La Navidad ha comenzado a asomarse este viernes en Cuenca con la esperada apertura de la pista de hielo del Parque San Julián. La instalación ha vuelto a ocupar su lugar en pleno corazón de la ciudad y lo ha hecho con una gran expectación, a pesar del frío.
Desde primera hora de la tarde, familias enteras han acudido al recinto para calzarse los patines y formar parte de este arranque festivo. Los 300 primeros visitantes han sido obsequiados con chocolate caliente, un gesto muy celebrado que ha ayudado a entrar en calor y a hacer más agradable la tarde. “Nos lo estamos pasando en grande. Hacía tiempo que no patinábamos juntos y la niña está encantada”, comentaba entre risas Carmen Mateos.
Sobre la pista, han sido los más pequeños quienes han marcado el ritmo. Algunos han avanzado con mucha cautela, aferrados al borde y sin arriesgar; otros se han lanzado sin miedo sobre la pista. Los adultos, algunos con mucha habilidad, han acompañado y disfrutado con la misma ilusión que sus hijos. El ambiente festivo ha sido una constante en esta cita con los patines, prólogo de la tan esperada Navidad.
La instalación, de hielo natural y 600 metros cuadrados de superficie, destaca por el uso de enfriadores propios que aseguran el mantenimiento óptimo del hielo. De este modo, se evita tener que recurrir a pistas sintéticas y se garantiza una experiencia de patinaje más auténtica.
La pista permanecerá en funcionamiento en el Parque San Julián hasta el 6 de enero, con un horario ininterrumpido de 11:00 a 22:30 horas, incluidos fines de semana y festivos.
La organización ha lanzado una oferta para los colegios que incluye patinaje y desayuno de chocolate con churros por 8 euros entre las 10:30 y las 14:00 horas. Para acceder a la pista de hielo, los niños menores de 6 años deberán ir acompañados obligatoriamente de un adulto.
Cuenca, ahora sí, se desliza hacia la Navidad.
