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La Ruta de la Lana de Albendea, un histórico camino de peregrinación para fomentar el turismo

25/04/2017 - Antonio Matea
Organizada por el Ayuntamiento,  Albendea volvía este fin de semana a celebrar con éxito una nueva edición de la Ruta de la Lana. Un camino histórico de peregrinación religiosa y una vía comercial de la antaño fructífera industria lanera, cuyo origen está en un antiguo camino de la trashumancia. 

Este camino une el Levante peninsular con el Camino de Santiago en Burgos y el recorrido por la provincia de Cuenca parte del que realizara en 1624, en cumplimiento de un voto al Apóstol Santiago, el conquense de Monteagudo de las Salinas, Francisco Patiño, primer peregrino que realizó esta ruta, cuyo oficio era “ser soldado de su Majestad el rey Felipe III”. 

El recorrido íntegro por la provincia de Cuenca ha sido marcado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Cuenca. La etapa que pasa por Albendea llega procedente de Villaconejos, para seguir hacia Valdeolivas y Salmerón, ya en la provincia de Guadalajara. A este camino de peregrinación se unen gentes procedentes de otros pueblos de la provincia de Cuenca, que siguen por él su peregrinación hasta Burgos y desde allí hacia Santiago de Compostela. 

El Ayuntamiento de Albendea pretende cada año al organizar esta ruta cambiar el itinerario, para mostrar de esta manera a los participantes todos los paisajes y valores culturales de esta población alcarreña. 

Hoy día la Ruta de la Lana, a parte de un viaje atrás en el tiempo, es mucho más que un camino de peregrinación. Hay que añadir al sentir religioso de su primer uso, amén de los anteriores usos ganaderos y comerciales, la significación que tiene como vía de unión de pueblos y culturas. Se intenta también con la organización de este evento que los viajeros no consideren únicamente a Albendea un lugar de paso y que conozcan su naturaleza y cultura. Además, esta ruta es el pretexto perfecto para la práctica de deportes como el senderismo y la bicicleta de montaña. 

LA RUTA
El recorrido de esta séptima edición se iniciaba en la localidad de San Pedro Palmiches, desde donde se llegó al área recreativa de Los Llanos para seguir por el  “camino oficial” de la Ruta de la Lana, que procede de Villaconejos y ha sido marcado por la Asociación de Amigos del camino de Santiago de Cuenca, por el que los participantes llegaron  hasta el Puente de la Cadena, donde los participantes tuvieron que vadear el río Guadiela,  pues el agua sobrepasaba el puente por algún tramo.

Algo más arriba de este puente se encuentran las Juntas del río Guadiela y el Escabas, donde hubo en tiempos un molino harinero del que aún conserva algunos restos.  Ambos ríos, aparte de su uso para la pesca, se utilizaron en otros tiempos para el transporte de troncos hasta los lugares en que podían llegar los camiones o el ferrocarril, por lo que para rememorar aquellos tiempos la Asociación de Gancheros Comarca de Priego organiza cada año en el río Escabas unas jornadas gancheras. 

Cerca de estas juntas de ríos se encuentra el castro celtíbero del Cerro del Castillo, frente al cual existe también un cementerio visigodo, en el que se pueden ver varias tumbas excavadas en la roca. En una de estas tumbas se hallaron unos pendientes de oro que se encuentran expuestos en el Museo de Cuenca.

Desde el Puente de la Cadena los senderistas salieron a la carretera de Priego-Albendea, para caminar por ella un par de kilómetros hacia esta última población. Antes de llegar, sin embargo, se desviaron por el camino del Llano de San Marcos, donde estuvo situada en tiempos la ermita del mismo nombre, de la que hoy día sólo queda el emplazamiento. Tras hacer una parada en el chozo de Victorino, cerca del cuál hay unas piedras de molino esculpidas en la roca madre, que no llegaron a extraerse por completo, se continuó por la vega del río San Juan hacia Albendea, donde concluyeron la jornada degustando una paella  en la Plaza del Olmillo.