Tarancón, capital regional de los bolillos y las labores
Parece una técnica muy sencilla, pero hasta el diseño más simple de bollillos lleva consigo numerosas horas de trabajo, precisión y paciencia para hacer que un simple hilo se convierta en arte. Y esta histórica tradición tan arraigada en Castilla-La Mancha se va a poner en valor este sábado en la XII edición del Encuentro Regional de Bolillos y Labores de Tarancón, organizado por la Asociación Arco de la Malena de la localidad y en colaboración con el Ayuntamiento y el Centro de la Mujer de Tarancón.
Tendrá lugar en el Pabellón de Ferias de la ciudad, ubicado en la avenida Reina Sofía, lugar que abrirá sus puertas desde las 10 de la mañana y hasta las 14.00 horas para convertir a la localidad en el epicentro regional del bolillo.
Pilar Díaz es la presidenta de la asociación, y pone en valor que este encuentro sirve como forma de reunión de todas las aficionadas a esa labor que, aunque tuvo una época que se llegó a perder, ella decidió impulsarla desde hace 33 años. Con el paso del tiempo, desde la asociación que ella preside se comenzaron a organizar estas jornadas, algo que ya se ha convertido en una cita muy esperada por numerosas personas.
Y es que, tal y como pone de manifiesto Díaz, el año pasado se alcanzaron las 700 personas participantes en estas jornadas, quienes alrededor de cuatro horas y provenientes de diferentes puntos de la región, estuvieron en el centro del Recinto Ferial de Tarancón elaborando punto a punto diversas creaciones como abanicos, pañuelos o mantillas entre otras creaciones.
Por ello, desde Arco de la Malena prevén igualar, e incluso superar, las cifras de años anteriores, y es que edición tras edición el público siempre acaba “maravillado”: en el centro del recinto hay varias mesas alargadas con centenares de personas elaborando bolillos, y alrededor, el público y aficionados pueden visitar los 27 stand que habrá este año, donde artesanas de toda la comunidad muestran y ponen a la venta las creaciones que han elaborado últimamente.
“Cada año tenemos un éxito enorme y crece en cada encuentro, y ya llevamos dos años pasando de las 700 participantes, y además ya superamos los 25 puestos”, sostiene Díaz, quien asegura que la buena organización que llevan a cabo año tras año consigue congregar a numeroso público. Además, a ello hay que sumar la participación de las 65 personas que integran la asociación, quienes ponen todo a punto para que esta tradición artesana continúe con vida en la ciudad gracias a encuentros como este.
Además, con el objetivo de que el encaje de bolillos siga vivo, la organización volverá a habilitar un puesto donde expertas en este arte muestren para aquellos que se quieren iniciar todos los secretos para adentrarse en el mundo y empiecen a adquirir la habilidad.
Una habilidad de la que bien puede hablar Pilar Díaz, que a sus 83 años, sigue siendo la presidenta de Arco de la Malena y atesora ya varias décadas de experiencia en el mundo de los bolillos. Si bien desde que era pequeña su familia ya la introdujo en la labor, circunstancias familiares la llevaron hace 33 años a retomar esta afición dado que, desde su punto de vista, era algo que en Tarancón ya estaba casi extinto.
Con el paso del tiempo, poco a poco se fueron apuntando más personas para descubrir el arte de hilar bolillos, y tanto es así que incluso el Ayuntamiento de Tarancón dio una estancia en la Casas de las Asociaciones a todas las aficionadas a este arte. Ahora, son los lunes y los viernes los dos días cuando todas las asociadas se reúnen para, juntas, explorar la técnica e hilar el pasado con el presente.
Aunque desde la asociación no solo hacen bolillo, sino que también las usuarias exploran otras artes similares como el punto de cruz o el ganchillo. Todo ello porque, gracias a esta tradición, las asociadas pueden disfrutar del acompañamiento que entre todas se ofrecen, y por eso mismo asegura que, mientras que pueda, seguirá con el bolillo y el carrete de hilo en mano. “Estoy en activo totalmente”, subraya Díaz, quien además presume de haber ayudado a afianzar la vida cultural de Tarancón con su colaboración en la creación de la peña El Mosto o la Pasión Viviente.