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La procesión magna de Las Angustias une a Cuenca en un día para la historia

(GALERÍA DE IMÁGENES) Miles de conquenses salieron a la calle para arropar a las devociones marianas en una calurosa jornada de otoño
Fotos: Lola Pineda
04/10/2025 - Rubén M. Checa

Miles de conquenses abarrotaron este sábado por la tarde las principales calles de la ciudad por un motivo especial: la procesión magna por el centenario de la hermandad de la Virgen de las Angustias del Viernes Santo conquenses que ha recorrido la capital en un evento que pasará a la historia.

Y es que, por las calles de la capital se pudo ver procesionar a imágenes que habitualmente no salen a la calle como la Virgen de los Dolores de la hermandad de la Vera Cruz, la Virgen del Sagrario de la Catedral o la talla de Las Angustias que descansa en su ermita de la hoz del Júcar.

Cuando las agujas del reloj daban las cuatro de la tarde, la banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías daba inicio al cortejo procesional, que salía desde la iglesia de San Andrés, donde se encontraban las tallas de la Virgen de la Esperanza del Domingo de Ramos, la Soledad del Puente del Jueves Santo y la Virgen del Amparo del Domingo de Resurrección.

Tras una magnífica salida, se volvían a escuchar el repique de horquilla sobre em empedrado del Casco, un sonido raro en esta época del año pero que anticipaba una magnífica procesión. Iba acompañado por la música de la Banda de Las Pedroñeras.

El por el momento tímido desfile comenzó a bajar por la calle Solera y, a la altura de El Salvador, se incorporando al cortejo procesional la Virgen de la Amargura con San Juan Apóstol del Miércoles Santo, la Virgen de la Soledad y la Cruz del Santo Entierro.

Los cuatro pasos siguieron descendiendo bajo un aroma único que aunaba la vela fundida y el incienso con unas aceras que poco a poco se iban abarrotando y con el repique de campanas que acompañaba a las horquillas y las notas musicales de la banda de música de Las Mesas, que se incorporaba en este punto.

En la Puerta de Valencia ya se iban aglomerando cada vez más conquenses y visitantes que contemplaron cómo salía del templo del convento de las Concepcionistas Franciscanas la imagen de la Virgen de los Dolores de la hermandad de la Vera Cruz, la Virgen del Sagrario de la Catedral, así como los dos pasos de la centenaria hermandad: Cristo Descendido y Nuestra Señora de Las Angustias. Cerraba la procesión la banda de música de Tarancón.

La procesión siguió por la calle de Las Torres y Aguirre hasta la plaza de la Hispanidad, donde se unieron desde la iglesia de San Esteban la patrona de la ciudad, la Virgen de la Luz, así como la patrona de la diócesis, la Virgen de las Angustias de la ermita del Júcar, que tan solo sale de su santuario en contadas ocasiones.

Con todo el cortejo ya al completo, el desfile prosiguió por Carretería y Calderón de la barca ordenado de forma cronológica a la Semana Santa conquense para ir, tras la Virgen del Amparo del Domingo de Resurrección, la virgen del Sagrario, la Virgen de la Luz, la Virgen de las Angustias y los dos pasos de la hermandad organizadora.

A la altura del puente de la Trinidad se unía al cortejo procesiona, tras la patrona de la Diócesis, la banda de Trompetas y Cornetas de la Guardia Civil de Valdemoro así como la representación institucional, encabezada por José Manuel Vela, secretario de la hermandad organizadora; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page así como el alcalde de la ciudad, Darío Dolz.

Con la característica luz amarilla de las farolas del Casco iluminando los diferentes pasos comenzó el ascenso hasta la Plaza Mayor, regalando a los cientos y cientos de conquenses que abarrotaban las calles de la parte antigua de la ciudad momentos de gran belleza.

Antes de que llegaran las diez de la noche el cortejo procesional se encerraba en la Catedral, donde este domingo por la tarde se celebrará un solemne pontifical a las 18:00 horas, presidido por el obispo de Cuenca, José María Yanguas.