La campaña de siembra del ajo arranca con optimismo ante los buenos precios

Después de los problemas registrados este año con la cosecha de ajo temprano la siembra arranca con optimismo ante la “alegría del mercado” en una campaña que arranca con muy pocas existencias. Los precios están altos pero además el consumo tiende a ir cada vez más a la calidad que a los bajos precios que oferta China.

Así lo pone de manifiesto el presidente de la Mesa Nacional del Ajo, el pedroñero Julio Bacete, quien destaca que a pesar de la preocupación por la Covid-19, el ánimo de los productores está alto.

“Estamos viendo como los mercados, especialmente los europeos, pero también otros nuevos como Estados Unidos o Canadá, prefieren cada vez más nuestro producto. Hay demanda y tenemos un año bueno”. Ante estas circunstancias lo previsible sería un aumento de superficie, si bien después de las dificultades que ha tenido este año el ajo temprano o sprint con las lluvias de primavera, que llevaron a los productores a destruir cerca del 45% de la cosecha de la región, el también responsable de la sectorial de ajo y vicepresidente de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, considera que la superficie de siembra se mantendrá más o menos en los mismos porcentajes del pasado año, y que en el caso de nuestra región serían unas 20.000 hectáreas.

Además, destaca que cada vez el sector está más profesionalizado y “aventurarse a sembrar como se hacía antes cada vez que los precios están altos ya no está de moda. El trasvase de otros sectores al del ajo se ha pagado caro en muchas ocasiones y la gente ya no lo ve un chollo. Lo principal es tener mercado y si no se está muy bien protegido es un problema”.

Con todo, la previsión es que se registre un pequeño repunte “pero creemos que no será muy significativo”. De todos modos señala que la siembra arrancaba a mediados de esta semana en la comarca de Las Pedroñeras por lo que aún es muy pronto para hablar de cifras.

Eso sí, Bacete se muestra convencido de que se producirá un cambio en los porcentajes de siembra de las variedades que se cultivan en la región. En los últimos años variedades chinas como el denominado ajo sprint o ajo temprano han ido ganado terreno en La Mancha hasta situarse por encima del ajo morado. El rendimiento es mayor pero también es menos resistente. “Da muchos problemas y la gente se está empezando a hartar”.

Según apunta Bacete, que también es el presidente de la Cooperativa de Segundo Grado Coopaman –que aglutina a seis cooperativas de la comarca manchega– hasta el momento, de las aproximadamente 20.000 hectáreas de cultivo de ajo de la región, el 60 por ciento corresponde a ajo chino y el resto a morado. “Ahora parece que los términos se están empezando a invertir”.

Las impresiones que en este sentido le llegan de los productores son buenas. De todos modos habrá que esperar a ver como evoluciona la campaña de siembra “pero lo que parece es que se está volviendo a hacer una apuesta por la seguridad del morado”, apostilla.