadas de los Servicios Públicos.
Esta última, que engloba a las antiguas federaciones de enseñanza y de servicios públicos, es la que agrupa a un mayor número de afiliados, algo más de 1.500, al englobar a profesionales de áreas como la justicia, la sanidad, la educación, Correos y las distintas administraciones públicas.
Está conformada por una docena de secretarías, entre ellas la general, que ocupa Rubén Paz, o la de Comunicación e Imagen, que ha recaído en manos de Miguel Blanco, el que fuera secretario general del sindicato entre 1996 y 2009. “Queremos luchar por los derechos de la gente activa pero, también, y esta es una asignatura que teníamos pendiente, atender a quienes no trabajan pero quieren acceder a plazas de servicios públicos”, incide Blanco.
Con este segundo fin, uno de los proyectos que se marca esta nueva Federación es el ofrecer formación tanto a los interinos que quieren consolidar su empleo como a quienes quieren acceder a un empleo público. Para ello, el sindicato ha llegado a un acuerdo con dos academias privadas, Celeo y Foro, para ofrecer unas clases de preparación para las oposiciones a un precio más económico del habitual, con descuentos especiales además para sus afiliados, de un 30 por ciento para quienes lleven más de un año en UGT y de un 10 por ciento para quienes lleven menos de un año.
Dichas clases, apunta Blanco, se impartirán en las citadas academias y ofrecerán tanto los temarios homologados como clases presenciales, con la ventaja además de que quien no pueda acudir a estas últimas tendrá la posibilidad de seguirlas vía internet durante los siguientes diez días a su celebración. Se incluyen también simulacros de examen.
Se trata de una experiencia piloto que nace con la preparación de las oposiciones del Sescam en cuatro categorías (enfermería, auxiliar de enfermería, auxiliar administrativo y celador) y las de la Junta en dos (auxiliar técnico educativo y auxiliar administrativo).
Con esta propuesta, el sindicato UGT confía en renovarse en un momento complicado para estas organizaciones, que sufrieron especialmente la caída de afiliación durante los años más duros de la crisis, entre 2009 y 2014. “Fueron unos años en los que la gente venía porque tenía un ERE en la empresa o un problema y le salía mejor acudir a los servicios jurídicos de un sindicato que a un abogado particular, y ahora se trata de intentar atraerles porque valoren el esfuerzo y los servicios que prestamos”.
Este sindicalista advierte, eso sí, de que dada la actual situación, con un déficit público que las distintas administraciones tratan de ir reduciendo, salvo en sectores como la educación o la sanidad la tasa de reposición de los empleados públicos se mantiene en el 25 por ciento, “y eso cuando se llega a ese 25 por ciento”, lo que complica que salgan plazas. Y ello muy a pesar de que “la carga de trabajo incluso ha aumentado”, aunque también es cierto que “los medios son mejores que hace años”, más informatizados.
Empleo público frente a la escasez de industria
Pese a ello, Blanco insiste en la importancia que el empleo público sigue teniendo en Cuenca, en especial en su capital, que “no está en coma de milagro” y donde “la empresa más grande que tenemos es el Hospital”. Porque, lamentablemente, “en Cuenca nunca nos hemos ahumado por el humo de las fábricas”.
Al menos, este veterano sindicalista confía en que pueda dar resultados la apuesta del Gobierno regional por atraer turismo a través de exposiciones como la de Ai Wei Wei que acoge hasta principios de noviembre la Catedral. “El problema es que todos deberían tirar de la misma cuerda, y ofrecer paquetes turísticos que hagan que la gente se anime a estar varios días en Cuenca, que no se limiten a venir de Madrid e irse en el día”.