Sala Babylon: gratitud por una sala de conciertos irrepetible

El cierre de la Sala Babylon, anunciado el pasado viernes a través de las redes sociales para el próximo 28 de febrero, no es que haya podido pillarnos por sorpresa, pues se sabía que sus promotores, Javier Guijarro y Sini Barquín, intentaron traspasar el local el pasado verano, y que antes de que en septiembre arrancara la nueva temporada, esa número catorce que se quedará un tanto a medias, habían barajado la posibilidad de abrir el local solo en los días de conciertos.
Pero la decisión, previsible o no, supone una malísima noticia para Cuenca. “Cada vez que se cierra una sala de cine, un teatro, un festival, se cierra una ventana a la libertad”, apuntó en una ocasión la actriz Marta Belaustegui. Y en Cuenca ya llevamos varios años malacostumbrándonos a demasiados cierres de ventanas que dan a la libertad. En el aspecto cultural, ahí están los casos de los Multicines Cuenca que durante dos décadas gestionó Alta Films –afortunadamente reabiertos dos años después con el nombre de Odeón–, de festivales como Ingráfica o Mujeres en Dirección o de la Feria Regional del Libro.
Ahora, aunque hay anunciadas actuaciones y sesiones de DJ´s hasta casi el mismo 28 de febrero, con nombres como los de Elefantes y Reincidentes, llega la clausura de la única sala de conciertos debidamente equipada para acoger actuaciones de calidad, por la que han pasado músicos y bandas de la talla de Manu Chao y Fermín Muguruza, The Toasters, Siniestro Total, Vargas Blues Band, Raimundo Amador, Los Coronas, Canteca de Macao, Albert Pla y tantos otros.
Tiempo es, por tanto, de valorar lo hecho por los promotores de esta sala y de confiar en que, aunque cueste, la capital conquense vuelva algún día a contar con un espacio de estas características que le devuelva al circuito de conciertos nacional.
Las Noticias ha contactado con tres de sus más fieles asiduos, y solo hay palabras de tristeza y gratitud.
Es el caso de Einfer, al que la inauguración de la sala, en septiembre de 2001, le pilló al poco de regresar a Cuenca tras estudiar en Valencia. “En Valencia estaba acostumbrado a ver conciertos a menudo, y que abriera esta sala, que garantizaba un concierto cada quince días en otoño e invierno, me vino como anillo al dedo para seguir con mi afición a la música en directo. Además, en una sala muy familiar, llevada por amigos y a un paso de tu casa”, cuenta.
De todos los grupos que en estos años han pasado por la Babylon, destaca el buen número de bandas de Euskadi. “Son unos grupos con los que tenían contactos y de los que de no ser por esta sala difícilmente hubiéramos podido disfrutar en Cuenca”, dice. Y recuerda a Soziedad Alkoholika, Berri Txarrak, Zuloak, Sorkun, Kuraia e Inoren ero ni.
Aunque si tiene que elegir una sola actuación, Einfer, que también sabe lo que es actuar en la sala como músico (Amiunapekeña) y pincha (DJ Einfer Experience), recuerda la que al poco de inaugurase la sala ofrecieron Muguruza y Chao con el proyecto Jai Alai Katumbi Express. “Cuando Fermín subía al escenario, subía la temperatura. Y no metafóricamente, sino que hacía más calor en la sala de verdad”, recuerda.
El cierre lo achaca a que no ha habido relevo generacional en el público. “Muchos de los que ahora tienen 20 años no tienen trabajo, el poder adquisitivo es bajo y van mucho de botellón, que es más barato: no tienen la cultura de ir a un sitio a reunirse con los amigos para escuchar música. Y la mayoría de la gente de treinta y cuarenta años tiene hijos y con sus cargas familiares es difícil que salga como antes”, considera.
REFERENTE CULTURAL
“Con el cierre de la Sala Babylon la ciudad pierde un referente cultural y musical irremplazable. Un espacio de cultura, de libertad, de igualdad, de compromiso, una forma de entender la vida a través de la música, y, por supuesto, de colocar a Cuenca dentro del circuito de salas al mejor nivel nacional”. Quien así habla es Ventura Puerta, “compañero y amigo” de los fundadores de un espacio en el que ha ofrecido multitud de sesiones de DJ y del que recuerda actuaciones de grupos como Los Reyes del K.O., The Sweet Vandals, Los Coronas, New York Ska Jazz Ensemble, Los Mambo Jambo, Depedro o Sex Museum.
Otro asiduo a la sala es Rubén Nielfa, presidente de Radio Kolor y miembro del grupo Jamargo. Coincide con Ventura en que la ciudad pierde “un lugar de exposición de arte, de expresión”. A su entender, “quienes somos unos apasionados del rock y del ambiente alternativo nos vamos a quedar sin sitios donde reunirnos y escuchar música en directo”.
Einfer, a este respecto, teme que se volverá a lo de antes. Es decir, “a la feria de agosto y poco más. Si quieres ver algo tendrás que ir a Madrid o Valencia”.
Y tampoco Ventura es optimista. “La Sala Babylon es un proyecto irrepetible sin sus creadores”.
EL FUTURO
Ante el panorama, desolador, que se avecina, Nielfa aboga por hacer un llamamiento para que “entre todos y todas podamos hacer que esta ciudad prospere un poquito acudiendo a las expresiones culturales que se hagan”.
Así, aunque en el aspecto musical habrá pocos sitios a los que acudir, aboga por que los conquenses se impliquen en eventos como La Fiesta de la Primavera, que organiza Radio Kolor, o festivales como Estival Cuenca. “Si la gente no apoya aquello que se haga, estamos vendidos. Es entre todos como tenemos que mover la ciudad, no quedarnos con el ‘ea’ cuando recortan en sanidad o nos hacen no sé qué”.
Al menos, como cantaba Aute, queda la música. En este caso, el recuerdo imborrable de 14 años de directos. Y no cesan los agradecimientos por todo lo vivido. “Javi, Sini, Kuri, Guille, Raúl, Ramón, Carlos, Rulán, Ruth, Nacho, Gema y Mario. Gracias por todos estos años de grandísimo trabajo, esfuerzo y dedicación”, concluye Ventura.