Paz López recupera 19 años después su novela ‘Batalla blanca’
Diecinueve años después de escribir y publicar la que hasta la fecha sigue siendo su única novela, ‘Batalla blanca’, la conquense Paz López (Castejón, 1974) regresa a aquellas páginas con una segunda edición que ahora publica la editorial Adarve y que ha sido presentada esta semana en la feria del libro Cuenca Lee.
Son varias las razones que han propiciado que Paz decidiera recuperar la historia de una mujer, de nombre Lucía, que, rechazada por su familia por su orientación sexual, huye de una relación que ha terminado mal y se embarca en otra mucho más complicada. Una es que la edición de 1999, de la que se editaron y vendieron mil ejemplares, no terminó de convencerle. Y la segunda, que mientras que hace 19 años se vio incapaz de presentar el libro porque el tema que aborda le producía “vergüenza y miedo”, al estar todavía dentro del armario, ahora que ya vive “con naturalidad” su orientación sexual, la cual “es parte de mi identidad”, quiere dar el paso de presentarla en sociedad.
“Cuando la escribí tenía 21 o 22 años y temía que me pasase como a la protagonista, que es rechazada por su familia cuando descubren su orientación sexual. Así que era una especie de hijo no reconocido. Reeditarlo es algo que le debía a la novela”.
Reconoce que, al principio, el paso del tiempo había hecho que ya no se identificara con la historia (“demasiado dramática para mí en estos momentos,”) y tuviera la tentación de revisarla de cabo a rabo. Pero, siguiendo el consejo de su entorno, que le advirtió de que perdería frescura, decidió dejarla prácticamente como está, salvo “algún sinónimo y alguna frase: retoques mínimos”.
La portada muestra a cuatro mujeres entregadas a la pasión de la carne. Pero no es, asegura, tanto una historia de sexo como de amor. Y llena de reflexiones. “Todo el mundo se interesa por la parte sexual, pero es mucho más que un revuelo de sábanas y cuerpos agotados. La novela habla de la batalla interior que todos tenemos cuando quieres una cosa y acabas haciendo otra, la falta de coherencia en que vivimos, nuestras luchas, los personajes que nos vamos poniendo para complacer a los demás y vivir una realidad distinta a la que sientes interiormente”.
La escribió, explica, porque “tenía necesidad de escribir y de escapar de la realidad de aquellos años, de sanar la incoherencia en que vivía”, pero, por eso mismo, asegura que no hay nada autobiográfico, sino mucha ficción. “Todas las relaciones de pareja son imaginadas”.
Escribí como si alguien me lo dictase, de manera natural, sin pensar. Los personajes se incorporaban a la historia y hablaban por sí mismos”.
En cuanto al proceso de escritura, lo hizo a boli (no tenía ordenador) y tardó entre siete y nueve meses. Y no siguió ningún esquema previo. “Escribí como si alguien me lo dictase, de manera natural, sin pensar. Los personajes se incorporaban a la historia y hablaban por sí mismos”.
LIBRO INFANTIL
Veinte años después, Paz López no ha vuelto a escribir una novela, pero sí un libro infantil ilustrado, ‘Álex y el Lobero’, cuya idea nació mientras preparaba unas jornadas sobre el Lobero de Castejón con el grupo de voluntarios Castejón Activo, cuyo fin es recuperar el patrimonio natural y cultural del pueblo. “Nos encontramos con un personaje real de los siglos XVII y XVIII, el Lobero de Castejón, del que nadie del pueblo, ni los más mayores, sabía nada, y empezamos a investigar y a descubrir su historia en los legajos del Archivo Catedralicio de Cuenca”. Según Paz, este Lobero fue perseguido por la Santa Inquisición, que le atribuía un pacto con el demonio por el manejo que tenía sobre los lobos. Y tal era su fama, y el miedo que recorría la zona de la sierra de Cuenca, que le salieron algunos imitadores que tomaron su nombre para conseguir dinero fácil.
Esta obra, de la que ofrecerá un cuentacuentos este sábado a las 11:00 en la Plaza de España dentro de la feria del libro, transmite el mensaje de que “los niños, como cualquier persona, tienen la posibilidad de usar sus habilidades para hacer el bien o para hacer el mal”.
ESCRIBIR POESÍA
Lo que más escribe no obstante Paz López es poesía, aunque no haya publicado ningún libro desde ‘Una brizna de esperanza’, en 1997, dedicado a su hermano fallecido.
“La palabra poeta me resulta una palabra grande, pero siempre me he considerado poeta. Pienso en verso, cojo un boli y escribo…. Algunos poemas los he difundido en Facebook, pero a parte de eso no he tenido la necesidad de publicar. La vida te va llevando por otros caminos [desde hace unos años facilita sesiones de Rebirthing, entre otras terapias, orientadas al autoconocimiento y la sanación] y dejé la literatura apartada, aunque siento que he retomado esta parte mía”.
En esta vuelta a la vida literaria se alegra además de haberse encontrado con que el número de mujeres escritoras ha ido en aumento, o al menos esa es la percepción que tiene. Y, sobre todo, de “ver que aquellas que ya estaban hace 20 años, como Elena Saíz Sepúlveda, Pilar Narbón y la que por aquel entonces era una recién llegada de Cuba, Grisel Perera López, hayan seguido escribiendo durante todos estos años, convirtiéndose en un referente o, al menos, abriendo camino a otras jóvenes escritoras”.