La temporada de hongos se retrasará en la provincia ante la sequía y las altas temperaturas de los últimos meses
Toca esperar. No les queda otra a los aficionados a la micología de la provincia que, como los agricultores, miran al cielo esperando unas lluvias que puedan salvar la temporada. El verano tan seco que hemos padecido y las altas temperaturas que se han registrado, especialmente en agosto y septiembre, han dejado los montes secos y sólo queda esperar que el otoño traiga las primeras lluvias para que los mojen y las setas y níscalos puedan saludar como siempre esplendorosos. Será entonces cuando todos puedan lanzarse al campo a buscar ‘hongos’, una actividad de ocio que apasiona a muchos conquenses y que, en los últimos años, suma adeptos al conjugar ocio en la naturaleza y gastronomía, es decir, salidas al monte en familia o con amigos en el incomparable marco de La Serranía para recolectar esos boletus o setas que luego tras ser cocinados se convierten en manjares a los que, especialmente en Cuenca, se les saca muchísimo partido. Un perfecto maridaje que convierte a esta actividad en un atractivo en La Serranía de Cuenca.
Es el deseo que trasladan desde dos de las asociaciones más representativas de la provincia, ‘El Valle’ en Cardenete, con sus más de 100 socios y la Asociación Micológica Conquense con sede en la capital. El presidente de esta última, José Luis García, quien no oculta que la temporada corre peligro si el tiempo no cambia. “Si lloviera en los próximos diez o doce días, probablemente se arreglaría algo, pero no demasiado. En principio somos pesimistas, pero aún confiamos que caigan unas lluvias y se pueda salvar al menos una parte.
El año pasado tuvimos una temporada irregular, en algunos sitios fue un año abundante y en otros sitios de La Serranía muy malo, pero hasta ahora no podemos ser optimistas. Es verdad que la gente está impaciente, pero en los montes no hay nada todavía”.
Sin embargo, como la esperanza no se pierde, desde la asociación ya tienen perfiladas las actividades que llevarán a cabo este año. “Para el 22 de octubre hemos preparado una jornada en Fresneda de la Sierra y el 29 de octubre haríamos una salida de la asociación. Luego, el 5 de noviembre tenemos previsto hacer una Jornada Micológica en Poyatos y, seguramente ,el 12 de noviembre en Cuenca, otra, además de más cosas.
Asociación el valle
Por su parte, en Cardenete, el presidente de la Asociación El Valle, José de Pedro Medrano, confía también en que pueda llover y se salve la situación. “Han caído apenas dos tormentas y la posible humedad que queda, el sol se la come rápidamente. Necesitamos que llueva y unas temperaturas más suaves. A ver si a finales de octubre podemos empezar ya la recolección coincidiendo con las Jornadas Micológicas”, apunta.
Unas jornadas que, avanza, se celebrarán del 28 al 30 de octubre y que tendrán como testigo el viernes al programa Ancha es Castilla-La Mancha, lo que no oculta, vendrá muy bien para la promoción de esta actividad y de la comarca. “Vamos a hacer un taller de cocina con un cocinero experto en el tema de las setas, habrá una exposición de lo que cojamos y un concurso gastronómico en el que participan gente que elabora un plato en el taller y otra gente del pueblo que lo hace con sus guisos tradicionales”, explica
El sábado, prosigue, “se harán varios grupos con gente del pueblo haciendo de guías, para distribuirnos en distintos puntos para coger la máxima variedad de setas que haya en esos momentos. Luego las clasificamos y las colocamos en una exposición por la tarde y habrá una charla, la presentación del VIII Concurso Fotográfico de setas de Cardenete y a las 21.30 la IV Cena Micológica”.
En definitiva, unas jornadas micológicas que van a más y como destaca De Pedro “ya viene gente de otras asociaciones de Guadalajara, Valencia. Cardenete tiene una variedad rica en especies, y la gente lo sabe apreciar”.
Un valor añadido y un efecto multiplicador para muchos pueblos de la provincia
La micología supone también un beneficio para la economía rural de muchos municipios de la provincia. Es el caso de la comarca de Cañete, su agente de desarrollo local, Azucena Lanza, reconoce la importancia que para la actividad económica de la zona, tanto Cañete como Huerta del Marquesado, tiene la temporada micológica. “Viene mucha gente de fuera porque la recolecta de setas es un atractivo y una experiencia muy rica que se llevan. Esto genera un valor añadido y un efecto multiplicador, en restaurantes, alojamientos y comercios locales. Todo se queda en el municipio porque una vez que la gente visita el pueblo, primero consume, compra en las tiendas, se lleva productos de aquí y, tras conocerlo, se anima a venir otro fin de semana”.
“La micología es una actividad de ocio más, hay gente que viene en temporada de hongos, pero que luego repite con amigos o con familiares en Cañete para La Alvarada o en otras épocas del año, como en primavera, porque Huerta del Marquesado es de los municipios de España con una mayor riqueza micológica. Se puede recoger el perro chico, o la colmenilla, aunque el mayor número de visitantes es en octubre y noviembre”, continúa dicendo Lanza, quien asegura que “según me dicen los hosteleros, el turismo micológico deja más ingresos que el veraniego. La gente busca calidad. Se hacen jornadas, menús por los que la gente viene y paga bien, cosa que en otras épocas no se puede hacer".
Y luego, añade, “los propios vecinos, tienen unos ingresos complementarios, porque ellos mismos van a buscarlo y lo venden fresco a restaurantes, a gente que quiere llevarlos”
Más promoción
Por todo ello, la agente de Desarrollo Local de Cañete tiene claro que la senda a seguir es la de la promoción de esta actividad en la comarca y la provincia. “Todo lo que sea promoción es bueno y los establecimientos ya lo están vendiendo en paquetes turísticos con degustación gastronómica.
Es un recurso en el que tenemos una gran potencialidad y aunque estamos a años luz de otras comunidades como País Vasco o Cataluña, hay que ir paso a paso. Estamos despertando”. Le apoyan desde la Asociación Micológica Conquense, desde donde tienen claro que, con la regulación actual y el auge que está cogiendo, la actividad micológica atrae turistas y genera ingresos.