Quien haya visto un solo partido del Ciudad Encantada en El Sargal sabe de sobra de lo que es capaz la Furia Conquense, incombustible peña que ha llevado en volandas al equipo durante años y años. Hay a quien 55 días de parón invernal en Liga ASOBAL le parecieron demasiados, así que no queda otra que… enrolarse en el Mundial. Así lo han hecho algunos aficionados conquenses, que no han dudado en recorrerse Polonia y Suecia de norte a sur para animar a Los Hispanos en su travesía por la cita mundial. Haciéndose notar en cada partido, como ya hacen en Cuenca, estos amantes del balonmano han visto en vivo y en directo cómo la Selección Española se hacía con un más que meritorio bronce.
Miriam Olivares es una de las conquenses que pertenece, además de a la Furia Conquense, a Territorio Hispano, peña que nació promovida en Cuenca por Samuel Ruiz -presidente de la Furia- con el objetivo de animar también al combinado nacional. En la primera semana se plantaron ocho personas, de las cuales seis eran de Cuenca. No obstante, muy pronto se unieron nada más y nada menos que otros 14 integrantes de la Furia Conquense, que se lanzaron con todo para animar a España.
Desde el último partido de la primera fase -contra Irán- hasta las semifinales, pasando por la main round y los cuartos, los amantes del 40x20 han empujado al equipo de Jordi Ribera en un excelso campeonato del que volverían con el bronce al cuello. En citas de este tipo siempre hay grandes momentos y suele ser difícil elegir uno solo, aunque en esta ocasión estaba claro cuál queda para el recuerdo: el agónico gol de España contra Noruega en los cuartos de final que forzaba la prórroga tras un flagrante fallo de los escandinavos al cometer pasivo. “Bueno, se nos saltaban las lágrimas porque era una emoción y una tensión de decir que qué pasa. Fue un momento que nadie se esperaba”, recuerda Miriam. Acostumbrada ya a moverse por la geografía española, y conocedora del ambiente de muchos pabellones del balonmano patrio, no exagera al decir que “como nosotros no hay ninguno”, algo que los propios jugadores del equipo han corroborado en múltiples ocasiones.
TERRITORIO “ALBICELESTE”
Conocida es también la relación de la Furia Conquense con la Selección Argentina. Por el equipo han pasado ilustres albicelestes, y en el equipo actual son Pablo Simonet y los hermanos Pizarro -Fede y Nacho- quienes ponen el toque conquense en la selección. Es por ello que los integrantes de Territorio Hispano no han dejado solos a los argentinos: Miriam explica que, aprovechando un día de turismo por Cracovia al no jugar España, acabaron animando -como el que no quiere la cosa- a Los Gladiadores en el partido ante Macedonia que les dio el pase a la main round. Todo forma parte de la experiencia del Mundial, contando Miriam además que escoge sus vacaciones en enero para coincidir siempre con las citas internacionales de balonmano. Un turismo deportivo y diferente.
HERMANAMIENTO
¿Qué es del deporte si no se puede compartir? Parte indispensable de la experiencia que es ir a ver a tu equipo o selección jugar fuera, máxime en cita mundialista, es conocer a gente nueva. Explica Miriam que en el partido contra Francia coincidieron con una pareja andaluza que tenía un restaurante en Viena y que se pusieron en contacto con ellos.
Miriam se acuerda incluso de algunos aficionados de selecciones rivales y que le suenan de año a año. “Hay una pareja de noruegos que son mayores y que van caracterizados con sombreros, y dices: mira, estos son los del año pasado. O los alemanes que van con el bombo, igual”, comenta.
Bromeando con que este año llega con la garganta “menos dolida que otros años” de tanto animar, Miriam y toda la Furia Conquense se encuentra ahora inmersa en la ASOBAL, donde el Rebi Cuenca ilusiona a una afición que sueña a lo grande. Asegura que ya ha tenido tiempo de sobra para recuperarse y tiene muy claro lo que va a hacer: “A Cuenca hay que animarle siempre, para eso no hay excusa. Aunque estés un poco tocado de la garganta las ganas nunca se pierden así que no hay problema”.
Los Hispanos volvieron con un bronce que sabe a más, aunque tienen la certeza un año más de estar respaldados por una afición de oro. Desde luego, las voces conquenses no les faltarán.
