Trampas inteligentes para eliminar ratas sin veneno
La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuenca mantiene activo durante todo el año un plan integral de control de plagas que combina tratamientos tradicionales con la incorporación de sistemas inteligentes de monitorización. Así lo explica el concejal del ramo, Alberto Castellano, quien destaca que “no se trata de una actuación puntual ni de una respuesta a peticiones políticas, sino de un programa anual planificado y certificado por los técnicos municipales”.
El edil responde así a las críticas del Partido Popular, que ha acusado al Consistorio de no actuar frente a la presencia de roedores en algunos barrios. Castellano subraya que “resulta desagradable que se ponga en duda el trabajo de nuestros técnicos, que actúan de forma ejemplar y con el respaldo de una empresa especializada que certifica cada intervención”.
TECNOLOGÍA
Y es que, una de las principales novedades del plan es la introducción del sistema SmartCity para este asunto, enmarcado en el programa municipal de innovación y control ambiental. Se trata de una tecnología que utiliza sensores de movimiento y temperatura para detectar la presencia de roedores y activar un mecanismo mecánico que los elimina sin necesidad de venenos ni manipulación posterior.
“Este sistema supone un avance tecnológico en la gestión de plagas urbanas”, destaca Castellano, quien señala que “reduce el uso de rodenticidas químicos y minimiza el impacto ambiental”. Además, el sistema monitoriza en tiempo real la actividad en el alcantarillado y permite actuar con rapidez ante cualquier incremento de la población de roedores.
El funcionamiento es continuo, las 24 horas del día y los siete días de la semana, y ofrece datos constantes sobre la densidad y comportamiento de los roedores. “Esto nos permite planificar de manera más eficiente las intervenciones y reforzar la vigilancia ecológica”, asegura el concejal.
Actualmente, el sistema está operativo en diez puntos de la ciudad, que se van rotando según la actividad detectada. “Cuando comprobamos que en una zona ya no hay movimiento, trasladamos los dispositivos a otra”, explica. En los dos últimos meses, se han registrado diez activaciones, un dato que, según el responsable municipal, “demuestra que la actividad no es alta y que las medidas están funcionando”.
BAJA ACTIVIDAD
Una actividad baja que el concejal achaca al continuo plan de control y eliminación de plagas en la ciudad, que se lleva a cabo de forma anual con la contratación de una empresa externa pero bajo el seguimiento de los técnicos municipales.
Este se desarrolla de manera continua en distintos sectores de la ciudad, actuando de forma concreta las últimas semanas en lugares como Los Moralejos, San Miguel, Las Quinientas, el Casco Antiguo, el Parque de los Príncipes o la calle Colón. “Cuando alguna asociación vecinal o un ciudadano nos avisa de la presencia de roedores fuera del calendario previsto, intervenimos de inmediato”, aclara Castellano.
Entre las medidas que se aplican, el concejal detalla la inspección y diagnóstico de los focos, la colocación de cebos rodenticidas en la red de saneamiento, el seguimiento técnico del consumo y la emisión de certificados sectoriales. “En la mayoría de los casos, la actividad detectada es baja o nula”, añade.
Castellano insiste en que todas las actuaciones cuentan con documentación gráfica y certificados emitidos por la empresa adjudicataria. “Todo está registrado y garantizado. Decir que no se hace nada es faltar al respeto al trabajo de nuestros técnicos y a la empresa que realiza estas tareas”, enfatiza.
Además, el edil anima a la ciudadanía a comprobar la actividad del plan. “En muchas alcantarillas de la ciudad se puede ver un punto verde pintado; eso significa que en esa zona se ha realizado el tratamiento correspondiente”, explica.
Finalmente, el concejal subraya el compromiso del equipo de Gobierno con la sostenibilidad y la higiene urbana. “Nuestro objetivo es reducir el impacto ambiental, mantener una ciudad saludable y demostrar que Cuenca avanza también en gestión inteligente del medio ambiente”, concluye.