Carlos Checa: "Hay que alimentar la sensibilidad de la gente"

Música barroca, ópera, zarzuela y góspel forman parte del programa de la duodécima edición del Festival Internacional de Música Serranía de Cuenca (Fimuc), que tendrá lugar los días 11, 12 y 13 de agosto en la iglesia de esta localidad conquense y con el que se pretende “acercar la belleza de la música y potenciar el turismo”, en palabras de su director, el director de orquesta Carlos Checa, que presentaba esta semana una programación de entrada gratuita y aforo para unas 800 personas que cuenta con el respaldo económico Diputación, Eduardo Ladrón de Guevara, la Cámara de Comercio, Globalcaja y la finca La Estacada, además de varios restaurantes y comercios de Beteta.

Fimuc alcanza ya su duodécima edición…

Celebramos este doce aniversario con la ilusión de los inicios. Tenemos el gran apoyo de todo el mundo que está en Beteta, sobre todo de los amigos del festival. Es este un certamen de entrada gratuita en el que se pueden ver a grandísimos artistas que se acercan a Beteta y se sienten acogidos e impresionados por la naturaleza, por la iglesia, por la calidad del público. Porque Beteta es un pueblo en el que casi en cada casa hay un pintor o un poeta, un pueblo muy de artistas donde hay una gran sensibilidad, algo que se nota en los conciertos.

¿El público es principalmente gente de Beteta?

Gente del pueblo, pero también muchos turistas y veraneantes. Es un público muy familiar, muy popular. También se ven algunos niños a partir de ocho o nueve años. El año pasado de hecho hicimos un espectáculos más dedicado a ellos, con música de Disney.

Un factor a destacar del festival es la belleza del paisaje...

Exacto, nos permite combinar los conciertos con disfrutar de la naturaleza en un entorno muy agradable.

Y gracias a este festival se contribuye a difundir Beteta…

Claro, crea la tendencia de situar a Beteta en un mapa musical. Yo creo que ya somos bastante conocidos en la provincia, bastante más en la Comunidad, y es una manera de situar a Beteta y la serranía de Cuenca en la mapa musical de España…

En cuanto a la programación, un concierto por día, es corta pero de calidad…

Desde la segunda edición siempre hacemos tres conciertos al día. Y hacemos un festival ecléctico en el sentido de que damos cabida a géneros muy distintos. Así, este año combinamos góspel, ópera, zarzuela y barroca, una música para todos los públicos que tiene una gran aceptación.

El festival arranca el día 11 con el concierto de Ensemble L´Allegrezza, que interpretará temas barrocos compuestos entre 1617 y finales del siglo XVII siguiendo el itinerario vital del pintor Murillo, de cuyo nacimiento se celebra este año el 400 aniversario...

Siempre que hacemos música del barroco español, cada tres o cuatro años, es una gran noticia. La música barroca española es maravillosa, tiene una calidad increíble, tanto la profana como la religiosa. Y un narrador va a permitir contextualizar estas obras con las imágenes de las obras de Murillo. Creo que va a ser muy interesante y muy bonito.

El 12 de agosto será el turno de la ópera, la zarzuela y el musical con la presencia de la soprano Julia Cubo, el tenor Jordi Galán y el pianista Ricardo Estrada…

Los dos primeros son dos grandísimas voces habituales del Teatro Real y del Liceo de un nivel internacional fantástico y Ricardo Estrada es un gran pianista del momento que acompaña a los grandes solistas. Para el repertorio, hemos seleccionado las arias más representativas de los géneros para que sea un programa muy atractivo. Es curioso pero mucha gente será la primera vez que escuche ópera o zarzuela. Como músico, en este festival me he dado cuenta de que para muchos es una sorpresa encontrarse con estos géneros, además cantados por gente de mucho nivel. Es la manera de crear nuevos melómanos.

Y el festival se clausura el 13 de agosto con The Gourmets Vocal Quartet. ¿Qué nos puede decir de ellos?

Es un grupo de góspel y soul con un disco muy reciente en el mercado, ‘Freedom Songs’ formado por cuatro voces solistas que nos van a traer el góspel más internacional.

En cuanto a su actividad como director de orquesta, tengo entendido que es el director musical de la gira de Isabel Pantoja. ¿Qué tal está yendo?

Es una gira fantástica. Estamos haciendo muchos conciertos, en octubre vamos a América. Y es un reto apasionante, porque como director de orquesta estoy acostumbrado a trabajar en escenarios más pequeños, para unas 1.500 y 2.000 personas, y con Isabel Pantoja son conciertos de 10.000 personas para arriba. 

¿Tiene algo más entre manos?

Soy también director titular y artístico de la Joven Orquesta Sinfónica de Barcelona. Hacemos el debut el 5 de octubre con la Sinfonía de Nuevo Mundo de Dvorák. Un proyecto fantástico. Quiero muchísimo a los jóvenes, que tienen una media de 19 años y muchos de ellos están cursando estudio superiores. Son maravillosos y disfruto muchísimo con ellos y haciéndoles que conozcan y toquen las obras maestras de la música clásica.

Entiendo que la música se habrá visto muy afectada en los últimos años por la crisis…

Estamos en una época complicada para la cultura en general. A nivel de las orquestas sinfónicas, los recortes han sido una catástrofe, porque en los últimos años han recortado muchísimo el sector. Pero tenemos que seguir luchando y buscar nuevas fórmulas o apoyos. Parece que nos preocupamos de alimentar mucho una serie de cosas, pero también es necesario alimentar el espíritu y la sensibilidad de la gente, que es la aportación de la cultura. Nuestro festival es un buen ejemplo en este sentido: en doce años ha conseguido transformar la mentalidad de una comarca, girar en torno a algo tan bello y cultural como es la música. Te das cuenta de que la cultura cambia las sociedades y las evoluciona. Pero necesitas del apoyo de las administraciones, de patrocinadores, de mecenazgos, y a veces se mira para otro lado. Pero en el caso particular de Fimuc agradezco mucho ese granito de arena que pone cada uno para que el festival siga adelante. Organizamos desde una asociación sin ánimo de lucro ni ningún sueldo porque hay la suficiente ilusión y entusiasmo para que esto salga adelante. Es algo que queremos aportar al pueblo y yo personalmente me siento muy privilegiado de poder liderar todo este movimiento cultural. Cosas como esta pasan muy poco: son pequeños milagros contados.