Se buscan jabatas

El deporte más noble encuentra su hogar en Cuenca en el Rugby A Palos, cuyos planteles masculino y femenino se curten en el Cristina Martínez. Este último se ha lanzado ya a la competición, afrontando para este año una temporada ilusionante en cuanto a lo deportivo, aunque importante también en lo estructural, ya que las “jabatas” lanzan un grito de guerra para mover el rugby en Cuenca.

Manuel de la Ossa ha tomado las riendas esta temporada en calidad de entrenador, declarando el conquense que está viendo a las chicas con muchas ganas y muy predispuestas de encarar esta temporada. Aunque es complicado desde su punto de vista el tener un equipo compartido –el A Palos sigue fusionado con el Club Rugby Albacete–, destaca que la coordinación es fantástica y que a cada partido que pasa se complementan mejor. Toca, señala entre risas, poner un plus de esfuerzo en el apartado físico, ya que al ser tan pocas jugadoras, no tienen los recambios que pudiesen llegar a necesitar. Este año tratarán de revalidar el título de campeonas regionales –compiten amparadas bajo la Federación Valenciana–, aunque ya avisa el técnico de que hay combinados descendidos de 1ª Territorial muy potentes, así como el ShamRock Rugby –junto con Estudiantes UPV–, venidas de Mallorca con gran nivel.

LLAMAMIENTO A FILAS

Pocas, pero comprometidas y decididas. No tiene su plantilla más larga el A Palos Femenino, aunque desde luego se trata de un bloque veterano y reconocible a lo largo de estas últimas temporadas. Que el plantel femenino salga a competición es una noticia a celebrar, ya que el rugby no goza en España de la popularidad que el deporte puede llegar a merecer, a diferencia de otros países europeos como Francia o Inglaterra.

Dos de las jugadoras del A Palos son Elena Valero y Elena Ladrón, quienes destacan valores envidiables que se fomentan en el rugby, como la disciplina, el compañerismo y el respeto hacia los rivales, árbitros y gradas. Tanto es así que Elena Valero asegura que, tras haber practicado varios deportes, ha encontrado una “complicidad” en el A Palos que no ha visto en ningún otro sitio. “Ya casi son tus hermanas”, declara la rugbier. Asimismo, desmienten tajantemente el estigma que relaciona al rugby con algo peligroso, explicando que es un deporte de contacto como muchos otros en el que no tiene cabida la violencia de ningún tipo. 

 

Las jugadoras del club desmienten el todavía vigente estigma que relaciona el rugby con algo “peligroso o violento”

Se intenta fomentar también el rugby en los más pequeños: Elena Valero entrena los martes y los jueves a la escuela del A Palos, que de momento ha salido adelante como club al tener unos problemas para hacerlo como Escuela Municipal. Si bien la cifra ha bajado por ello considerablemente, todavía tiene 17 niños bajo su tutela. “Y al rugby siempre se vuelve”, añade despreocupadamente su compañera.

Manuel apuesta por aprovechar el tirón del Mundial de Rugby –culminado el pasado sábado con la victoria de Sudáfrica– para seguir moviendo el deporte, hacer carteles y atraer a la gente al campo. “Las chicas jugaron un partido divertido y emocionante hasta el final, trataremos de que vengan más chicas para seguir compitiendo con todo el mundo”, apunta el míster, invitando a la gente a que acuda a los partidos en el Cristina Martínez para que vea el ambiente.

Lo que no puede ocurrir bajo ningún concepto es que la disciplina se pierda en Cuenca por falta de efectivos. “Aunque no saquemos equipo federado, intentaríamos sacar amistosos. Como conocemos a mucha gente, nos dicen que no nos preocupemos”, afirman. El rugby en Cuenca tiene para rato, pero desde luego hace falta un pequeño puntapié para redondear el ensayo.