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Proyecto DAR, una iniciativa para impulsar a las mujeres artistas del medio rural

(GALERÍA DE IMÁGENES) Nueve creadoras de la provincia han participado en esta primera edición en la que han dado forma a tres anteproyectos que planean poner en marcha en diferentes municipios
Fotos: Saúl García
14/12/2024 - Paula Montero

Formar a las mujeres artistas del medio rural para impulsar al mismo tiempo la puesta en marcha de proyectos comunitarios y generar un tejido asociativo que fomente actividades culturales en las zonas alejadas de las grandes urbes. Este es el objetivo del Proyecto DAR (Dones Artistes Rurals / Mujeres Artistas Rurales), la iniciativa que surgió en Valencia en 2021 y que esta semana ha culminado la primera edición con mujeres artistas de Castilla-La Mancha, aunque todas las seleccionadas son de la provincia de Cuenca.

Y es que, por cercanía a la Comunidad Valencia y a Cataluña –los dos territorios donde ya se ha iniciado– se eligió Cuenca para facilitar la creación de sinergias entre las participantes, así como por ser una de las provincias más castigadas por la despoblación. “Queríamos dar oportunidad a las artistas para que pudieran desarrollarse profesionalmente y emprender dentro del sector de la cultura”, explica la creadora, directora y  coordinadora del Proyecto DAR, Clara Albacete. En Castilla-La Mancha, el Proyecto DAR toma la figura  de aceleradora cultural y trabajará hasta 2025 con 100.000 euros de Fondos Europeos Next Generation.

Andrea Cobo, Marta Díaz, Cristina Domínguez, Montserrat Herraiz, Elisabeth López, Andrea Montalbo, Ana Nieves Moya, Julia Toledo y Gema Vicente fueron las seleccionadas para esta primera edición y durante seis meses han recibido una formación académica y, además, han desarrollado proyectos propios para dinamizar el medio rural. Cada una tiene un perfil diferente.

Andrea Cobo, por ejemplo, compagina los grabados con el mundo del tatuaje y Montserrat, Marta y Elisabeth son docentes, aunque también hay mujeres que se dedican a la divulgación artística como Andrea Montalbo. Sin embargo, a pesar de dedicarse a ramas del arte diferentes sus necesidades son las mismas. Y esto precisamente lo han descubierto en la formación.

Y es que, por ejemplo, han realizado un mapeo de los recursos de cada comarca para tener identificados a los agentes culturales o asociaciones con las que poder trabajar. Además, han realizado un curso de orientación profesional para saber adentrarse en el mundo de concursos, becas y puesta en marcha de proyectos y precisamente en este último punto se han centrado los últimos meses. Se han dividido en tres grupos y han ideado tres anteproyectos que pretenden poner en marcha en diferentes puntos de la provincia de Cuenca. 

‘Tejiendo el camino’, ‘El lugar que habito’ y ‘Un pueblo para todos y todas. Arte e inclusión social’, son las tres iniciativas a las que han dado forma

Proyectos
Andrea Cobo, Cristina Domínguez y Marta Díaz plantean un proyecto titulado ‘Tejiendo el camino’. En relación con la Ruta de la Lana del Camino de Santiago plantean crear murales tejidos que vestirán y decorarán cada una de las sedes de los municipios por los que pasa este recorrido. “La idea es que se involucren los vecinos y vecinas, se animen a tejer y colaboren”, cuenta la coordinadora. 

Montserrat Herraiz, Elisabeth López y Andrea Montalvo plantean ‘El lugar que habito’, una iniciativa cuyo objetivo es identificar las viviendas abandonadas que existen en los pueblos de Cuenca, conocer la historia de sus propietarios y posteriormente hacer intervenciones artísticas en ellas utilizando sus paredes como sala de exposiciones. “Se colgarían obras de arte en esas casas”, señala Clara Albacete. 

Por último, el grupo integrado por Ana Nieves Moya, Julia Toledo y Gema Vicente pretenden poner en marcha ‘Un pueblo para todos y todas. Arte e inclusión social’. En su caso plantean dos actividades. Por un lado, quieren hacer un taller artístico con personas discapacitadas mayores de 15 años, una actividad que consistiría en intervenir con pintura fotografías en blanco y negro.

A parte, quieren grabar un documental con personas mayores de Motilla del Palancar por ser un pueblo referente en materia de inclusión en la provincia de Cuenca. “La idea es inaugurar una exposición el Día de la Inclusión que se conmemora el 1 de marzo con todas esas fotografías en la que se pueda visionar también ese documental”, cuenta Albacete. Paralelamente, también en el marco de esta efeméride se pretenden hacer unas jornadas en las que participen trabajadores sociales, mediadores etc. 
 

La segunda edición también contará con mujeres de la provincia de Cuenca, así como de la zona de la Ribera del Júcar (Albacete) y del Valle de Tajuña (Guadalajara)

Segunda edición

La valoración de esta primera edición en Castilla-La Mancha es “más que positiva”, según pone de manifiesto la creadora de la iniciativa y las propias participantes. Y es que, “las artistas se han entregado de lleno, han hecho todos los ejercicios y han trabajado con muchas ganas. Además, me consta que van a seguir conectadas y trabajando unidas”, apostilla Albacete. 

“Todas estamos muy contentas, no nos conocíamos y ahora nos tenemos las unas a las otras para apoyarnos. A mi personalmente me ha servido para avanzar hacia la profesionalización y por ejemplo también he aprendido a hacer un dossier y un porfolio de mi obra para darme a conocer”, cuenta Andrea Montalbo.

Por su parte, para Marta Díaz ha sido una experiencia “enriquecedora”. A lo largo de su trayectoria profesional ha combinado la labor docente con trabajos de restauración, así como con la creación de obras pictóricas. En este sentido, anima a otras artistas rurales a participar en el Proyecto DAR porque “aprenderán cosas que les van a servir en su carrera”. “Hacía falta una iniciativa como esta”, subraya Díaz.

A propósito de los buenos resultados obtenidos se ha lanzado una segunda convocatoria para que puedan participar otras nueve mujeres más. Esta vez, a parte de artistas de la provincia de Cuenca han sido seleccionadas algunas que residen en la zona de la Ribera del Júcar (Albacete) y en el Valle del Tajuña (Guadalajara) para que, siguiendo la misma línea, sea más fácil poner en marcha proyectos artísticos en zonas geográficas concretas al vivir cerca unas de otras.