Es noticia en Provincia: Fiestas Medio Ambiente Albergue Fuente de las Tablas Política Cuenca Ahora Evento benéfico Educación Sucesos Proyecto Arraigo
Patrimonio

La familia de los Enríquez: historia del poder y las élites conquenses

Yolanda Fernández Valverde analiza, en su tesis doctoral De la hidalguía a la Grandeza de España, la trayectoria de este grupo familiar desde el siglo XVI hasta principios del XIX
La familia de los Enríquez: historia del poder y las élites conquenses
Fotos cedidas.
05/09/2020 - Dolo Cambronero

¿Cómo mantiene una familia su poder a lo largo de los siglos? ¿Cómo asciende socialmente? ¿De qué medios económicos, políticos, religiosos y simbólicos se sirve para su promoción? Yolanda Fernández Valverde ha intentado responder a estas preguntas en una tesis doctoral que aborda la historia del poder en la ciudad de Cuenca tomando como ejemplo a la familia de los Enríquez, siguiendo sus pasos desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX.

Licenciada en Humanidades, Fernández Valverde es maestra de profesión pero también con vocación de archivera e investigadora. Nacida en Cuenca, tiene orígenes en Fresneda de Altarejos y es allí donde comenzó a fraguarse esta tesis -que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude- cuando, organizando el archivo municipal, empezó a ver en algunos documentos “doña tal, don tal en el Antiguo Régimen” y se decidió hace diez años a empezar a investigar sobre la familia Enríquez.

Fernández Valverde también estudió Filología Hispánica en la UNED y, antes del Doctorado, hizo un máster de métodos y técnicas de investigación histórica de Arte. El empujón definitivo para la tesis fue cuando se puso en contacto con el Seminario de Historia Social de la Población de la Facultad de Humanidades de Albacete y, tras ver el material sobre este tema que tenía y el trabajo “de envergadura” que ya había desarrollado en el máster, le animaron a centrar la investigación en esta familia.

“En Cuenca son escasas las aportaciones sobre las familias notables que hay en la Edad Moderna. Y al ser un espacio que ha sido poco investigado, entendía que podía hacer un estudio que contribuyera a ampliar el conocimiento sobre las élites locales”, apunta.

MOVILIDAD SOCIAL

A través de la familia Enríquez ha tratado así de comprender y explicar algunos de los procesos de ascenso, promoción, transformación y movilidad social de los grupos de poder en el ámbito castellano que, a pesar de la crisis del Antiguo Régimen, siguieron aumentando su posición de prestigio.

La familia Enríquez, que es oriunda del municipio conquense de Huete, tiene un origen mercantil pero “se procuró un meticuloso noble linaje que les permitió posicionarse en los principales puestos sociales de la élite desde finales del siglo XVI”. “Emparentan a partir de ahí con Toledo, Madrid, Albacete y Asturias. Se casaban con gentes poderosas, de su mismo nivel”, subraya.

Así, y partiendo de su condición de hidalgos, fueron regidores, familiares del Santo Oficio, procuradores de la Corte y miembros del cabildo catedralicio de Cuenca, llegando a conseguir altas distinciones políticas con la figura de José María Queipo de Llano, ministro de Hacienda y diputado a Cortes en el siglo XIX.

La investigación se ha vertebrado en torno a tres ejes que están interrelacionados. El primero estudia las bases sobre las que la familia asentó su poder: la económica, la política, la religiosa y la de la apariencia. En este último punto, Fernández Valverde detalla que era muy importante la ostentación para manifestar su preeminencia. “Siempre iban rodeados de lacayos, de pajes, de criados… Hablan de ellos, están en sus testamentos. Tienen una capilla mortuoria para enterrarse y una casa con sus escudos y sus blasones. Cada vez que se compran ropaje, lo bordan con el escudo de armas Enríquez. Era una manera de aparentar. Desde luego que estaban destacados pero querían sobresalir del resto”, cuenta.

