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Henri Dechanet: "La palabra cultura habría que quitarla del diccionario"

17/05/2014 - Arantxa García

La Fundación Antonio Pérez acoge hasta el 22 de junio ‘A Plena Luz’, la obra del pintor y vidriero francés Henri Dechanet (Meknes -Marruecos-, 1930). Con 84 años ha viajado y vivido por muchos lugares, incluida Cuenca, ciudad en la que permaneció durante diez años y en la que dejó su huella como vidriero: algunas de las vidrieras de la Catedral, en las que también trabajaron Gustavo Torner, Gerardo Rueda y Bonifacio, están hechas por él.


¿Cuándo y cómo comenzó a pintar?

Tenía 12 años cuando empecé en el mundo del arte, sobre 1942. Fue mi madre quien me animó. Un día me dijo que si no quería no terminase la escuela, y que si  me gustaba el arte que me dedicase a ello. Así que cuando llegue a París en el año 1946 fue cuando comencé a prepararme la entrada a una escuela taller.


También se dedica a hacer vidrieras…

Para los vidrieros siempre he sido un pintor, y para los pintores siempre he sido un vidriero. He tenido que ganar dinero, y por eso me he dedicado a las dos cosas durante toda mi vida. He realizado algunas de las vidrieras de la Catedral de Cuenca, que de hecho es por lo que conocí a Antonio Pérez.


Hábleme de su obra…

En realidad pinto porque tengo que pintar, además, creo que lo hago bien. Entre las obras que se pueden encontrar en la Fundación Antonio Pérez se pueden ver perros, calaveras y flores. Los perros los pinté porque la gente siempre piensa que los perros grandes son los más feroces, pero en realidad son los mejores que hay. Las obras en las que aparecen calaveras están pintadas en blanco y negro, y da la impresión de que la muerte invade todo. Las demás son flores y las hice en honor a una mujer que conocí. Mi pintura es mi espejo, mi trabajo, mi justificación. Debo dejar al espectador la libertad de recibir y resolver a su manera las interrogaciones expresadas por mis cuadros.


¿Los ha pintado en concreto para esta exposición?

No. Hay algunos que datan de 1976. Es una exposición un tanto antológica. Además, hace tiempo que solo pinto con tinta china y aquí, en cambio, hay cuadros con todo tipo de pintura.


¿Qué tiene de especial esta obra para usted? ¿Cree que les gustará a los visitantes de la Fundación?

En este caso se trata de una colección de cosas que he ido realizando y que no se han expuesto en ningún otro sitio.


¿Ha vendido muchos cuadros a lo largo de su vida?

He vendido muy poco. He estado por Estados Unidos y muchos sitios más, pero no me interesa vender, no me interesa la riqueza. Pinto lo que me da la gana. Si le gusta a la gente bien y si no les gusta pues bueno… Yo pinto porque pinto y pinto lo que quiero. Muchos se preocupan más del marco que lleva el cuadro que de lo que hay dentro. Lo importante es la pintura, el resto da igual.


¿Cómo ve la cultura hoy día?

La palabra cultura habría que quitarla del diccionario. Es una tontería que se inventó algún político. Muchos piensan que la cultura cuesta, pero no es verdad, si se hace bien da dinero, no mucho, pero algo sí. Llegué a España en 1976 y tuve la suerte de llegar en el momento en que algo terminaba y otra cosa comenzaba. Pero hoy día en España la cultura es el dinero, y después el futbol. Es horrible.