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Cuenca, la ciudad de las mil tipografías

Raquel García ha diseñado una ruta para descubrir la capital conquense a través de sus caracteres más emblemáticos y planea organizar una exposición en el futuro
Cuenca, la ciudad de las mil tipografías
Fotos: Sara M. de Lerma
21/07/2021 - Paula Montero

La tipografía forma parte del paisaje de una ciudad ya que sus logotipos, rótulos y caracteres son elementos que la identifican. Y es que, esos números y letras evocan sentimientos, recuerdos y valores porque, aunque sea de manera subconsciente, son asociados a experiencias personales. 

¿Se imaginan Las Vegas o Nueva York sin sus rótulos gigantes? ¿Y Cuenca? ¿Qué sería de la Calle Carretería sin el cartel de la Pastelería Ruiz, la Perfumería Pepe o el reloj de Óptica Notario?

Por ello, es absolutamente necesario conservar el patrimonio gráfico, ya que define la cultura autóctona de las ciudades y de los pueblos y este es, sin duda, el objetivo que persigue la diseñadora gráfica conquense Raquel García, más conocida como Rosh.psd en redes sociales. 

Por este motivo, la joven inició una investigación con la que ha estudiado la tipografía de la capital conquense a través de un reto viral conocido como #36daysoftype. Una prueba creada por dos barceloneses, quienes invitan cada año a los artistas visuales internacionales a subir a redes sociales un caracter al día hasta completar las 26 letras del abecedario y los números del cero al nueve. 

Así, Raquel decidió participar y publicar letras y números de rótulos y espacios característicos de la ciudad de Cuenca como reivindicación de que el patrimonio gráfico es una de las muchas partes que conforman la identidad de un núcleo de población. 

El proyecto, lo inició el pasado 5 de abril y culminó el 9 de julio tras publicar un cartel y un catálogo recopilatorio. “Había vuelto a Cuenca después de cinco años estudiando en Madrid y me apetecía mucho embarcarme en esta aventura. Gracias a esto he visto la ciudad con otros ojos”, reconoce. 

"Había vuelto a Cuenca después de cinco años estudiando en Madrid y gracias a esta aventura he visto la ciudad con otros ojos"

Pero, esta idea ya rondaba en la cabeza de Raquel en noviembre de 2020, cuando acudió a un taller formativo organizado por la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico, cuyo objetivo es difundir, catalogar, custodiar y rescatar esos letreros para digitalizarlos y en el mejor de los casos poder restaurarlos y exponerlos si los negocios o empresas cierran. “Se encargan de contactar con los dueños o las administraciones para intentar conservarlos”, expone.

El proceso no ha sido fácil pues “decido participar en #36daysoftype dos días antes de que comience, lo que me obligó a hacer todo el trabajo durante el reto”, asegura. Una misión que incluye desde buscar todas las letras y números por las calles de la ciudad, hasta escogerlos, digitalizarlos y publicarlos en redes sociales. “Fue muy intenso, pero una experiencia inolvidable”, recalca. 

Si bien es cierto, había letras complicadas de hallar, como la X o la W y números como el 5. Finalmente la X fue tomada de los números romanos del reloj de la Torre de Mangana y la W apareció por sorpresa en una reja de una ventana del Casco Antiguo durante uno de sus paseos matutinos en busca de caracteres especiales y llamativos. “Hice un esquema para recorrer todos los barrios con el objetivo de buscar a pie de calle las letras perfectas para el reto”, explica. 

Cuenca, la ciudad de las mil tipografías

Por su parte, la historia detrás del número 5 es, cuanto menos, singular pues está invertido y pertenece al reloj del claustro de la Catedral de Cuenca que data del siglo XVI. Conseguir la foto no fue fácil porque “durante el Estado de Alarma todas los espacios turísticos de la Catedral estaban cerrados, pero al ponerme en contacto con ellos no dudaron en ayudarme y formar parte de este proyecto”, apostila.

Finalmente, tras 36 días de intenso trabajo, Raquel García comprobó la repercusión que su  estudio había tenido en la ciudadanía, no solo de Cuenca, sino de otras partes del territorio nacional. 

Cuenca, la ciudad de las mil tipografías "Estas letras y números realmente forman parte del imaginario colectivo conquense y merecen ser conservados para disfrutarlos en el futuro" Cuenca, la ciudad de las mil tipografías

“Al principio el objetivo era demostrarme a mí misma que era capaz de ser constante pero conforme avanzaron los días comprobé que a la gente le gustaba. Me hacía una ilusión tremenda recibir likes y mensajes”, recuerda. 

Y, aunque al principio comenzó seleccionando letras que desde el punto de vista del diseño gráfico era atractivas visualmente acabó por ofrecer a los conquenses “lo que ellos querían y lo que yo acabé queriendo, que no es otra cosa que hacer un homenaje a esta ciudad”. “Mucha gente, cuando publiqué la R de la Pastelería Ruiz viajó hasta su infancia para recordar el momento en el que elegían su tarta de cumpleaños”, revela. 

Una prueba clara de que estas letras y números “realmente forman parte del imaginario colectivo y merecen ser conservados”. 

Por tanto, al descubrir el interés de la gente por esta iniciativa ha diseñado una ruta con 36 paradas para redescubrir Cuenca de una manera alternativa, aunque, de momento, solo se puede acceder a ella a través de un código QR impreso en los catálogos que Raquel tiene a la venta.  “Esta idea puede convertirse en una nueva oferta turística”, asegura. 

La joven, además tiene como fin último colaborar con instituciones y grupos para organizar, si es posible, actividades que permitan a locales y visitantes mirar a la ciudad con otros ojos para sorprenderse, de nuevo, con los caracteres escondidos en las callejuelas de Cuenca.

Letras y números, de los más famosos a los desconocidos

Pocos se habrán parado a mirar detenidamente las letras y números que están a la vista de todos y que cualquiera es capaz de identificar porque, ¿quién no reconoce la L de La Clementina o la G de La Golondrina? Son letras que están en la memoria de todos. Además, tampoco pasan desapercibidos números como el 2 del reloj de Notario, aunque otros, como el 5 del reloj de la Catedral, son una joya por descubrir.

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