La familia de los Enríquez: historia del poder y las élites conquenses

En segundo lugar, se abordan las estrategias utilizadas para llevar a cabo su promoción y ascenso social, desde los enlaces matrimoniales hasta la constitución de capellanías y otras fórmulas de vinculación de bienes materiales e inmateriales, así como la solución de problemas sucesorios en los que las mujeres jugaron un papel fundamental. “Con todos estos medios, la familia Enríquez pudo garantizar, a lo largo del tiempo, la reproducción biológica del linaje y su perpetuación como grupo privilegiado”, hace hincapié Fernández Valverde.

Finamente, el tercer eje de la investigación analiza, desde el siglo XVI hasta principios del XX, la trayectoria ininterrumpida de la familia, con sus dificultades y conflictos, a través, sobre todo, del mayorazgo como instrumento de perpetuación familiar y como medio para proteger el patrimonio.

La tesis arranca en el siglo XVI con la historia de cuatro hermanos “potentes” de la familia Enríquez. Unos estaban establecidos en Italia, donde comerciaban con la lana, y los otros dos, Francisco y Miguel, en Cuenca. El primero era regidor y el segundo, cura en Fresneda de Altarejos. Este último se metió en un lío y lo mandaron a la capital, donde lo nombraron en 1593 capellán mayor de la Catedral. “Mira qué ascenso más grande”, indica.

En ese momento, se encumbra junto a su hermano regidor y adquieren muchas tierras y propiedades inmobiliarias en Cuenca y fundamentalmente en Fresneda de Altarejos. Crean entonces un mayorazgo para blindar el patrimonio, que se mantiene hasta su desmembración en el siglo XIX. No obstante, aunque este instrumento finaliza las propiedades se conservan íntegras hasta que se venden en el siglo XX.

Fernández Valverde detalla que eran los propietarios de una de las casas más notables que había por aquel entonces, ubicada al final de la calle San Pedro, enfrente de la iglesia del mismo nombre, donde adquirieron su capilla mortuoria, que fue el panteón familiar.

Las estrategias desarrolladas durante los siglos XVII y XVIII les permitieron emparentar con otras familias preeminentes de distintas ciudades, logrando el culmen del encumbramiento social en el siglo XIX al enlazar con la nobleza asturiana de la Casa de los Queipo de Llano cuando una Enríquez -aunque ya llevaba el apellido en cuarto lugar- se casa con el VI conde de Toreno, José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia, una figura histórica y política muy importante al que le tocó vivir un periodo muy convulso.

Tuvieron dos hijos y uno heredó el Condado de Toreno mientras que al segundo le dieron el título del Condado de Mayorga. Y es con él, con Álvaro Queipo de Llano, quien hereda las posesiones que tienen en Cuenca falleciendo en 1912, con quien se finaliza la tesis. “Mucha gente conoce en Cuenca la casa de la calle San Pedro como la de los condes de Mayorga”, apunta.

“El Antiguo Régimen ya ha terminado y han sido abolidos los mayorazgos y las capellanías de la iglesia de San Pedro están anuladas. No tiene sentido continuar con la investigación porque ya es otra cosa, historia contemporánea”, puntualiza.

No obstante, Fernández Valverde llega algo más lejos en su investigación en relación con las propiedades, precisando que la casa de la calle San Pedro fue adquirida por el Ayuntamiento en 1952. “Aún está el escudo de los Enríquez aunque no está bien conservado”, señala. Es por esa fecha, a mitad del siglo XX, cuando venden todo su patrimonio en Cuenca y, en los años setenta, el de Fresneda de Altarejos, que es donde más tierras tenían.

Fernández Valverde asegura que ha sido “muy feliz” desarrollando la investigación, un duro trabajo durante una década que ha tenido ahora su recompensa al obtener la máxima calificación en una tesis muy compleja ya que aborda un periodo de tiempo muy amplio.

Para la investigación, ha consultado en archivos nacionales aunque subraya especialmente la riqueza documental de la ciudad de Cuenca, asegurando que el trabajo de campo en los archivos locales (municipal, diocesano, catedralicio e histórico provincial) ha sido pieza clave en la tesis, además del archivo de Fresneda de Altarejos, germen de todo: “Siempre digo que los Enríquez me buscaron a mí”.

La familia de los Enríquez: historia del poder y las élites conquenses