Somos los '4 gatos' de Paula Serrano
Hay que tener las cosas muy claras para subirse al escenario Solán de Cabras del Parador de Cuenca, ante un público ansioso de ver a Juan Perro en directo, que había agotado las localidades en apenas unos días y comenzar cantando una canción titulada “Mis 4 gatos”. Toda una declaración de intenciones de la cantautora conquense, dispuesta a volar lejos a lomos de sus propios versos.
Demostró que basta una guitarra para renovar el pacto eterno con los mitos, cantar a los amores lejanos, a las despedidas en las estaciones, a las lágrimas vertidas en la distancia, a Penélope y Ulises, a propias guerras de Troya en las que lucha cada generación, a las noches en vela destejiendo lo tejido. Cada tiempo hablará sobre sus propias historias con sus propias palabras, pero las historias son eternas desde el principio de los tiempos. Chica/o conoce a chico/a y se desencadena una nueva historia de amor. Única. Poderosa. Irrefrenable.
Entonces surge la necesidad de escribir canciones para liberar esas historias que rompen por todo. Una nueva caja de Pandora que siempre acabará abriéndose como si fuera la primera vez. Así de terriblemente bella es la condición humana.
Paula Serrano sube al escenario a cantar sus amores, desvelando sus secretos, desnudando su corazón, compartiendo el rincón de su alma más oculto con sus cuatro gatos. Poco más se necesita que una guitarra y toneladas de sinceridad para que las historias lleguen y emocionen, para que cualquier persona con algo de sensibilidad se sienta atrapada por su mirada directa y clara.
Historias personales que el público siente propias y ante las que necesita participar, aplaudir, corear, sumarse a Dani Castillo (percusión), Mateo Gómez (Chelo), Maider Lara (violín) y Sergio López (piano) y arropar a Paula.
La cantautora conquense empieza a consolidar un repertorio y un estilo propio con canciones propias como Corazón Maldito, Ladrones de la Infancia, Sobre una cama de 90, Mesa para 3, Todos los Poetas, En Voz Alta o Te esperaré, escrita por Israel de Los Clásicos con la que hizo un emotivo recuerdo a tantos corazones que se marcharon anticipadamente durante estos últimos meses.
Un puñado de canciones que consiguieron que el público que ayer acudía a ver al señor de todos los perros, se sintiera también un poco gato solitario maullando al amor primero.
Sobre el escenario de Estival Cuenca, Paula Serrano quiso hacer realidad las palabras de ZAZ en Je Veux, sintiendo su propia libertad y mostrando su realidad, estando dispuesta a morir con el corazón en la mano. Canciones tristes. Algunas desgarradoras, pero con final feliz. Pues para los que sigan la trayectoria de esta trovadora conquense, su Ulises había regresado a Cuenca y estaba entre el público del Parador. Así de bellos son a veces los cuentos.
Después llegó el turno de Juan Perro, pero él ya forma parte de la leyenda.
