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Inmaculada Sequí: "La gente no quiere volver a ser engañada"

22/05/2015 - G. D.

Con 18 años recién cumplidos, Inmaculada Sequí (Cuenca, 1996) no solo es la candidata más joven que opta a la Alcaldía del Ayuntamiento de Cuenca, sino la candidata más joven de toda España, algo por lo que en su día fue noticia en los medios nacionales y que ha favorecido que en la calle la gente la conozca pese a la poca cabida que tanto ella como su partido, Vox, tienen en los medios de comunicación, sobre todo en los públicos.


“Mucha gente me para por la calle y me pregunta cómo vamos y por qué no ven a Vox en la tele. Yo les respondo que es orden de Génova 13. Los propios periodistas dicen que Soraya Sáenz de Santamaría levanta el teléfono para decir que no salgamos”, cuenta.

En sus contactos con la gente, dice que esta le pide “limpieza e higiene” y le asegura que “tanto la mirada del presidente del partido, Santiago Abascal, como la mía es de personas nobles, y que por eso van a depositar su voto en Vox. Han escarmentado y no quieren volver a ser engañados”.


Su aspiración de ser alcaldesa pese a su recién inaugurada mayoría de edad ha sido motivo de críticas en el partido a cuyo Club Juvenil perteneció, el PP. “Mariscal dijo que terminara el Bachillerato, y los de su partido dijeron que era un consejo de padre. Pero yo tengo padre y este me aconseja desde luego mucho mejor. Los consejos malintencionados no los acepto”, señala, convencida de que hay una campaña para desprestigiar tanto a Ciudadanos como a Vox. “Primero llegamos nosotros, que representamos lo que ellos no quisieron ser, y después Ciudadanos, que se ha convertido en la marca blanca del PP y les está quitando votos, aunque tan pronto sean liberales como socialdemócratas. El problema de Ciudadanos no es el mío, pero la campaña es sucia. Con nosotros además saben que pescamos votos del mismo caladero”.


Por eso insiste en criticar al candidato del PP. “Se está limitando a alabar al Gobierno de Cospedal sin centrarse en Cuenca. Cree tan poco en su programa que no es capaz de mirar a los ojos del votante en sus propios carteles, como hacemos el resto de candidatos, que tenemos muy claras nuestras ideas”.


Asegura, en este sentido, conocer poco pero tener una “relación de respeto” con el actual alcalde, Juan Ávila. Y de Antonio Ortiz y de María Jesús Amores dice que son personas “íntegras, nobles, que intentan hacer algo desde una ideología que tengo que respetar. Parecen buenas personas”.


Sí que recela tanto de IU como del Partido Castellano. “Considero que todas las personas son respetables pero no puedo respetar una ideología filocomunista: jamás pactaremos con personas que representen ese ideal”.


Pese a ello, reconoce que habrá asuntos en los que puedan coincidir, como el pacto antidesahucios propuesto por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) al que Vox se ha sumado. “Por supuesto que hay cosas en las que coincidimos plenamente. El de los desahucios es un problema que además nosotros hemos vivido en primera persona, porque nuestro presidente nacional ha sido desahuciado y muchos miembros de nuestra formación están pasando por problemas económicos. Que el PP no haya firmado ese documento y luego haga alarde de que defiende la familia, me parece de una hipocresía absoluta, una burla”.


Gestión del agua pública

Al contrario que el PP, Vox no abre además la puerta a una privatización del agua. “Lo hemos estudiado y llegado a la conclusión de que supondría un beneficio para bolsillos ajenos. Porque Cuenca no tiene el problema de otras ciudades que carecen de agua, sino que aquí la hay”. Propone, eso sí, que la empresa pública, con sus beneficios, se haga cargo, por ejemplo, de la gestión del camping de Cuenca.


Preguntada por sus propuestas para los jóvenes, lo que más le preocupa es “que tengamos que salir de Cuenca para seguir con nuestra formación”. Y apuesta por darles facilidades en materia deportiva, mejorando las “degradadas” instalaciones deportivas y propiciando que estas sean gratuitas o tengan un precio simbólico. También por fomentar la formación taurina.

Preguntada por el botellón, cree que es un problema que se arreglaría habilitando un espacio a los jóvenes. Pero no es partidaria de la prohibición. “Como liberal que soy, considero que cada uno haga con su cuerpo lo que quiera, pero habría que elaborar un reglamento que marque algunos límites”, concluye.