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Literatura infantil

Los Huertos de Moya, escenario de un cuento sobre juguetes de antaño

Benjamín Malavia recupera los juegos de su infancia en 'La Pandilla de San Antón', anima a los niños a desarrollar su imaginación y hace pedagogía frente al acoso escolar
Los Huertos de Moya, escenario de un cuento sobre juguetes de antaño
Foto: Benjamín Malavia
07/02/2021 - Dolo Cambronero

No había muchos recursos pero la imaginación rebosaba. Con un simple trozo de madera o una caña de petaca, los niños de antaño podían fabricarse todo un señor barco o una moto. Benjamín Malavia (Landete, 1956) ha recuperado los juegos de su infancia en el cuento La Pandilla de San Antón, que narra las andanzas de un grupo de chavales de Los Huertos de Moya (pedanía de Moya) en los años sesenta.

“Hay mucho de autobiografía. Las anécdotas que se cuentan tienen base real. Todas ocurrieron aunque las he adornado con humor para el cuento”, explica este maestro de Primaria jubilado, que reside en la localidad madrileña de Arganda del Rey, donde fue director del CEIP San Juan Bautista durante trece años.

Los objetivos que se planteó el autor cuando se decidió a contar esta historia de aquella época eran tanto mostrar a los niños los juegos de cuando sus abuelos eran pequeños como transmitirles que “con ingenio y creatividad se pueden hacer muchas cosas”. “En la actualidad, los niños tienen muchos y sofisticados cachivaches. Esto es maravilloso pero también les vendría bien desarrollar la imaginación y elaborar sus propios entretenimientos”, considera.

TIZA E IMAGINACIÓN

A modo de ejemplo, el autor recuerda que, durante su infancia, con una simple tiza con la que dibujar un circuito en el suelo y unos muñecos de plástico a modo de ciclistas se organizaban sus propias carreras del Tour de Francia en Landete o Los Huertos de Moya, localidades en las que se crió.

“Esa capacidad que tienen los niños de jugar con la caja del regalo no la han perdido pero ahora tienen muchos medios y hay que animarlos más para que dejen volar su imaginación”, reflexiona. “Como maestro, siempre he tenido el gusanillo de escribir un cuento”, relata. “Lo que nunca pensaba era llegar a publicar una novela”, admite Malavia, que en 2020 lanzó Operación Telaraña Verde, el arma secreta republicana, un libro de espionaje en el que también aparecen muchos de los recuerdos y paisajes conquenses de su infancia.

Pero tras su jubilación hace cuatro años comenzó a escribir como una especie de terapia para ocupar su tiempo libre y en 2018 ya tenía la novela y el cuento listos aunque no fue hasta el año pasado cuando se publicó la primera y decidió esperar a 2021 para que viera la luz La Pandilla de San Antón con el fin de que no se solaparan.

En este cuento -que ha sido publicado también con Avant Editorial al igual que su primera novela y ya está disponible en librerías- Malavia saca al maestro que lleva dentro haciendo pedagogía frente al acoso escolar e incluyendo consejos para ayudar a los chavales a planificar su estudio diario o para fomentar la deportividad entre los más pequeños. “Los niños solo saben ganar. Lo veo en mi nieto también. Tienen que aprender a perder”, reconoce.

Solidaridad

Además, en el contexto de unos tiempos difíciles debido a la crisis social que ha desatado la pandemia, el autor también propone un trato a los niños: que renuncien a “uno solo de los muchos cachivaches” que les regalarán a lo largo del año y donen ese importe a alguna (ONG) o a un hogar vulnerable, a cambio de reemplazarlo por un juguete ideado y creado por ellos mismos.

“Me hubiera gustado que el libro hubiese salido para Navidades con el fin de animar a los más pequeños a que renunciaran a un juguete pero al final no ha sido posible a pesar de que el contrato se firmó en noviembre”, lamenta. Aún así, hace hincapié en que todavía pueden privarse de algún regalo de, por ejemplo, sus cumpleaños con ese fin altruista: “Hace falta solidaridad y ayudar a las familias más necesitadas. Nuestros niños conocen esta dramática situación”.

Divididas en 12 capítulos, las divertidas historias de La Pandilla de San Antón están ilustradas con los dibujos que ha hecho su hija, María Jesús Malavia. “Tenía mucha ilusión”, celebra.

Malavia trabaja también en una segunda novela: Alma roja, alma azul, cuyo título alude a la dualidad que le ha acompañado siempre dado que nació el 22 de diciembre de 1955 en Huertos de Moya pero no le inscribieron hasta el 2 de enero en 1956 en Landete: “Me considero de los dos sitios”.