El retablo de los apóstoles de la Catedral recupera su bajorelieve de la Piedad
La Catedral de Cuenca ha recuperado el retablo mayor de la Capilla de los Apóstoles, una obra del siglo XVI atribuida al maestro Martín Gómez el Viejo y considerada una de las creaciones más monumentales de la pintura conquense.
Tras tres años de trabajos, el retablo ha sido devuelto a su emplazamiento original y este miércoles se ha presentado públicamente el resultado final de la intervención en un acto en el que se ha subrayado la complejidad y el valor histórico de la intervención.
Durante la presentación, el capellán mayor de la Catedral, Miguel Ángel Albares, ha explicado que el retablo “no debió ejecutarse en una sola campaña, sino a lo largo de varios años”, recordando que su mazonería fue contratada en 1560 con el alemán Giraldo de Flugo, mientras que las pinturas se realizaron entre 1561 y 1563, posiblemente en la última etapa creativa de Martín Gómez el Viejo. También ha resaltado que la obra destaca por su “riqueza escultórica y su discurso iconográfico”, centrado en el triunfo de Cristo.
El profesor Luis Priego, director del proyecto de restauración y docente de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, ha explicado que la intervención ha sido “un trabajo grandioso y placentero” realizado por 23 alumnos de último curso, cuya evolución profesional calificó de “motivo de enorme orgullo”.
Priego ha subrayado que el mayor desafío se concentró en el bajo relieve de la Piedad, mutilado en el siglo XX para abrir un sagrario. “No podíamos permitir que se perdiera su lectura iconográfica”, ha afirmado, detallando que la escena se reconstruyó con técnicas acordes al original.
El director de la Fundación Iberdrola España, Ramón Castresana, entidad que ha financiado la restauración, ha dejado claro que apoyar la restauración de bienes históricos y artísticos “forma parte esencial” del compromiso de la Fundación.
Asimismo, ha dicho que esta colaboración, activa desde 2016, ha permitido restaurar ya tres retablos de la Catedral, resaltando el valor formativo que supone para los estudiantes trabajar con obras de esta relevancia. “Pocas escuelas tienen la oportunidad de intervenir en piezas de tal categoría”.
Desde la Comunidad de Madrid, el director general de Enseñanzas Artísticas, Miguel Olite Lumbreras, ha explicado que la restauración “es un ejemplo de cómo la belleza puede educar en la esperanza”, citando palabras recientes del papa Francisco. También ha dicho que los restauradores son “artistas que ponen su talento al servicio de la obra de otros”, y ha destacado la excelencia docente del profesor Priego y del equipo de la Escuela Superior de Conservación y Restauración.
El acto de presentación lo ha cerrado el obispo de Cuenca, monseñor José María Yanguas, quien ha agradecido el trabajo conjunto. “La Capilla de los Apóstoles luce hoy en su esplendor original”, ha dejado claro, apostillando que la restauración “revive nuestra historia y devuelve vida a los maestros que crearon estas obras”.
También ha explicado que la alegría visible en los jóvenes restauradores refleja “el amor por su oficio”, algo que consideró esencial para alcanzar resultados de esta calidad.
Tras años de estudio, desmontaje, intervención y remontaje, el retablo se muestra ya en la capilla de los Apóstoles con su iconografía recuperada y su estructura consolidada, listo para ser contemplado de nuevo por vecinos y visitantes.
