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Inflación Cuenca

La inflación del último año pasa factura al sector de autoescuelas

La escalada de precios les está obligando a revisar al alza sus tarifas ante el incremento desmedido de los costes, que está poniendo en peligro la rentabililidad de sus negocios
La subida de los carburantes es, todo un handicap para las autoescuelas. Foto: Lola Pineda
29/08/2022 - Miguel A. Ramón

La escalada de precios generalizada, que se viene experimentando en el último año no solo en nuestro país sino a nivel global, está poniendo en jaque la rentabilidad y la supervivencia de muchas empresas de todos los sectores productivos, aunque especialmente de aquellos con mayor dependencia de los carburantes y la energía, que están siendo, al fin y al cabo, los productos que más están viendo incrementar sus precios, en especial a partir de la invasión rusa en Ucrania.

Sectores tales como el de las autoescuelas, que vienen sufriendo en el último año un aumento desmesurado de sus costes corrientes, provocado en gran parte por la evolución al alza de los precios de los combustibles, que han llegado a superar la barrera de los dos euros. 

Con este escenario tan adverso no es de extrañar que las autoescuelas conquenses vean con bastante preocupación el futuro más inmediato de sus negocios. Y es que la inflación en Cuenca viene creciendo a un ritmo vertiginoso, bastante por encima de la media nacional. En concreto, despedía el ejercicio 2021 con una inflación anual del +7,4 por ciento; porcentaje que, con el repunte de precios tras la guerra de Ucrania, ha llegado en el mes de julio al +13,3%, dos puntos y medio por encima de la media del país.

 

REVISIÓN DE TARIFAS

De ahí que, tal y como aseguran a Las Noticias de Cuenca, se hayan visto en la obligación de adoptar medidas concretas encaminadas a paliar la progresiva pérdida de beneficios. Medidas que están pasando principalmente por una revisión al alza de sus tarifas, que, incluso no llegan a cubrir en su totalidad el aumento de costes, asumiendo, por lo tanto, parte de esa subida con el claro objetivo de que no repercuta en los alumnos y, a su vez, no perder competitividad.

En esta línea se manifiesta Débora González, directora de la Autoescuela San Mateo, de la capital conquense, quien explica que “a principios de año revisamos nuestras tarifas y subimos ligeramente los precios de las clases, pero, eso sí, sin repercutir en su totalidad el incremento de costes que hemos experimentado en el último año y, en consecuencia, ajustando más aún el margen de beneficios”. 

Y es que tiene claro que es importante seguir siendo competitivos, de ahí que, a pesar del repunte de los precios de los combustibles con la invasión rusa en Ucrania que les ha llevado a tener que pagar hasta 80 euros por llenar el depósito cuando hace unos meses eran 56, han optado por mantener las tarifas sin más subidas.

Hablan las autoescuelas conquenses.

Situación muy similar a la de la Autoescuela Milla, también de la capital, donde su director, Luis Miguel Montero, detalla que también se vieron obligados a subir sus tarifas en el mes de enero ante el desorbitado aumento de los precios de los combustibles, que, tal y como subraya, “nos ha llevado a pagar hasta cerca de 90 euros por llenar el depósito del coche en vez de cerca de 60, como hace unos meses, o, en el caso del camión, a tener que hacer frente a un pago de 600 euros en vez de 400”.

Pero, para Montero, los carburantes no han sido los únicos responsables del incremento de los costes y pone el foco tanto en la subida de la luz como en la de los seguros de los vehículos. Un detalle este último importante si se tiene en cuenta, según recalca, que, por ejemplo, “la póliza de nuestro autobús se eleva a los 500 euros y a éste hay que sumar un tráiler, un camión rígido, motos de todo tipo y dos turismos”.

Sus cálculos iniciales apuntan a que los costes se han incrementado en el último año en torno al 30 por ciento y, sin embargo, la subida aplicada ni mucho menos se acerca a ese porcentaje.

En la Autoescuela Clave, por su parte, las cosas no han sido muy diferentes. Su director, Sergio Pavón, detalla que ellos también aplicaron una subida a principios de año, aunque, en su caso, tenía como fin equiparar sus tarifas al mercado, ya que hasta ese momento habían mantenido unos precios muy baratos, a modo de promoción.

De ahí que con el fuerte repunte de la inflación tras el conflicto armado de Ucrania se vieron obligados a revisar de nuevo sus tarifas, porque los costos habían subido tanto que la rentabilidad peligraba. Y es que, tal y como subraya, “subimos los precios para poder afrontar el incremento de costes, no para ganar más”.

 

MENOS MATRICULACIONES

Pero las consecuencias de la elevada inflación no se quedan solamente ahí, ya que también se está traduciendo en una ligera caída de las matriculaciones de alumnos en los meses de verano. Los responsables de estas tres autoescuelas coinciden en afirmar que han constatado un descenso en el número de alumnos matriculados desde junio hasta ahora, y eso, tal y como recalcan, que “tradicionalmente ha sido la época más fuerte y con más actividad del año”.

Alumnos en las instalaciones de la Autoescuela Milla de Cuenca. Foto: Lola Pineda

Para Pavón, “con una inflación tan alta parece que la gente se piensa dos veces eso de intentar sacarse el carnet de conducir y si dan el paso son muchos los que intentan economizar al máximo el importe final, reduciendo, por ejemplo, clases prácticas, aunque esto finalmente les resulte contraproducente, porque no alcanza una formación adecuada y tiene que renovar papeles”.

A esto se suma, en opinión de Montero, “el auge de los patinetes y el hecho de que muchos jóvenes se vayan a estudiar a grandes ciudades, donde se conforman con el transporte público”. De hecho, gran parte de las personas que se están sacando el carnet en Cuenca vienen de otras provincias y, en especial, de grandes ciudades, con la creencia de que sea más fácil conseguirlo al haber menos tráfico en sus calles, según puntualiza.

 

AYUDAS

Así las cosas, desde las autoescuelas conquenses consultadas por esta redacción coinciden en reivindicar a la Administración ayudas para que el sector pueda afrontar esta coyuntura tan adversa. Creen que están siendo desfavorecidos con respecto a otros sectores con problemas similares.

De ahí que  insistan en la necesidad de que se articulen ayudas para el sector, en la línea de las puestas en marcha para los transportistas, porque “al fin y al cabo, tienen una alta dependencia de los carburantes”.

Alumnos preparándose para obtener el carnet de conducir en la Autoescuela Clave. Foto: Lola Pineda