Bendición de campos en 'San Julián El Tranquilo'

La Asociación de Devotos de San Julián “El Tanquilo” celebró el último domingo de junio la tradicional romería por la senda rocosa, que parte desde la propia ermita por el camino del mirador del Batán, llevando en procesión la imagen del Patrón de Cuenca hasta ese lugar en el que se pueden admirar, desde el bello paraje, las vistas de la Cuenca Alta, con participación de decenas de fieles y devotos, pues todos los domingos, a las diez, se celebra la santa misa en tan singular paraje, cuyo nombre real es el del “Tranquillo”.
Tras la bendición de campos, la peregrinación sanjulianera, acompañada de dulzaina y tamboril, volvió en procesión hasta la ermita, donde se celebró la santa misa. Antiguamente, esta tradición de la bendición de campos y romería se celebraba el 29 de junio, festividad de San Pedro, que era “fiesta de guardar”, pero con los cambios festivos del siglo XX la Asociación de Devotos designó que la romería se celebrase en el último domingo de junio.
Sobre esta tradición en la ermita de San Julián, una poetisa de Cuenca, como lo era Amparo Sanz de Beamud, escribió unos versos en 1960, en un artículo publicado en “Ofensiva” sobre la romería de San Julián El Tranquilo que decían así:
“Ya llega la romería
con cánticos y alabanzas
la ermita llena de fieles,
la pradera de añoranzas.
Ya San Julián le sonríe
ya los pajarillos cantan
ya huele a churros calientes
y los ánimos se exaltan.
Y en cada pecho prendida
queda como una ilusión
la mañana de San Pedro
hecha promesa y amor”.