El papel del voluntariado ante los retos de la sociedad actual

Dar respuesta a los retos de la sociedad actual desde el voluntariado. Este es el objetivo que persigue Cruz Roja Cuenca con programas que afrontan los retos de la despoblación, el cambio climático y la soledad no deseada, acciones que no podrían llevarse a cabo sin la colaboración de las 2.900 personas voluntarias que recorren la provincia de Cuenca a diario. Ejemplo de esa labor desinteresada son Tomás Ruano, Gerardo Rubio y Elsa Escobar, que están dentro de la entidad desde hace 28, 15 y 5 años respectivamente.
Tomás Ruano es voluntario dentro del programa de España despoblada y trabaja con personas en riesgo de exclusión social. Su labor consiste en detectar las necesidades que tienen, principalmente, los pueblos de menos de 100 habitantes. Normalmente, entre las peticiones que les llegan están talleres de primeros auxilios o competencias digitales porque “normalmente son localidades que no tienen médico cerca y quieren saber cómo actuar en caso de que haya alguna urgencia y la población suele estar envejecida y quieren aprender a usar las nuevas tecnologías para hacer algunos trámites online”, señala Ruano
Eso sí, más allá de facilitarles esas actividades, desde Cruz Roja tratan de fortalecer sus capacidades para conseguir que sean autónomos. “Queremos que sean ellos los que programen actividades en las que pueda participar todo el mundo. En pueblos tan pequeños es necesario crear ese espíritu de vida en comunidad para que sea ayuden unos a otros”, cuenta.
En definitiva, tratan de hacerles ver que ellos mismos pueden hacer algo por su pueblo y, por ejemplo, Barchín del Hoyo es uno de los municipios en los que ya han sido capaces de organizar actividades de forma autónoma. Y es que, simplemente reunirse para hacer un bizcocho o jugar al parchís sirve para que el municipio se mantenga unido y todos los vecinos se preocupen unos de otros”, sentencia.
Por su parte, Gerardo Rubio esta dentro del departamento de voluntariado de medio ambiente y da charlas sobre eficiencia energética abiertas a todo el mundo, pero que especialmente están dirigidas a personas en situación precaria. “Les damos la información necesaria para que entiendan su factura de la luz o para que sepan quién puede solicitar el bono social”, explica. Y es que, con pequeños detalles como cambiar las bombillas, no dejar la televisión en stand by o poner unos filtros en las puertas o ventanas para evitar que el frío o el calor se cuele en la vivienda esas familias pueden llegar a reducir el importe de sus facturas y ahorrar dinero. “Son pequeñas acciones que pueden ayudarles mucho y, sobretodo, la gente mayor nos agradece los consejos porque nadie nunca les ha hablado de esto”, dice.
Otra de las acciones que llevan a cabo son las recogidas de basura en el medio natural porque es ahí, donde el Estado normalmente no llega, donde actúa Cruz Roja. Concienciar sobre la importancia de dejar atrás el uso de plástico en nuestro día a día es otra de las cuestiones que atajan los voluntarios. “Tratamos de concienciar a la gente”, comenta.
Elsa Escobar está centrada en las actividades con mayores. Entre sus quehaceres como voluntaria están gestionar talleres de memoria, manualidades, acompañamientos a domicilios o hacer llamadas telefónicas diarias para comprobar el estado de los mayores de la provincia. “En Cuenca la población está muy envejecida y hay mucho trabajo”, asegura.
Tomás Ruano, Gerardo Rubio y Elsa Escobar entienden el voluntario como parte de su vida y tienen claro que seguirán colaborando con la entidad porque “ayudar a los demás produce una satisfacción personal que no se puede comparar con nada, además la gente de Cuenca es muy agradecida”, coinciden.