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Los secretos de San Nicolás

En el templo, que ha sido reabierto al público después de nueve años cerrado, se ha descubierto el frente de un sarcófago encastrado en la pared
31/03/2019 - Dolo Cambronero

Cuando se comienza a actuar en un edificio histórico, nunca se sabe qué va a aparecer. Los secretos que escondía la iglesia de San Nicolás de Bari han salido a la luz por algo tan mundano como un problema de humedades. Paco, el anterior párroco del templo, intentó solucionarlo a través de unos trabajos de albañilería.

Sin embargo, cuando se comenzó a picar las paredes se descubrió que había un arco incrustado. Y hubo que parar. Después de una petición por parte del Obispado al Consorcio de la Ciudad de Cuenca para rehabilitar este espacio, se comenzó en la reforma del templo.

Entre los hallazgos, se ha descubierto que debajo hay toda una necrópolis y se han hallado una inscripción gótica y una cripta. Nueve años después de haber sido cerrado al culto, el espacio ha abierto esta semana al público.

“Cada iglesia de Cuenca es un pedazo de la historia de la ciudad”, apunta Michel Muñoz, quien ha dirigido los trabajos arqueológicos junto a Santiago David Domínguez-Solera, ambos de Ares Arqueología y Restauración.

En 2010 se hizo un estudio previo y varios sondeos arqueológicos y se vio que toda la iglesia era una necrópolis. “Excavar sepulturas humanas con garantías es bastante costoso”, apunta. Por ello, desde el Consorcio se decidió elevar el suelo y crear una cámara debajo para ventilar el subsuelo y la base de los muros y evitar las humedades.

Muñoz recuerda que los templos cumplían funciones religiosas y también sociales, ya que los ciudadanos se reunían en ellos para desarrollar actividades y la toma de decisiones comunitarias. Esta iglesia vivía de las misas de difuntos y del alquiler de las sepulturas.

El análisis del campanario, que comparte muro con la casa de al lado, ha permitido datarlo entre finales del siglo XII y principios XIII, aunque la iglesia sufrió varias reformas en el Renacimiento.

También se ha descubierto una cripta repleta de huesos humanos, que datan en el siglo XVI. Aunque uno de los descubrimientos estrellas ha sido un nicho en la pared. Enfrente, en el suelo, tenía que haber un sarcófago. El frente de este se colocó después en el muro y se está leyendo la inscripción gótica que aparece, que se cree que es de un canónigo del siglo XV. El texto está grabado en la piedra y relleno de una cera hecha con resina de pino.

“Es difícil restaurar la obra in situ”, apunta. Por ello, se ha retirado del muro el frente del sarcófago, que estaba en tres piezas, y se ha guardado. Ahora habrá que hacer una nueva actuación para su restauración. De momento, se ha puesto en su lugar una fotografía que imita la inscripción.

Los secretos de San Nicolás

El proyecto

Por otro lado, el gerente del Consorcio, Daniel León, concreta que los trabajos han contado con un presupuesto de 86.796,36 euros. La obra, que comenzó en julio, ha sido dirigida por el arquitecto Enrique Martínez y ha contado con el arquitecto técnico Francisco Javier Torralba y la supervisión del técnico del Consorcio Ricardo Alonso. El control arqueológico lo han llevado a cabo Muñoz y Domínguez-Solera.

El solado se ha sustituido por baldosas de mármol y se ha instalado un cortavientos como acceso a la iglesia. Asimismo, se ha reestructurado la entrada instalando una rampa para que sea accesible y renovado la instalación eléctrica y de iluminación, así como el sistema de detección contra incendios y de emergencia. También se ha renovado las carpinterías.

Los fieles han dado una cálida acogida al templo. “Necesitaba la reforma. Tenía muchas humedades”, señalaba una de las devotas este lunes, cuando se abrió la iglesia al público con una misa. A partir de ahora ya no tendrán que seguir yendo a la parroquia de San Pedro, donde ha estado la imagen de San Nicolás durante todo este tiempo.