Una jornada para concienciar sobre el comercio justo
Cáritas Diocesana Cuenca ha vuelto a salir a la calle con motivo del Día Mundial del Comercio Justo para concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de garantizar los derechos humanos en el ámbito del comercio y alertar sobre las condiciones “abusivas” de trabajo que se esconden detrás de la fabricación de diferentes productos cotidianos.
Así, este viernes se ha instalado una mesa informativa donde han puesto a la venta diferentes productos de comercio justo como café o infusiones. Además, tanto Sonia Matas, responsable del área de voluntariado y cooperación, como Julia Cuenca, responsable formadora del curso de reciclaje de ropa.
En él, han querido denunciar “las condiciones inhumanas e insostenibles” en las que se elaboran productos cotidianos como la ropa, el café, el azúcar o los artículos de higiene. Detrás de estos productos, “hay industrias millonarias, lideradas por muy pocas empresas multinacionales, que utilizan materias primas cultivadas por millones de personas en el Sur global, bajo condiciones abusivas de trabajo, precios ínfimos y explotación infantil”.
Y es que, “no sólo son violados los derechos humanos, también nuestra Casa Común sufre los impactos de este modelo económico que de forma indiscriminada destruye bosques, deteriora los suelos y pone en peligro la biodiversidad”.
Los consumidores y consumidoras, han pedido, “no podemos ni debemos ignorar las consecuencias de este modelo productivo y comercial profundamente inhumano e insostenible”.
Por eso, desde Cáritas Cuenca han querido hacer un llamamiento a las empresas para que sean responsables de sus impactos negativos. Por ello y ante las próximas elecciones europeas, también han pedido a los futuros representantes, “que desarrollen una directiva dirigida a que las empresas respeten los derechos humanos y protejan el medio ambiente en cualquier lugar del mundo”.
Por todo ello, en esta conmemoración del Día Mundial del Comercio Justo han invitado a los consumidores conquenses a que se unan a el ya que es un modelo “que garantiza los derechos humanos, los derechos laborales y el cuidado de nuestra casa común, el único planeta que tenemos”.