“Contar un problema es el primer paso para solucionarlo”

Eloy Moreno (Castellón de la Plana, 1976), escritor con ascendencia motillana e informático de profesión, recibía en 2006 esa llamada que le pedía incesantemente escribir y escribir. Tardó más de dos años en rematar la que sería su ópera prima, El Bolígrafo de Gel Verde, embarcándose después en la aventura de la autoedición y la distribución propia. Una aventura que más tarde llegaría a oídos de una gran editorial, Espasa, y desde entonces cinco novelas y varios cuentos componen su bibliografía, algunas de ellas traducidas al inglés, italiano, holandés o taiwanés.

‘Lo que encontré bajo el sofá’, ‘El regalo’, ‘Invisible’ y ‘Tierra’ completan su colección de novelas, después de su ópera prima, y ‘Cuentos para entender el mundo’ o ‘Juntos’, el de sus cuentos. Atrás quedaron las reticencias e, incluso, negativas a la promoción de sus obras. De hecho, su novela ‘Invisible’ (2018), donde aborda el tema del acoso escolar, dará el salto a la gran pantalla el próximo año 2021.

Un escritor siempre tiene algo que decir, ¿a qué edad comenzó a escribir y comunicar lo que sentía?

No comencé de pequeño, en realidad. De pequeño yo quería ser cantante o tocar en un grupo de rock. Comencé a escribir hace unos 14-15 años y lo hice porque me presenté a un concurso de relato corto y me dieron el primer premio. Aquello me animó a seguir escribiendo.

¿Cuál es el libro que más le ilusionó escribir?

Todos son especiales en cada momento. Es como si le preguntas a un padre cuál es su hijo preferido. Al final todos tienen algo especial: el momento, la temática, los lugares que visité para escribirlo... Quizás con el que más he disfrutado ha sido con Tierra, pues está ambientado en Islandia y me recorrí la isla para documentarme.

¿Cuánto tiempo suele dedicar a la escritura? ¿Sigue algún tipo de ritual?

No soy nada metódico. Igual un día escribo diez horas y al día siguiente ninguna. Todo depende de lo que tenga que hacer cada día, de las visitas, encuentros que tenga. El único ritual que tengo es que siempre escucho música cuando escribo. Soy incapaz de escribir una línea sin música de fondo.

Su novela ‘Invisible’ narra la historia de un niño que sufre acoso escolar, bullying ¿Se inspiró en alguna historia cercana?

Sí, me he inspirado en muchas historias reales, de casos que me han contado psicólogos, profesores, padres, madres... En mi entorno no he vivido casos cercanos.

¿Qué le diría a las personas que lo están pasando mal?

Mi consejo siempre es que lo cuenten, que hablen con otras personas. Contar un problema es el primer paso para solucionarlo. De hecho, en el caso del bullying es también lo primero que se recomienda a las partes implicadas.

Las portadas de sus libros son realmente sugerentes ¿Cómo nacen?

Casi siempre la idea de una portada es mía. Después la comento con un equipo de diseñadores que son los que se encargan de crearla y poco a poco entre todos le vamos dando el aspecto final.

Como muestra ‘Invisible’ las redes sociales pueden tener un lado negativo. ¿Qué uso recomienda?

Recomiendo un uso que no sea adictivo. Hay que saber utilizar las redes pero no que las redes te utilicen a ti.