Llegaron con ilusión, algo de miedo y muchas ganas de vivir la experiencia al cien por cien, pero volverán a casa con la maleta llena de recuerdos inolvidables y aprendizajes que jamás olvidarán. Hablamos de los alrededor de 90 estudiantes Erasmus, según datos aportados por la UCLM, que el campus de Cuenca ha acogido este cuatrimestre.
Jóvenes de diferentes países que vienen a cursar parte de las asignaturas de su currículo o bien las prácticas del grado que estudian. De esos casi cien universitarios extranjeros Las Noticias ha querido conocer de cerca el día a día de nueve estudiantes mexicanos que han hecho prácticas en el CEIP Fuente del Oro de la capital conquense.
“Los convenios entre la Facultad de Educación y distintas universidades mexicanas facilitan la movilidad. Tenemos seis acuerdos activos con México actualmente”, señala Alejandro Prieto Ayuso, director académico del Vicerrectorado de Política Internacional y Alianzas Globales del campus de Cuenca. A parte del boca a boca, el trato cercano y constante con los estudiantes y la buena comunicación con otras administraciones es la mejor carta de presentación de la universidad y de la ciudad. Y eso explica que “cada vez más universitarios se interesen por venir a Cuenca”, apostilla Prieto Ayuso.
Los nueve estudiantes en prácticas del CEIP Fuente del Oro son Gabriel López Varela, Rosangélica García Robles, Kimberly Jiménez Moreno, Ximena Pérez Coronado, Silviana Romero Espinoza, Marcos Encinas Acosta, Suzeth Anneth Valencia Martínez, Andrea Ximena Silva Bórquez y Alexia Limón Quiroz.
Ahora, a falta de pocos días para regresar a casa, todos coinciden en que el balance es “muy positivo”. Una experiencia enriquecedora de ida y vuelta en la que ellos han podido aprender metodologías educativas y proyectos que podrán poner en práctica en su país, al tiempo que han mostrado a los docentes y los alumnos tradiciones de su país y maneras de trabajar que también podrán implementar. “Ellos traen una actitud muy positiva, son muy proactivos, trabajadores y durante estos meses se crea una hibridación cultural maravillosa”, destaca Inmaculada Martínez Ayora, tutora de Erasmus de la Facultad de Educación, al tiempo que destaca el compromiso de los jóvenes. “Hay que tener en cuenta que son los mejores de sus promociones y que para ellos esta es una oportunidad única”, apostilla.
“Ellos traen una actitud muy positiva, son muy proactivos, trabajadores y durante estos meses se crea una hibridación cultural maravillosa”
Para ellos, sin duda, viajar a Europa es una oportunidad única que dará un plus a sus ya de por si buenos expedientes. Por ejemplo, a Jimena Pérez Coronado, estudiante del último curso de la Licenciatura en Educación Infantil, conocer otro contexto educativo y otra dinámica de trabajo le ha permitido “comparar y aprender diferentes estrategias” ya que, desde su punto de vista, “aquí se aprovechan muchísimo las tecnologías y los recursos son más diversos”
“También los espacios están muy bien pensados. Se fomenta que cada alumno pueda desarrollarse de manera independiente. Todo eso me gustaría llevarlo a México”, apostilla Silviana Romero Espinoza, estudiante de Educación Primaria.
Para Gabriel López Varela, estudiante de la Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje del Inglés, la estancia en España le ha permitido “conocer otra manera de enseñar inglés” ya que el nivel aquí es más alto. “Desde el primer día pude impartir casi toda la clase en el idioma extranjero y los niños comprenden perfectamente”, recuerda.
Kimberly Jiménez Moreno está terminando Educación Primaria y ha aprovechado el Erasmus para su trabajo de fin de grado que consistirá en comparar los planes de estudio y las metodologías entre ambos países. “Estoy implementando talleres STEAM y he notado una gran diferencia en los materiales y los apoyos. En México estamos empezando a trabajar con ese enfoque, pero aquí lo tienen más integrado. Me sirve para ver hacia dónde podemos avanzar”, cuenta.
Ambos coinciden en que su acogida tanto en la ciudad como en el centro educativo ha sido “excelente”. “Desde la universidad y el colegio nos ayudaron en todo, incluso en encontrar alojamiento. Llegamos con los contactos hechos y nos sentimos acompañados en cada paso”, dice Gabriel.
Jimena y Silviana destacan, además, el cariño con el que fueron recibidas por los niños y niñas del colegio. “Desde el primer día nos abrazaron, querían saber todo sobre México. Les interesa mucho nuestra cultura. Ellos han aprendido de nosotras pero al revés también”, añaden.
EN LO PERSONAL
Más allá del aula, estos nueve estudiantes no han parado de disfrutar y descubrir rincones de Cuenca y otros puntos de España. Han viajado a Madrid, Valencia, Segovia y Toledo, donde participaron en las actividades organizadas por el Día del Estudiante Internacional. Allí compartieron experiencias con jóvenes de Vietnam, Colombia, Italia o España. “La universidad organiza actividades para que convivamos todos los internacionales”, cuenta Kimberly. “Es bonito ver que todos vivimos algo parecido: el choque cultural, las diferencias en la enseñanza, pero también la ilusión de aprender de otro país”.
Ahora que están a punto de terminar su estancia, los nueve estudiantes coinciden en que esta experiencia marcará su carrera profesional. Algunos sueñan con regresar a España para cursar un máster mientras que otros prefieren aplicar lo aprendido en sus comunidades mexicanas.
En este sentido, el director académico del Vicerrectorado de Política Internacional y Alianzas Globales del campus, Alejandro Prieto, subraya que este tipo de intercambios “no solo mejoran la formación académica de los estudiantes, sino que fortalecen los lazos entre universidades y culturas”. Es más, desde el propio centro educativo están encantados de tenerlos en sus aulas. “Nosotros estamos enormemente agradecidos de tenerlos y esperamos que para ellos sea una experiencia súper provechosa”, concluye Vanesa Moreno, directora del colegio.
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