
El municipio de Tarancón y su comarca disfrutan desde esta semana de un agua de gran calidad gracias a la puesta en marcha de una planta de nanofiltración u ósmosis inversa que resuelve una reivindicación histórica que ha llevado a cabo la Mancomunidad de Aguas El Girasol a lo largo de más de veinticinco años, desde que se concibió como tal.
Así lo confirmaba su presidente y alcalde de Tarancón, José Manuel López Carrizo, quien recuerda que, hasta esta semana, los usuarios de esta red consumían un agua “en márgenes de hidratos y de cal y de dureza que rozaban la insalubridad”.
Se puso en marcha el pasado jueves y ha permitido aumentar la presión y pasar de una dureza de entre el 90 y el 95% “que tenía de hidratos y cal, al 35 o 40 por ciento, que es como se va a empezar a recepcionar” desde Almoguera, en la cabecera del Tajo, donde, “antes de enviarla a la red, el agua pasará por esa nanofiltración y ya saldrá a la red que la distribuye a las diferentes poblaciones “.
Una planta con capacidad para abastecer con agua de calidad a unos 35.000 usuarios y que López Carrizo asemeja a “cualquier planta de uso doméstico de las que hay debajo del grifo con tres filtros, pero a nivel industrial”.
La empresa Aqualia, concesionaria del mantenimiento y explotación de esta planta precisa, según el regidor, de “un par de meses para el ajuste”, dado que las redes de abastecimiento van a ser las mismas utilizadas hasta el momento, “y los sabores y esas impurezas que traía no se van a quitar de un día para otro”.
Con todo, ha avanzado que se trata de una “grandísima noticia, porque es histórica” y va a permitir a los usuarios “lavarse y notar cómo gastan menos champú y menos gel”.
“A nuestros electrodomésticos les saldrá una sonrisa cada vez que los pongamos en marcha”, según el presidente de la Mancomunidad.
Una realidad que se dejará notar también en el bolsillo del propio consumidor, ya que el ahorro estimado por familia “en detergentes y mantenimiento de electrodomésticos” rondará los 250 o 300 euros al año, según un estudio de Aqualia.
El objetivo es que en dos o tres meses, cuando la planta esté “en perfecto funcionamiento, sea agua apta para el consumo”.
“Tendrá una finura y un sabor en boca que será perfecta para beber”, avanzaba López Carrizo, para, a continuación, como presidente de la Mancomunidad, resaltar que esta “gran noticia” ha sido posible gracias al apoyo de la mayor parte de los representantes que integran dicha organización, ya que, en el último pleno de la misma, de los 17 representantes --5 de Tarancón-- que participaron, 13 votaron a favor, tres en contra y hubo una abstención.
Los votos a favor fueron emitidos por representantes “indistintamente de los partidos políticos, hubo apoyos de todos los colores”, subrayaba, para dejar claro que ha sido “un logro gracias no al presidente de la Mancomunidad o al alcalde de Tarancón”.
Paralelamente, López Carrizo hacía también referencia a la puesta en marcha de otras dos infraestructuras: el anillo perimetral y el depóstio de aguas de Santa Marina, infraestructuras “muy importantes porque, en caso de que haya algún accidente en la red principal, el depósito tiene una autonomía para tres días del consumo habitual de la mancomunidad”, mientras que el anillo perimetral “ lo que hace es ofrecer otra vía de agua para las empresas instaladas en Tarancón y que dan trabajo a toda la comarca”.
El convenio en relación a la cesión del uso de las tres infraestructuras, que también pasó por Pleno, se firmaba con la Consejería de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el pasado mes de septiembre, pero, según López Carrizo, “han estado estos meses arreglando el depósito”, dado que se trata de dos instalaciones “que llevaban finalizadas y sin utilizar desde 2011” por falta de “consenso entre la administración que tenía que ceder y la que tenía que recepcionarlas”, puntualizaba el presidente de la Mancomunidad.
Para compensar esa falta de uso, “se le ha dado una vuelta técnica, viendo dónde podría haber pérdidas, algunas juntas que se habían deteriorado por el tiempo, de estar resecas”.
En cualquier caso, la puesta en funcionamiento de todas estas infraestructuras va a suponer una reducción, “pequeña, menor, pero una reducción del recibo” a más de la mitad de los 16.800 contadores con que cuenta la Mancomunidad de Aguas El Girasol y los usuarios, se beneficiarán de la recepción de unas instalaciones “que estaban infrautilizadas”.
Nuevas tarifas
En el último pleno de la Mancomunidad de Aguas El Girasol, celebrado en la tarde del lunes 6 de noviembre, también salía adelante, con 13 de 17 votos, la actualización de las tasas de agua y alcantarillado, cuatro tarifas de consumo que se aplicarán a partir del próximo 1 de enero.
Según dicha actualización, el cincuenta por ciento de los 16.800 contadores de toda la Mancha Alta verán reducidos sus recibos, teniendo en cuenta que este año se ha revisado el IPC de los últimos tres ejercicios.
Así, en lo relativo al primer tramo, que afecta a los contadores dados de alta pero sin consumo, la tasa baja en unos dos euros al bimestre.
En el tramo de consumo bajo, de menos de 10 metros cúbicos, utilizado por más de la mitad de los usuarios de la mancomunidad, los usuarios verán rebajada su tarifa en 0,40 céntimos de euro en ese periodo, mientras que los usuarios de consumo medio, de hasta 20 metros cúbicos, verán incrementado su recibo en 1,13 euros al bimestre, un 3,4 por ciento más.
Por su parte, los usuarios que realicen un consumo elevado, que son los que más consumen pero a su vez suponen una minoría de contadores, 500 en toda la mancomunidad, pagarán en torno a siete u ocho euros más cada año.
Todo ello permitirá a los cerca de 35.000 usuarios de esta comarca englobada en la Mancomunidad de Aguas El Girasol disfrutar de un ahorro considerable gracias a la aplicación de estas nuevas tarifas, que se unen a la puesta en marcha de la planta de nanofiltración, el depósito de Santa Marina y el anillo perimetral, recepcionados ya por la Mancomunidad.