El Ayuntamiento habilitará más huertos sociales en Cañadillas
Los huertos sociales del Ayuntamiento de Cuenca son una iniciativa consolidada en la ciudad que arrancó en el año 2013. Ubicados en una parcela municipal del barrio de Villa Román, su objetivo desde el primer momento fue promover la agricultura urbana sostenible, el ocio activo y la participación ciudadana.
Tal ha sido la aceptación los últimos años de esta iniciativa municipal que el Ayuntamiento ya se encuentra estudiando posibilidades para ampliar los huertos urbanos. De hecho, el concejal de Medio Ambiente, Alberto Castellano, anuncia que “ya estamos mirando la posibilidad de poner en marcha nuevas parcelas de huertos urbanos en el barrio de Las Cañadillas”.
Según detalla, esa nueva zona se ubicaría en una parcela de titularidad municipal entre las calles Chopo, las Sabidas y Quejigo. En la actualidad se encuentra vallada y en desuso, y “aprovechando que están sobre tierras muy fértiles junto al río Júcar, queremos hacer más parcelas y que sean más grandes”, subraya Castellano.
Y es que, en Villa Román hay 36 parcelas actualmente, todas ellas ocupadas. Si bien ahora no hay lista de espera para ocupar una de las parcelas cuando se queden vacías, “sí que hay demanda” cada vez que se abre el proceso para renovar la cesión de las parcelas. Los laterales del espacio, además, se destinan a las asociaciones de la ciudad, para que sus usuarios también puedan disfrutar plantando y consumiendo sus propias hortalizas y vegetales.
“Cada año nos sorprendemos más porque, aunque las parcelas sean pequeñas, la productividad que tienen es alta y, además, variada”, destaca Castellano, quien detalla que algunos de los productos que da la tierra de estos huertos son pepinos, calabacines, tomates, fresas e incluso maíz. Además, dentro del recinto también hay plantados varios árboles frutales como manzanos o cerezos, que ofrecen frutos para todos los usuarios.
Deja claro el responsable de Medio Ambiente que esta es “una iniciativa que gusta”, y de ahí que ya se haya planteado su ampliación con más parcelas y más grandes en el entorno de Las Cañadillas. Para tal acción, ya se ha encargado el proyecto para valorarlo y ver la inversión que se tendría que acometer. “Vamos a apostar por el desarrollo sostenible de la ciudad”, subraya.
Los usuarios han creado una pequeña familia entre ellos, compartiendo semillas, trucos y consejos

En los huertos sociales el Ayuntamiento de Cuenca no solo se pone a disposición del usuario la parcela, sino que también se les ofrece una boca de riego para que puedan regar sus productos y en las instalaciones disponen de un cobertizo repleto de herramientas y útiles de labranza.
Además, para que cada persona pueda sacar el máximo provecho a la tierra, desde el servicio de Medio Ambiente también se lleva a cabo de forma más o menos periódica una serie de charlas y talleres formativos. Lo afirma Noelia Gallego, personal laboral de la concejalía. Ella acumula experiencia en otro proyecto similar de huertas comunitarias, y de ahí que sea la encargada de ofrecer dichos talleres.
Así, el año pasado ya se llevó a cabo una charla sobre las etapas de desarrollo de una planta así como diferenciar en qué punto está para aportar unos nutrientes específicos y así aprovechar al máximo las semillas. “Dependiendo de si la planta está en desarrollo vegetativo, en flor o en fruto necesita de unos nutrientes específicos que mejores su rendimiento y simplemente con observar estas características podemos hacer que la plata se desarrolle muchísimo más sana con menos patógenos”, detalla la técnico de Medio Ambiente. Cuando concluyó esa formación, tuvo lugar otra en la que se explicó qué plantas existentes en Cuenca pueden aportar esos nutrientes específicos.
“Los usuarios agradecen todas las formaciones que les ofrecemos porque, aunque haya gente que tenga mucha experiencia en la plantación de huertos, les puede faltar esa formación más teórica para sacarle a la tierra el máximo provecho”, subraya.
Además, cuando acaba la temporada desde el Ayuntamiento se hace una evaluación de la variedad de productos que se han plantado en cada parcela, el rendimiento que ha dado, etcétera. Francisco Javier Campillo es otro de los técnicos que gestiona los huertos municipales y uno de los encargados en valorar cada año las plantaciones. La puntuación máxima que se puede obtener es un excelente, que dependerá de diversos factores. Esa persona, automáticamente, en la convocatoria que sale cada dos años ya tiene la plaza adjudicada sin que tenga que echar ninguna solicitud.
Paralelamente, será en el 2026 cuando se lance una nueva convocatoria para adjudicar alguna de las parcelas de los huertos sociales a las personas que no hayan obtenido ese excelente. Los requisitos son estar empadronados en Cuenca, y tendrán prioridad las personas jubiladas, las personas con discapacidad, así como familias numerosas.

EN PRIMERA PERSONA
Juan Pablo Pintado, Amado Ayala, Dori García, Francisco Antonio Dorosario son algunos de los 36 propietarios que encontraron en los huertos sociales una vía de entretenimiento tras su jubilación, un modo de mantenerse activos y un entorno de encuentro y aprendizaje. No en vano, fue en el año 2015 cuando la mayoría de ellos fueron adjudicatarios de una pequeña parcela, en la que invierten todo su mimo y dedicación durante todo el año.
“La verdad que después de tanto tiempo nos van dando el excelente, así que no cuidamos mal el huerto”, aseguran orgullosos, quienes han plantado fresas, pimientos, maíz dulce, pepinos, tomates, lechugas, tomillo, berenjenas, etcétera.
Tanta es la dedicación que tienen los usuarios con el huerto que, por ejemplo Juan Pablo, ha elevado una altura su parcela, para así evitar que las raíces de sus plantas se encharquen y no se pudran. “Lo cuidamos todo lo mejor que podemos, y es tal la familia que se crea, que entre nosotros nos vamos intercambiando semillas, consejos y trucos”, detallan.
Después de tantos años de experiencia, aseguran que el secreto para tener un buen huerto es tener paciencia y escuchar a la naturaleza, ver las plantas. “Ellas se comunican con nosotros y mirándolas sabemos si necesitan más o menos agua o ciertos cuidados para ofrecer el mayor número de frutos posible”.