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“La mujer está supeditada a las necesidades del sexo dominante”

La artista valenciana Mavi Escamilla indaga en la imagen de la mujer y en la prostitución en una sociedad que califica de “machista y paternalista” con tres exposiciones en la FAP de Cuenca y San Clemente
“La mujer está supeditada a las necesidades del sexo dominante”
14/02/2018 - Gorka Díez

Vivimos unos tiempos en los que las mujeres han dado un paso al frente para reclamar una igualdad total con respecto al hombre en todos los campos. Se vio en la reciente gala de los Goya, en la que se reivindicó el papel de la mujer en el cine, un sector que, pese a los avances de los últimos años, sigue teniendo una mayor presencia masculina. Y en el arte ocurre algo parecido. “Hace poco se organizó con dinero público una exposición en Berlín de 17 artistas españoles y solo dos eran mujeres. Eso no está bien. No es real. Porque si te pones a contar, nosotras somos más. En las universidades también hay más mujeres. Pero luego salen de allí y algo pasa”.

Quien así habla es Mavi Escamilla (Valencia, 1960), que hasta el 29 de abril expone en el Centro de Arte Contemporáneo de la Fundación Antonio Pérez en Cuenca capital y en el Museo de Obra Gráfica de San Clemente la exposición ‘Condición femenina’, más de medio centenar de pinturas divididas en tres temas (Amor, Arte y Sexo) en las que ahonda en la situación de la mujer en una sociedad, la actual, que califica de “paternalista y machista”, donde “la condición femenina está supeditada a los deseos o a las necesidades del sexo dominante, unos deseos según los cuales se crean funciones para las mujeres”.

Las obras que conforman Amor, donde predominan el rojo y el amarillo, están así protagonizadas por mujeres a las que la sociedad trata como “objetos pasivos”. En ellas el mundo del cine tiene también un papel relevante, al aparecer tratadas actrices como Anna Magnani, Elisabeth Taylor o Raquel Welch, a las que se suma la cantante Donna Summer.

El color negro es en cambio el predominante en la serie Arte, con pinturas de gran tamaño que hacen referencia a cuadros clásicos como ‘La dama del armiño’, de Leonardo da Vinci, en la que el rostro del modelo, presumiblemente Cecilia Gallerani, ha sido sustituido por una Mavi Escamilla escondida no obstante detrás de una máscara. “Las protagonistas mujeres representadas en el arte clásico en su mayoría son mujeres burguesas, sin entidad, al contrario que los hombres”.

Y el blanco y el negro son las pinturas de la serie Sexo, que se puede ver en San Clemente y está dedicada a la prostitución. Escamilla se basa en unas tarjetas de publicidad de contactos que circularon por Valencia en torno al año 2005 llenas de información explícita. Dichas tarjetas han sido pintadas en tinta china con salpicones y puestas en comparación con imágenes de una película de Jean Luc-Godard, ‘Vivir su vida’ (1962), sobre una aspirante a actriz que tras separarse de su marido se adentra en el mundo de la prostitución para financiar su vida.

“No denuncio nada, pero evidencio algo que está ahí, unas tarjetas que me llamaron mucho la atención, porque luego la gente las lee y no le suponen ningún problema cuando la prostitución es una cosificación de la mujer, una violencia contra ella”.

UN SUEÑO CUMPLIDO

Con la inauguración de ‘Condición femenina’, Escamilla, con una veintena de exposiciones individuales a sus espaldas y presencia en ferias como Arco o Arte Lisboa, cumple su sueño de exponer en una Fundación que conoce desde su apertura, en 1998, y en una ciudad, Cuenca, en cuyo Museo de Arte Abstracto asegura que está su cuadro favorito: ‘Brigitte Bardot’, de Antonio Saura.