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Efectos del coronavirus en Cuenca

La COVID-19 dispara un 35,6% las muertes en Cuenca

En las primeras 21 semanas del año se han contabilizado 1.409 fallecimientos en nuestra provincia, 370 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior
La COVID-19 dispara un 35,6% las muertes en Cuenca
03/06/2020 - Miguel A. Ramón

La pandemia de la COVID-19 ha disparado las cifras de defunciones en nuestro país hasta el 24 de mayo en casi 44.000 más alcanzando un total de 225.930, lo que supone un incremento del 24,1 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior cuando se cifraron en 181.985, según los datos de la Estadística Experimental con motivo de la crisis sanitaria que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho pública este miércoles.

Una tendencia generalizada en todo el país, aunque de manera desigual, que en el caso de nuestra provincia se ha traducido en un aumento de los fallecidos del 35,65 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Y es que en las 21 primeras semanas del presente ejercicio se han estimado un total de 1.409 muertes, 370 más que del 1 de enero al 24 de mayo de 2019, cuando se elevaron a 1.039.

Esto, por supuesto, no quiere decir que esas 370 muertes más que el año anterior a estas alturas del 2020 hayan sido todas por la pandemia del coronavirus, aunque, sin lugar a dudas, sí ha sido determinante en este notable incremento.

Sirva como muestra el hecho de que los fallecimientos en nuestra provincia, según este informe del INE, comienzan a dispararse de manera alarmante en la segunda semana del mes de marzo –del 9 al 15–, precisamente cuando se declaró el Estado de Alarma por la COVID-19. En esos siete días, se registran un total de 80 muertes, prácticamente el doble de la media que se venía contabilizando desde principios de año.

Una evolución de la mortalidad que dos semanas más tarde, del 23 al 29 de marzo, vuelve a duplicarse hasta las 174, dándose, además, la circunstancia de que el número de muertes acumuladas hasta esa fecha, 728, ya superaban las 695 contabilizadas en 2019 a esas alturas del año.

Pero, a pesar de esos importantes incrementos, todavía no había llegado lo peor. Y es que siete días después, del 30 de marzo al 4 de abril, se registraba el mayor pico de defunciones durante la pandemia, con 212. A partir de ese momento, se invertía la tendencia y, semana a semana, se iban reduciendo el número de fallecidos, aunque aún a unos niveles muy superiores a la media de años anteriores.

De hecho, en las siete últimas semanas de este estudio, entre el 6 se abril y el 24 de mayo, las muertes fueron descendiendo progresivamente cada semana, pasando de las 131 defunciones a las 27 de la semana vigésimo primera del año, regresando, de esta manera, a niveles del pasado ejercicio.