La conquense María Cañizares llevaba fuera de su ciudad natal muchos años y en 2016 decidió volver con toda su familia y cumplir un sueño: abrir una academia basada en el método Kumon, un conjunto de programas de aprendizaje que giran en torno a las Matemáticas y la Lectura y que siguen en la actualidad más de 4 millones de alumnos y alumnas en todo el mundo.
María, psicóloga de profesión, conoció Kumon a través de una amiga y pronto se dio cuenta de que podía llenar un vacío que no existía en la capital conquense. Su interés por la educación unido a su carácter emprendedor le animaron a dar este paso y un año después dice que “no puedo sentirme más orgullosa y satisfecha”.
El Kumon nació en Japón donde un profesor de instituto realizó unas hojas de cáculo para su hijo para que fuera dominando con seguridad los conceptos del temario de cursos superiores. Con solo 30 minutos de práctica al día llegó a resolver integrales cuando cursaba sexto de Primaria. Tras más de 20 años de experiencia con las Matemáticas, este docente se dio cuenta que los alumnos que más avanzaban eran los que leían con frecuencia y comprendían el contenido de los textos, de ahí que sumara el programa de Lectura.
María explica que “este método buscar desarrollar el potencial de cada niño, consiguiendo que sean más autónomos a la hora de resolver los ejercicios y puedan ir avanzando solos”. Cada uno trabaja a su ritmo, no hay horarios rígidos, y con su propio material “y poco a poco van solucionando cosas más difíciles”.
El material matemático, por ejemplo, se compone de 21 niveles que cubren todo un abanico de contenidos, desde aprender a contar hasta el último escalón, el de ejercicios de cálculo diferencial e integral. El de lectura abarca 27 niveles con textos dirigidos a lectores de diferentes edades y niveles de comprensión.
Objetivos a largo plazo
“Se trata de cumplir pequeños objetivos cada día y conseguir unos resultados que se ven a largo plazo”, indica la propietaria de la academia. “Lo más emocionante es observar cómo empezaron algunos alumnos el año pasado y todo lo que consiguen ahora” . Además, es una metodología que sirve tanto para niños con necesidades educativas especiales, como aquellos con altas capacidades, o aquellos a los que les cuesta más o se quedan bloqueados con las mates.
“Lo que logramos con el Kumon es que den un salto en su aprendizaje, que vayan más allá”, todo ello como un apoyo o complemento a las clases ordinarias escolares.
Desde los dos años se puede empezar a trabajar con este método, aunque lo ideal es comenzar en las primeras etapas de Infantil, “aunque todo depende de cada niño”.
Una de las ventajas es que los alumnos pueden apuntarse en cualquier momento del año. El único requisito básico, señala María Cañizares, es que las familias se impliquen “ya que esto es esencial para conseguir que los chicos tengan una actitud positiva ante el estudio”.
Aprender por uno mismo, fomentar los métodos de estudio, mayor concentración y confianza, o motivación en el aprendizaje son los beneficios que aporta el Kumon, ahora al alcance de todas las familias conquenses en el centro ubicado en la calle Lorenzo Goñi.
