DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Es noticia: Fútbol Charcajada Film Fest Estival Ajo Morado de Las Pedroñeras Circuito de Duatlón Diputación de Cuenca fap Balonmano
Zafrilla se vistió de fiesta
Zafrilla.

Zafrilla se vistió de fiesta

03/09/2022 - Miguel Romero

Año tras año, el pueblo más alto de la provincia, como núcleo urbano, Zafrilla, volvió a reencontrar a todos, amigos y visitantes, propios y extraños, en su encuentro anual al final del mes de agosto, al final de esas vacaciones soñadas, a cientos de conquenses, de cualquier parte de la provincia, a muchos turolenses, de esos pueblos que le circundan y a otros tantos de tierras valencianas, para compartir ese Encierro Campestre más original y único de nuestra Tierra, ancestral por origen y bello por su entorno, porque en cada una de las piedras de su caserío rezuma generosidad y hospitalidad de sus buenas gentes, pocas, porque ya no quedan muchas de aquellas familias que tanto dieron a la Cuenca del siglo XX.

Zafrilla tiene nombre moruno, tiene agua a raudales, tiene corazones sinceros, tiene paisaje maravilloso, tiene mujeres reconocidas como Sara Olmo, la mejor jugadora de baloncesto que diese Cuenca; o su sobrina Alba Vicente Olmo, Premio a la Joven Talento de Cuenca 2022, y lo tiene porque sus mujeres de antaño fueron el ejemplo de luchadores y defensores de ese compromiso rural que hace grandes a los lugares. Pero sigue habiendo esa estela de buenos hombres, rudos y trabajadores que dejaron clavado su recuerdo para siempre, como Benito Mora, Justo Olmo, Ernesto o Antonio, ya fallecidos y ahora lo sigue haciendo Goyo, entre otros tantos.

Por eso, los días 25 y 26 volvieron los caballos de la ganadería de Mora a cercar con su elegancia y maestría a los novillos que desde la Reclova y Valtablao vienen en encierro campestre hasta Zafrilla para cruzar su puente medieval y subir esa cuesta de la fuente romana y su lavadero, atravesar la plaza del Ayuntamiento y correr hacia la plaza, no sin antes, saludar al bar de la Rosa que siempre te atiende con cariño y atrevimiento.

Gentes de todos los lugares se encuentran en los últimos días de su estío vacacional. Hablan, se saludan y flirtean con los que encuentran, sobre todo, mujeres. Allí, Salvacañete, Valdemeca, Salinas del Manzano, Boniches, Tejadillos, La Laguna del Marquesado, la Huerta, Campillos Sierra, Valdemoro, Valdemorillo, Pajarón, Pajaroncillo, Carboneras, Cardenete, Terriente o Alobras, la Huérguina, incluso Landete y Talayuelas, y otros muchos más, allí un sinfín de amigos, nos encontramos para alardear de verano, recordar tiempos pasados, comentar nuestra artritis y dejar pasar otro año para volver a reencontrarnos en el siguiente.

Aquellos jóvenes de entonces que uníamos corazones a fuerza de almuerzos, carreras, recortes taurinos y bailes, ahora evocamos con los nietos de la mano, las dolencias cardíacas y reumáticas que nos atañen, pero seguimos marcando un ejemplo entre el respeto a la tradición y la esperanza de que pueda todo mejorar en esta sociedad desaforada y perdida que parece envolvernos en estos primeros años del siglo XXI. Una caña de cerveza, un buen almuerzo y unas copas de aguardiente, serán los lazos de unión anual, para rememorar lo de antes y lo de ahora.

Luego “ver los toros desde la barrera” porque nuestras piernas, estómagos y cartucheras, nos impiden hacer el mínimo requiebro, pero aún así, entre las barreras, al lado de los barrotes o cerca de los mansos, seguimos estando para no olvidar lo que fuimos y lo que hicimos, porque el sentir de una fiesta en un pueblo es lo mejor que toda persona puede saborear entre recuerdos y añoranzas de amigos.

Aquí, el zafrillano es casi perfecto por honestidad. Se mueve con soltura entre sus pisadas ancestrales. Aquí hay muchas y buenas razones para que los hábiles hacheros del XVIII supieran talar la madera y escrutar la resina, gancheros de buenas maderadas, o tal vez, permitieran por ser buenos montes que la nobleza hiciera grandes acopios y compras, tal vez aquel marqués de Torres de la Pressa, de Campoverde y Lugros, comprando tierras por esos rentos de Dios, Fuente Fría y Fuente del Berro. Antes, los marqueses de Cañete, aquellos Hurtado algo movieron para su padrinazgo mientras San Agustín desde su iglesia porticada en porche serrano les bendijese cuando San Quílez y San Roque tenían ermita.

Luego, desde la espadaña al pie, la que bien se divisa desde casi La Cañada, Colladoverde, prado Redondo, la Veredilla y la Hondonada, uno se puede recrear en la maravilla del horizonte y así, en el otear de sus gentes, nos advierten de su buen carácter, siempre hospitalarios.

Porque los tiempos van pasando, se arregla el caserío que aún tiene tejaroces y balconadas, sus fuentes se acicalan con buena compostura, hay salón bueno de baile, la Natividad rige la parroquial con fuerte prestancia, y apenas se recuerdan los Beneficios y Prestameras que tenía la iglesia, mantenidos por Alonso Carrillo de Huete, y casi ni siquiera, aquellas minas de carbón de piedra explotadas en el XIX con el nombre de Santa Bárbara en ese Rincón de Palacios, cerca de las salinas de Valtablao.

Zafrilla es un pueblo bello porque sí. Visítenlo.

Lo más leido en "Blogs"