Cultura busca fórmulas para reabrir ‘sine die’ el alfar

La concejalía de Cultural del Ayuntamiento de Cuenca está buscando fórmulas para reabrir de forma indefinida el taller y casa museo del alfar de Pedro Mercedes, en el barrio de San Antón, que tuvo que cerrar sus puertas en noviembre de 2023 tras agotarse la subvención europea que permitía al colectivo Lamosa tener abierto el espacio.
Así lo confirma la responsable del ramo, Marian Martínez, quien destaca que el alfar se ha convertido, tras la rehabilitación acometida por el Consorcio, en un centro artístico y cultural símbolo del legado del reconocido ceramista conquense. Pero tras concluir la subvención europea, sus puertas ya no se han vuelto a abrir, aunque sí que ha habido intención política. Pero como detalla Martínez, el principal hándicap que se han encontrado ha sido la burocracia municipal.
“Falta de voluntad política no tenemos”, asegura la edil, que recuerda que para abrir el taller y casa museo es necesario recursos económicos externos ya que desde Cultura “no contamos con un presupuesto propio para gestionar ni este centro ni ningún otro”. Por eso, tanto en 2024 como este 2025 han acudido a las ayudas del Consorcio de la Ciudad de Cuenca en concurrencia competitiva para poner en marcha diferentes actividades culturales.
La concejal, durante el último pleno municipal, relató de forma detallada los pasos dados para conseguir financiación. En agosto de 2024 se solicitó al Consorcio una ayuda para el proyecto, que les fue otorgada, pero por plazos ya no podían ejecutarla. Pidieron otra subvención para el año 2025 por valor de 82.000 euros, que también fue concedida. En concreto fue el 25 de octubre, y ese mismo día se iniciaron los trámites para activar el expediente contable y preparar la licitación del servicio.
Sin embargo, más de nueve meses después, el procedimiento sigue atascado. En marzo de 2025 se creó el documento contable necesario para la aprobación de los documentos oportunos para la contratación del servicio, y en abril se despacha al área de Contratación para que se continúe con el expediente de contratación. “También se solicita a Asesoría Jurídica el informe de necesidad, pero a fecha 28 de julio, cuando fue el pleno, seguía sin llegar ese informe, por lo que no se puede licitar la gestión”, lamenta Martínez.
Esta demora ha hecho que desde la concejalía se estén valorando vías alternativas. “Nos recomiendan acudir a un procedimiento simplificado, pero seguimos dejándonos asesorar porque queremos, al menos, salvar la temporada que queda este año”.
La lentitud de la burocracia ha llevado al equipo de Cultura a plantearse un cambio de enfoque para el próximo ejercicio. “No es efectivo que nosotros, como Ayuntamiento, seamos los receptores de esta subvención”, reconoció la concejala. “Tendremos que hablar con el Consorcio o buscar otras fórmulas para que ese dinero pueda ser gestionado de otro modo porque los plazos administrativos, tal como están, nos impiden reabrir el alfar”, continúa lamentándose.
En todo caso, la responsable de la Cultura municipal es reabrir el alfar con una fórmula estable que evite que su funcionamiento dependa año tras año de la burocracia o de subvenciones que no llegan a tiempo. “Vamos a intentar salir del circuito administrativo actual para que la reapertura sea estable, continua, y sin nuevas interrupciones”, concluyó.