Juan Carlos Castillejo: "El teatro es un veneno que te pica y no hay forma de sacar del cuerpo"
No solo desde que estalló la crisis, sino “de siempre”, vivir del teatro ha sido complicado, pero quien hace esta afirmación, el actor Juan Carlos Castillejo (Cuenca, 1969) lleva más de veinte años viviendo –aunque él prefiere decir que “malviviendo”– de su trabajo sobre los escenarios.
Cierto es que lo de recibir la llamada de un director para encarnar a un personaje “va por temporadas”, y las hay mejores y peores, pero Castillejo, que hizo sus primeros trabajos profesionales con la desaparecida compañía conquense I Piau, fundada entre otros por Ernesto Ruiz y Germán Olivares, actualmente está de gira por un circuito de teatros grecolatinos con la función ‘Edipo Rey’, producida por el Festival de Teatro Clásico de Mérida, en la que hace de sacerdote, y en los próximos días representará junto a Rafael Núñez, Gloria Villalba y Juanjo Alfaro varias funciones de las obras teatrales ‘El circo’ y ‘Héroes cotidianos’ en Cuenca capital y provincia a través del programa Veranos en Cuenca y del Talía de la Diputación, siendo las citas más cercanas las de Valdecabras (día 9), plaza de la Merced (11) y Buenavista (12).
“No es fácil que salgan trabajos, porque hay mucha competencia, mucho actor en paro, y cada vez viene más gente joven, mejor preparada y más guapa, pero cuando llevas ya muchos años tienes muchos contactos, y das un perfil de actor que hace que te llamen para ciertos papeles”, dice un actor que además de en teatros como el Español y los del Canal ha trabajado en cine (‘El mal del arriero’, de José Camello, estrenada en 2014) y en televisión (‘Aida’, ‘La que se avecina’, ‘Cuéntame’ o ‘Vis a vis’).
Esta variedad de papeles le permite mantenerse en un mundo en el que se adentró con apenas trece años de edad, en el colegio, “gracias en parte a una figura para mí muy importante dentro del teatro aficionado, el profesor Ángel Ibáñez”, y al que se enganchó “porque esto es como un veneno, que te pica y no hay forma de sacarlo del cuerpo”.
Espectáculos en Cuenca
En el caso de los espectáculos que presenta estos días en Cuenca, integrados en el repertorio de la asociación cultural La Fábrica de las Nubes, que dirige desde 2006, de ‘El Circo’ destaca que es una obra dirigida sobre todo al público infantil muy “en plan clown. Es un circo en el que todo sale mal porque al no llegar los artistas son los trabajadores que montan la carpa y las gradas quienes, sin saber hacer nada, tienen que hacer la función, de modo que el equilibrista se cae, al mago se le ven los trucos y los payasos no hacen gracia, o sí”, cuenta.
En cuanto a ‘Héroes cotidianos’, se trata de la unión de tres microteatros escritos por Nancho Novo, que les ha cedido los derechos, donde se cuentan “como dice el título, historias de héroes cotidianos, cosas que le pueden ocurrir a cualquiera, como un hombre que está todos los días visitando a su médico de cabecera diciendo que le duele aquí y allí porque es un hipocondriaco, o un atracador que va a un banco y atraca a su mujer, que es la cajera, sin que esta lo sepa, porque está pasando una época de crisis”.
Son asimismo historias “tocadas con humor, que no estamos para tragedias: ya lo es la vida misma”.
Castillejo confía en que el público de Cuenca acuda a ver estos espectáculos. “A mí no me gusta verme como actor, porque me veo muchos fallos y creo que podría ser mejor, pero me gusta que me vean. Cuando se organiza algo y va poca gente, es una lástima: lo bueno es que los espectáculos, sean de teatro o de zarzuela, se llenen”.
Considera además que tanto Veranos en Cuenca como Talía son dos programas que permiten a los grupos poder exhibirse en una provincia donde, en líneas generales, el teatro “casi se limita a las actuaciones del Teatro-Auditorio, con compañías de famosos que vienen a taquilla”.
En este sentido, considera que hace años, en sus comienzos, “había más compañías de teatro aficionado y más festivales. Ahora lo veo todo más parado”.
ACTORES DE REFERENCIA
Preguntado por los actores a los que admira, enseguida le sale el nombre de la actriz Ester Bellver. “Es una de las mejores, que viene de La Abadía, de trabajar muchos años con José Luis Gómez. Sabe de ballet clásico, de artes marciales, de esgrima, ha hecho circo, monta a caballo… Está muy preparada pero no es famosa y no le salen muchos trabajos”.
Luego cita a Fernando Fernán Gómez. “Me encantaba incluso en su última época, los personajes y películas que hacía”. Y tampoco se olvida de Juan Echanove, de Javier Cámara, de Javier Gutiérrez, “el de ‘La isla mínima”, ni de Eduard Fernández, que precisamente protagonizará la nueva película de Alberto Rodríguez, el director de ‘La isla mínima’.
Muchos actores, cuenta, van mejorando con la edad, aunque existe también el riesgo de que a uno le encasillen. “Hay directores que no se complican la vida y llaman a ese que saben que les resuelve bien un determinado papel. Y el problema es que en este país te encasillan muy rápido”.
TELEVISIÓN Y CINE
Aunque su fuerte es el teatro, de su experiencia en televisión destaca que es “como un escaparate para que te vean directores y te puedan salir otros trabajos”, aunque hasta la fecha “he tenido apariciones muy cortitas, con pocas frases”.
En el caso del cine, lamenta que “cuando trabajas en películas de bajo presupuesto, en las que en teoría no hay actores muy reconocidos, es muy difícil que se exhiban”.
Preguntado por si tendrá un papel en ‘De púrpura y escarlata’, la segunda película del cineasta conquense Juanra Fernández, que en su anterior filme contó con su compañero en La Fábrica de las Nubes Rafael Núñez, sonríe. “Supongo que me presentaré al casting, a ver si hay suerte”.